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El ictus es la tercera causa principal de discapacidad en el mundo. Las personas que sufren este accidente cerebrovascular pueden presentar movilidad reducida y, en muchos casos, necesitar el uso de silla de ruedas. En España, con el objetivo de devolverles la capacidad de andar, se ha desarrollado un innovador robot.

Robopedics, una startup de hardware española con sede en Barcelona, presentó en un evento celebrado en Madrid el diseño final de Awake, su dispositivo biónico de asistencia a la movilidad que la firma ha desarrollado para la rehabilitación de personas que han sufrido un ictus.

Un robot que permite que la pierna sana del paciente se mueva de forma natural mientras Awake asiste a la pierna afectada, lo que facilita una marcha más fisiológica y segura, según apuntó Iván Martínez, CEO y cofundador de Robopedics, en el evento, en el que EL ESPAÑOL - Omicrono estuvo presente.

Martínez explicó que la idea de Awake nació de una historia de superación familiar, ya que el padre del directivo sufrió un "ictus severo" y, aunque los hospitales le salvaron la vida, "le dijeron que estaba desahuciado y que no iba a volver a caminar jamás". Por lo que se puso a buscar alternativas, llegando a descubrir los exoesqueletos.

Unos dispositivos que se han vuelto muy populares en los últimos años, pero "son dispositivos que tienen precios inasequibles, entre los 80.000 y 150.000 euros (más las tasas de servicio), pesan entre 15 y 50 kilogramos y están diseñados para la rehabilitación en entornos clínicos. Por lo tanto, no aportan soluciones reales".

Devuelve la movilidad

Martínez, cuyo padre falleció en la época de la Covid-19, estuvo analizando alternativas más asequibles y prácticas para "las millones de personas que están en sillas de ruedas". Y dio con Awake, "una tecnología que les puede ayudar a ponerse de pie y caminar todos los días" y que se postula como "una alternativa a las sillas de ruedas".

Awake se presenta como el primer sistema biónico avanzado para caminar del mundo para uso personal, que permite a los hemipléjicos por ictus levantarse de la silla de ruedas y caminar todos los días, en su entorno particular, de forma independiente y sin supervisión médica

Iván Martínez, CEO de Robopedics, usando Awake, el dispositivo biónico de asistencia a la movilidad. Nacho Castañón Omicrono

Un dispositivo biónico de asistencia a la movilidad que es un 80 % más económico (cuesta 15.000 euros y se puede financiar) y un 60 % más ligero (pesa 6 kilogramos) que los exoesqueletos y las soluciones actuales, lo que le convierte en una tecnología más accesible para el uso domiciliario por parte de los pacientes.

"Awake es básicamente un dispositivo robótico que actúa sobre una pierna y tiene una estructura metálica y una serie de actuadores que dan la fuerza necesaria para poder dar los pasos, que lo colocas en el cuerpo y que da la estabilidad que necesita la persona en el momento de apoyo. Queremos mejorar su calidad de vida con tecnología", señaló a este periódico Iván Martínez.

Este dispositivo biónico de asistencia a la movilidad se pone rápidamente, con ayuda de otra persona y en apenas un minuto o dos. Además, Awake incorpora un bastón cuadrípode para control y apoyo del usuario, una aplicación móvil, conectividad IoT y un algoritmo de detección de caídas.

"Awake tiene un sistema de control principal, que es una aplicación móvil y con el que puedes ver todas las funciones y ejecutar todo lo que el usuario necesite. Luego tenemos una opción en la que el cuidador puede transferir ese control al paciente, con el bastón", afirmó Martínez.

Awake, el dispositivo biónico de asistencia a la movilidad. Nacho Castañón Omicrono

De esta manera, el paciente "es 100 % autónomo para encender el dispositivo, iniciar la marcha o pararlo". Un bastón que cuenta con una pequeña pantalla circular en la que "se muestran elementos básicos, como la carga de la batería o mensajes de seguridad críticos. Es todo muy sencillo".

El funcionamiento también es simple. El paciente, con ayuda de un familiar o cuidador, cuando está sentado se coloca el dispositivo biónico de asistencia a la movilidad en su pierna, le da al botón de levantarse y, después, al de caminar, para comenzar a andar. También tiene un botón para pararse y otro para volver a sentarse.

Comercializarlo en 2026

Durante el evento la compañía destacó que varios pacientes ya han probado esta tecnología y, aunque suelen comenzar a andar en la primera sesión, suelen necesitar entre 10 y 20 para poder usarlo de forma autónoma en su casa. Además, estas pruebas también han servido para comprobar la autonomía de Awake.

En ellas, el dispositivo biónico de asistencia a la movilidad aguantó cinco horas andando sin parar y tres horas de marcha continua sin llegar a agotar la batería, por lo que Iván Martínez señaló que basta con recargarlo una vez al día. Incluso recomendó a los pacientes realizar caminatas de una hora, y no superar ese tiempo.

Iván Martínez, CEO de Robopedics, usando Awake, el dispositivo biónico de asistencia a la movilidad. Nacho Castañón Omicrono

La velocidad también se ha limitado a 3 o 4 kilómetros por hora, "por seguridad del paciente". Robopedics prevé la comercialización de Awake durante mediados del 2026 en España, que "es un país muy envejecido y perfecto como campo de pruebas". El objetivo es llegar un año después a otros países, como Reino Unido o Francia.

La compañía también destacó durante el evento en la capital española que imagina un mundo en el que ni el precio, ni la ergonomía, ni la falta de servicios sean un obstáculo para la tecnología que hoy puede hacerlo realidad.

Awake supone por tanto un gran avance para los supervivientes de ictus que, según la World Stroke Organization, sigue siendo la segunda causa de muerte en el mundo, con más de 7 millones de fallecimientos anuales, y la tercera causa de discapacidad combinada.

Además, el coste económico global supera los 890.000 millones de dólares (que equivalen aproximadamente a 763.353 millones de euros) y podría duplicarse antes de 2050, lo que subraya la urgencia de avanzar en prevención y rehabilitación.

Awake, el dispositivo biónico de asistencia a la movilidad. Nacho Castañón Omicrono

Patricia Ripoll Ros, presidenta de la Fundación Visible, presentó en el evento un informe sobre la situación de los pacientes de ictus tras salir del hospital, destacando que un 57 % de los más de 130 encuestados consideraron que su proceso de rehabilitación fue insuficiente o que, incluso, llegó a terminarse antes de tiempo.

Esto se debe a que los recursos públicos no llegan a más. Por otro lado, el informe mostró que el 74 % de los pacientes presentó secuelas, de los que la mayoría son de movilidad, y que el 85 % reconoció necesitar ayuda. El ictus también tiene secuelas que no son físicas.

Iván Martínez, CEO de Robopedics, usando Awake, el dispositivo biónico de asistencia a la movilidad. Nacho Castañón Omicrono

Por ejemplo, el 70 % señaló que experimentó sentimientos negativos como tristeza, desánimo, ansiedad, miedo a recaer, frustración, impotencia, culpa y sensación de ser una carga. Mientras que un 24,7 % de los pacientes presentó sentimientos de aceptación y resiliencia.

Otros problemas están en que "muchos de los familiares tienen que abandonar o reducir su trabajo para convertirse en cuidadores", señaló Patricia Ripoll Ros, quien también lamentó que "el sistema sanitario sigue siendo excesivamente familia dependiente".

Mientras que a nivel económico el ictus cuenta con "costes invisibles", con una media de 321 euros: 102 euros para la rehabilitación, 61 euros para la adaptación del hogar y transporte, 40 euros para un cuidador profesional, otros 36 euros para un cuidador informal y 82 euros para otros costes.