Publicada

La lucha contra el narcotráfico es un desafío enorme a nivel global que requiere nuevas estrategias y tecnología. En España, la Guardia Civil cuenta con drones y rápidas patrulleras para controlar las rutas clave, como el Estrecho de Gibraltar, mientras que en otros países ya usan la inteligencia artificial (IA) para rastrear la actividad de los cárteles de la droga.

Se trata de GeoSpyAI, herramienta creada por Graylark, empresa fundada por Daniel Heinen; quien, a través de su cuenta de X (Twitter), ha compartido un vídeo en el que muestra "un ejemplo del uso de inteligencia artificial para rastrear la actividad de los cárteles a partir de vídeos de baja calidad publicados en Telegram".

GeoSpyAI se define en su web como una plataforma avanzada que integra potentes modelos de localización con inteligencia artificial, "ofreciendo precisión métrica y modelos de visión artificial de vanguardia".

Una herramienta con IA que está actualmente disponible para organizaciones gubernamentales y empresas capaz de "convertir imágenes de bajo contexto en información". Ya que con una sola fotografía es capaz de determinar ubicaciones, "usando solamente los píxeles de la imagen".

Según la web, GeoSpyAI ya ha permitido a las fuerzas del orden y a las agencias gubernamentales actuar con rapidez, "determinando la ubicación de sospechosos y delincuentes en cuestión de segundos", por lo que puede convertirse en una gran aliada en la lucha contra el narcotráfico.

Geolocaliza una imagen

GeoSpyAI no es una herramienta nueva, pero sí es la primera vez que se hace público su uso para rastrear al cártel de la droga. Además, Heinen ha dejado claro en otra publicación de la red social que, la versión utilizada para este fin "nunca ha sido pública".

Esta herramienta utiliza inteligencia artificial para saber el punto exacto en el que una persona se encuentra o ha estado recientemente. Y para ello tan solo necesita una foto, por ejemplo, sacada de sus redes sociales; incluso sin metadatos GPS.

Es decir, la herramienta usa la inteligencia artificial para analizar el contenido visual de la fotografía para adivinar dónde fue tomada. Un avance que, como ha expuesto Heinen, se puede usar para rastrear la actividad del cártel de la droga.

Para ello, el directivo ha compartido un vídeo en el que se ve claramente cómo GeoSpyAI puede determinar la localización de las operaciones del cártel mexicano a partir de los vídeos que estos mismos comparten en la aplicación de mensajería Telegram.

La IA Geospy localizando una imagen capturada de un vídeo del cartel en Telegram. @heinenbros Omicrono

El proceso es el siguiente. El usuario toma una captura de pantalla de un vídeo publicado por el cártel en Telegram y sube esa fotografía a la plataforma de GeoSpyAI. Una vez cargada la imagen, la inteligencia artificial la analiza en busca de pistas visuales.

Por ejemplo, la IA analiza el paisaje, las características del terreno, el tipo de vegetación, los estilos de los edificios, los tipos de carreteras y señales de tráfico, las matrículas de los coches, los carteles —llegando incluso a traducirlos— o los ángulos y sombras de la luz, que pueden ayudar a determinar la temporada o incluso la hora del día.

GeoSpyAI compara después todas las características que ha identificado con una enorme base de datos global de imágenes que ya están geolocalizadas, y que se ha entrenado con millones de fotografías de todo el mundo. Esto permite a la IA reconocer sutiles marcadores geográficos.

Basándose en el análisis realizado, GeoSpy genera una predicción de ubicación que incluye coordenadas aproximadas (latitud y longitud). Según sus creadores, en ocasiones puede estimar una localización con una precisión de pocos metros. Otro detalle interesante es que la herramienta muestra los resultados en un mapa interactivo.

La IA Geospy localizando una imagen capturada de un vídeo del cartel en Telegram. @heinenbros Omicrono

Incluso a menudo permite ver la ubicación en Google Maps y visualizaciones en 3D para comprender mejor el entorno. En el ejemplo mostrado por Heinen se ve cómo primero geolocaliza la captura de imagen del vídeo en México y ofrece un "puntaje de confianza" que indica qué tan segura está la IA de su estimación.

Con esta predicción, vuelve a cargar la imagen, selecciona este país y la herramienta busca ahí para dar la posición exacta. Al final, GeoSpyAI detecta que el vídeo fue grabado en un punto de la Ciudad de México.

Precisa y rápida

Está claro que la inteligencia artificial está cambiando las reglas del juego en muchos sectores. En el caso de la lucha contra el narcotráfico, esta tecnología ofrece una variedad de ventajas.

Por ejemplo, es precisa y rápida. GeoSpy puede realizar en segundos un trabajo que llevaría mucho más tiempo a un experto en inteligencia de código abierto (OSINT), lo que lo convierte en una herramienta muy eficiente.

La IA Geospy localizando una imagen capturada de un vídeo del cartel en Telegram. @heinenbros Omicrono

Asimismo, la versión profesional de GeoSpyAI, que está disponible para las fuerzas del orden y agencias gubernamentales, es capaz de lograr una precisión de nivel de metro, incluso en regiones con datos cartográficos incompletos.

Otra de sus principales ventajas es que no requiere metadatos de las fotos, por lo que puede localizar las imágenes que han sido publicadas en redes sociales y que normalmente carecen de esta información.

Por lo tanto, las fuerzas del orden y las agencias de inteligencia pueden aplicar esta tecnología a materiales recopilados de redes sociales y aplicaciones de mensajería como Telegram, donde se conoce que los miembros de los cárteles de la droga publican contenido.

En cuanto a su aplicación en el mundo real, GeoSpyAI tiene publicado en su blog un caso en el que se detalla cómo esta tecnología ayudó a un departamento de policía a encontrar y arrestar en 20 minutos a un fugitivo buscado por cargos de drogas y armas de fuego utilizando únicamente una foto de una historia de Instagram.

Cabe señalar que el uso de inteligencia artificial para la geolocalización plantea retos éticos y legales. Aunque agiliza la labor policial, este avance suscita preocupaciones sobre la privacidad, ya que cualquiera podría ser rastreado mediante fotos disponibles en redes sociales.