El pasado 20 de octubre salió una noticia que extrañó a muchos en España: el parabrisas de un avión de United Airlines se fracturaba mientras volaba a más de 11.000 metros de altura. El responsable podría haber sido un globo meteorológico.
Así lo ha anunciado WeatherBorne, una firma californiana centrada en el lanzamiento de globos meteorológicos que ya ha puesto en el cielo 4.000 de estas unidades. Unas operaciones coordinadas con la Administración Federal de Aviación (FAA).
En un comunicado, la empresa centrada en la recolección de datos atmosféricos admite que el incidente podría tener que ver con uno de sus globos, en una investigación que ya está en manos de la FAA y la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB).
Un globo meteorológico sería el causante
Todo comenzó el pasado 16 de octubre de 2025, cuando el vuelo UA1093 de la aerolínea United Airlines sufrió un repentino golpe en su morro que fracturó su parabrisas frontal, obligando a realizar un aterrizaje de emergencia.
El incidente, que se saldó con heridas superficiales sobre los pilotos pero sin mayores problemas, llevó a que se realizase un aterrizaje urgente en el Aeropuerto Internacional de Salt Lake City. Los pasajeros fueron trasladados a otro vuelo poco después.
Globo meteorológico de WindBorne.
El avión 'siniestrado' fue un Boeing 737 Max 8, que se encontraba a nada menos que 11.000 metros de altitud. Dado lo extraño del suceso, tanto la FAA como la NTSB anunciaron sendas investigaciones para esclarecer lo ocurrido.
Por otro lado está Windborne, que lanzó un comunicado poco tiempo después de la publicación de los datos del accidente. En él, reconocen la posibilidad de que uno de sus globos haya impactado contra el vuelo.
Desde la empresa californiana explican que "es probable que los restos de objetos extraños (FOD) que impactaron contra el parabrisas del UA1093 fueran un globo de WindBorne".
El pasado lunes, WindBorne con sede en Palo Alto envió todos los datos de su investigación propia a los dos organismos. "Estamos trabajando con ambas organizaciones para investigar a fondo este incidente".
Si bien no entran en más detalles, desde WindBorne recuerdan que sus más de 4.000 lanzamientos de globos meteorológicos han sido coordinados con la FAA, siguiendo las normativas vigentes en cada uno de estos lanzamientos.
"El sistema está diseñado para ser seguro en caso de colisión. Este es el propósito de los límites de peso de la Parte 101 de la FAA y la OACI. Nuestro globo pesa 1,1 kilos al despegar y se vuelve más ligero durante el vuelo", apostillan en WindBorne.
Cabe aclarar que WindBorne no ha confirmado de forma directa que el causante de este destrozo sea uno de sus globos. Incluso con ello, ya han anunciado ciertas medidas en respuesta al accidente.
Por un lado, WindBorne implementará cambios en sus globos para minimizar el tiempo de vuelo entre los 30.000 y 40.000 pies. Además, se acelerarán los planes para usar datos de vuelo en tiempo real para evitar "aviones de forma autónoma".
Por último, la empresa aclara que se trabajarán en nuevos diseños de hardware para reducir aún más la magnitud y la concentración de la fuerza del impacto de estos globos. Todo ello, de nuevo, sin la confirmación oficial de que fuera un globo el responsable.
Las imágenes aún no confirmadas, revelan el impacto justo en la parte derecha del cristal, deformando el cuadro metálico que lo sostiene. Aunque el parabrisas se agrietó, no se rompió lo que evitó una despresurización de la cabina.
Lejos de ser parabrisas normales, los windshields de los aviones están fabricados en varias capas laminadas de materiales resistentes que incluyen vidrio o policarbonato. Dichos materiales crean un panel multicapa, totalmente hermético y resistente a golpes.
Esta resistencia está hecha específicamente para soportar el impacto de aves. De hecho, pueden soportar golpes de aves cuyo peso máximo es de 1.8 kilos a 450 kilómetros por hora. Soportan condiciones de presión extrema y evitan la congelación en la cabina.
El parabrisas está diseñado para mantener la presión interna de la cabina a 8 psi y para evitar choques térmicos debido a las extremas temperaturas. Es un componente clave para la estructura presurizada de la cabina y la integridad del fuselaje del avión.
Toda esta información deja claro lo extremadamente raro del suceso, ya que no se sabe en absoluto qué tipo de objeto ha podido realizar un golpe tan agresivo en el morro del avión causando este destrozo.
Daños sufridos.
AvBrief recoge el testimonio del capitán del vuelo, que habría descrito una serie de 'escombros espaciales' como los responsables del impacto del avión. No se sabe en absoluto qué pasó ese 16 de octubre, pero se barajan varias teorías incluso con el comunicado de WindBorne.
Algunos usuarios se han sumado a la teoría de la basura espacial, aunque las probabilidades de que justo una pieza de este calibre reentrando a la Tierra impacte de esta forma en un avión son ínfimas. También se ha hablado de un 'pequeño' meteorito.
Por supuesto, no se han descartado algunos objetos más comunes, como granizo a gran velocidad o un ave. Otros han negado la hipótesis de los desechos espaciales ya que estos podrían haber causado muchos más problemas que un parabrisas roto.
Medios angloparlantes citan un foco de investigación relacionado con un supuesto globo meteorológico fuera de control, lo que concuerda con lo visto por parte de la compañía norteamericana involucrada.
