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Las claves

Desde el auge de los modelos de inteligencia artificial generativa, capaces de crear imágenes a petición, el mundo del arte parece estar en guerra con la industria tecnológica, pero ambos mundos pueden darse la mano para crear nuevas experiencias. Es lo que demuestra este nuevo estudio donde se explica el proceso para convertir obras pintadas a mano en escenas tridimensionales.

Los hologramas son un recurso conocido en todo el mundo y usado como reclamo desde hace años, a veces con más o menos acierto. El interés por esta tecnología sigue vivo, tanto como reclamo publicitario, como entretenimiento en conciertos y parques de atracciones con espectáculos más vivos.

En el arte plástico la tridimensionalidad que ofrecen los hologramas es más difícil de conseguir sin un apoyo digital. Un nuevo estudio aborda una novedosa técnica para transformar una pintura acrílica creada con multicapas en un holograma tridimensional a todo color.

El estudio se ha publicado en la revista Royal Society Open Science bajo el título: Del plexiglás al holograma: un camino hacia las obras de arte en capas. Firmado por Philippe Gentet, Yosman Botero Gomez y Seung-Hyun Lee, el estudio plantea este avance como una vía para ofrecer experiencias más inmersivas en los museos y galerías, además de plantear un nuevo enfoque para la preservación y reproducción de obras de arte valiosas.

Arte en multicapas

Los autores afirman que su intención es continuar con la larga tradición que ha existido en el arte por dar profundidad a las obras. Comenzó en el Renacimiento al usar la tecnología para "reimaginar la percepción". Artistas como Filippo Brunelleschi emplearon la perspectiva lineal para crear la ilusión de profundidad.

Desde entonces y hasta ahora, la representación tridimensional es un tema recurrente en las artes visuales. Sin embargo, la limitación de los espacios físicos ha llevado a los artistas contemporáneos a recurrir cada vez más al mundo virtual o métodos híbridos. Este proceso les ofrece una alternativa.

Algunos artistas han encontrado su hueco en el uso de multicapas para crear una imagen con mayor profundidad, como las primeras películas de dibujos animados. Yosman Botero (Yoshbott) es uno de los que usa habitualmente esta técnica multicapa en la que se imprime la pintura en superficies transparentes como el vidrio, el acrílico o el PVC para dar pie a estas pinturas escultóricas.

No es el único, David Springs se ha centrado en la creación de formas efímeras suspendidas en el espacio. Por su parte, Nobuhiro Nakanishi crea paisajes con la superposición de secuencias en láminas acrílicas. Y en cuarto lugar, la artista china Xiaowan Xia crea retratos y composiciones.

El estudio explica cómo han conseguido mejorar esta técnica con procesado digital. Asegura el equipo que el resultado tiene mayor saturación del color, mayor luminosidad percibida y la ilusión de que la obra de arte flota libremente en el espacio.

Holograma impreso en 3D

La obra original se pinta a mano sobre capas transparentes y se digitaliza. Aquí entra la tecnología para reconstruir la obra mediante holostereosíntesis. Por último, se imprime sobre una placa de haluro de plata.

Obras tridimensionales de Yosman Botero, David Spriggs, Nobuhiro Nakanishi y Xiaowan Xia Royal Society Open Science Omicrono

Los investigadores utilizaron una pintura que representaba la cabeza de un tigre titulada "Taxonomía Prueba 1" del artista colombiano Yosman Botero, quien también firma el estudio. Botero creó la obra con pintura acrílica sobre nueve capas transparentes de plexiglás.

El siguiente paso fue digitalizar la obra tomando fotos de alta resolución de cada capa. Un programa de gráficos 3D por ordenador se encarga de organizar cuidadosamente las capas para que coincidan con la pieza original y la sensación espacial deseada.

Cámara virtual fotografía la pintura para convertirla en holograma Royal Society Open Science Omicrono

Después, se utiliza un sistema virtual de cámaras que toma miles de instantáneas creando un arco de visión de 60 grados para confirmar que la pintura tridimensional se percibe correctamente desde todos los lados. Esto se logró rotando una cámara virtual alrededor de la escena en cada capa

Finalmente, la imagen se obtiene en una impresora 3D CHIMERA, que codifica los datos para producir el holograma a todo color en una placa de haluro de plata. El resultado es la imagen inferior, que parte de la obra original del artista que se puede ver unos párrafos más arriba.

Obra holográfica impresa en 3D Royal Society Open Science Omicrono

"Demostramos que las obras de arte transparentes multicapa pueden convertirse en hologramas a todo color con paralaje completo mediante holoestereosíntesis y una impresora holográfica CHIMERA. El proceso desarrollado preserva las cualidades espaciales y estéticas de la obra de arte original", escribieron los investigadores en su artículo.

En museos, galerías y entornos educativos, los autores defienden que esta técnica puede permitir un amplio acceso a obras de arte tridimensionales mediante pantallas holográficas inmersivas portátiles. Además ofrece una nueva forma de preservar el arte multicapa, cuyo mantenimiento en perfecto estado puede ser difícil debido a que cada capa reacciona de forma diferente a factores ambientales como la temperatura y la humedad.

Otra ventaja notable estaría en la flexibilidad. Mientras que la holografía tradicional suele requerir sujetos vivos o escaneos de objetos, la holostereosíntesis es especialmente adecuada para obras de arte que ya son inherentemente espaciales.