En España, quienes cuidan jardines suelen enfrentarse a la proliferación de las malas hierbas. Acabar con ellas es importante, y aunque existen métodos caseros y productos tradicionales, la tecnología ha desarrollado opciones innovadoras, como un invento que echa espuma de patata para eliminarlas o un robot con inteligencia artificial.
A ellas ahora se les une GreenBeam, un invento ideado por Aryash Shyam, un joven estudiante de 13 años de secundaria en Bethlehem (Pensilvania, Estados Unidos). Se trata de un innovador robot que usa inteligencia artificial y láseres para eliminar la maleza sin necesidad de pesticidas.
Este robot autónomo que ha sido galardonado en el prestigioso concurso 3M Young Scientist Challenge 2025, donde destacó principalmente por su enfoque práctico para sustituir el uso de herbicidas sintéticos en la agricultura y el mantenimiento de jardines urbanos.
Las malas hierbas son plantas que crecen en jardines, huertos o campos de cultivo sin haber sido intencionadamente sembradas. Destacan por su rápida proliferación y, además de perjudicar el aspecto del jardín, pueden dificultar el desarrollo de otras plantas y cultivos.
"Creo que podemos cuidar nuestros jardines sin dañar nuestro planeta. Este es mi pequeño paso hacia un futuro más limpio y verde", señala Aryash Shyam en un vídeo en YouTube donde da a conocer su invento GreenBeam junto a otros concursantes.
No usa pesticidas
GreenBeam es un innovador robot autónomo de pequeño tamaño que usa un sistema de inteligencia artificial para detectar las malas hierbas en el jardín y eliminarlas mediante el uso de un láser, sin necesidad de productos químicos, como pesticidas, que son perjudiciales para el medioambiente.
Su sistema de IA se basa en visión computarizada, lo que le permite tanto identificar como distinguir las malas hierbas del césped o las plantas cultivadas. Una vez que localiza la maleza, el robot emplea un pulso de láser focalizado para neutralizarla.
El robot autónomo GreenBeam.
"El láser del robot quema el meristemo de las malas hierbas, matándolas en una fracción de segundo y asegurando que desaparezcan para siempre", explica el joven estudiante al medio LehighValley News.
Este invento surgió después de que Shyam viera a sus vecinos rociar herbicidas sobre sus jardines, lo que lo llevó a preguntarse sobre el impacto que tendrían los pesticidas cuando fueran absorbidos por el suelo, por los desagües pluviales o arrastrados por la lluvia.
Tras investigar, descubrió que los pesticidas terminan llegando al océano, causando daño a la fauna submarina y aumentando la temperatura del agua. Esto, a su vez, provoca un aumento en el nivel del mar.
Shyam contactó entonces con una bióloga marina de Nueva Zelanda, quien le ayudó a entender la magnitud de los efectos de estos químicos, los cuales también pueden crear un alga tóxica que impide que las plantas que se encuentran debajo reciban luz solar y que puede dañar los arrecifes de coral.
Shyam señala que diseñó y programó este robot para funcionar con energía solar, lo que lo hace completamente sostenible, y para proteger a los polinizadores, reducir la contaminación y mantener a salvo a los niños y a las mascotas.
Comercializar el robot
Para crear GreenBeam, el joven estudiante utilizó el lenguaje de programación Python para desarrollar un modelo de inteligencia artificial y controlar cómo se mueve el robot, evitando obstáculos y ajustando su velocidad.
Aryash Shyam en el vídeo de presentación de su robot GreenBeam.
Después, se puso en contacto con la Universidad de Sídney (Australia) para acceder a su base de datos de fotos de malas hierbas para usarlas para entrenar su modelo de inteligencia artificial, para que detectara la maleza y evitara otras plantas.
Shyam desarrolló entonces un prototipo de GreenBeam y luego mejoró el robot con una versión posterior impermeable, más rápida a la hora de detectar las malas hierbas y que se desplazaba mejor por colinas.
El prototipo de GreenBeam fue probado en condiciones controladas en el laboratorio de biotecnología de la Universidad de Penn State, poniendo a prueba tanto la seguridad como la eficacia del prototipo final del robot autónomo.
Con la ayuda de sus padres, ambos ingenieros informáticos, el siguiente paso que desea dar este joven estudiante es el de comercializar su invento en el futuro y convertirlo en un producto doméstico que ayudaría a frenar el calentamiento global al mantener los productos químicos fuera de los océanos.
Dentro de los objetivos del joven estudiante es ofrecer una alternativa limpia y eficaz que reduzca el impacto ambiental de las prácticas agrícolas actuales. Y es que su robot mejoraría la salud de los ecosistemas y preservaría la calidad del agua.
Incluso protegería la biodiversidad afectada por décadas de uso intensivo de productos químicos. Actualmente hay empresas que trabajan en máquinas similares, pero GreenBeam destaca sobre ellas principalmente por su simplicidad, bajo coste potencial y visión educativa.
