La madera, que cuenta con diversas variantes, es uno de los materiales más utilizados por el ser humano para construir edificios, como rascacielos, en todo el mundo. Incluso tradicionalmente se emplea para fabricar muebles, aunque esto podría cambiar gracias a un invento de un emprendedor español.
Birdmind, una empresa gallega con sede en el Polígono de O Campiño en Pontevedra y fundada por David Camba, ha creado un innovador tablero hecho a partir de cascarilla de arroz ideado para fabricar mobiliario y jubilar a la madera.
Se trata de RiceTab, el primer producto que la firma gallega lanza al mercado y que "es igual de resistente que los tablones de madera. Además es ignífugo, hidrófugo y tiene un aspecto diferente, con un nuevo acabado parecido al roble", según señala Camba a EL ESPAÑOL - Omicrono.
Birdmind es un proyecto que Camba inició "hace casi seis años en su casa". El emprendedor gallego revela que desde pequeño siempre le dio por hacer pequeños inventos y que este material, RiceTab, surgió "tras buscar una alternativa a un tablero convencional de partículas de madera".
Camba, que viene del sector del mueble y "no tenía conocimiento de cómo se fabricaban los tableros", cree que su nuevo material fabricado a partir de cascarilla de arroz —un subproducto agrícola— es "el futuro, ya que todo se enfoca en economía circular y en materiales sostenibles".
Un tablero disruptivo
RiceTab, ya patentado, es un tablero de cascarilla de arroz fabricado a partir de desperdicios agrícolas procedentes de la producción de arroz. Este material se presenta en tablas de 2.710 milímetros de largo y 1.360 mm de ancho, con espesores de 10, 16 y 19 mm.
Además, este innovador tablero "cumple con estrictas normas de seguridad", posee propiedades ignífugas, hidrófugas y antifúngicas y "es ideal para aplicaciones en mobiliario, revestimientos y decoración interior".
Muestras hechas con el material a base de cascarilla de arroz.
"Con RiceTab eliminamos todo el proceso de deforestación. Solamente utilizamos materias primas procedentes de desperdicios agrícolas o residuos de otras industrias. Es un tablero totalmente de economía circular", indica David Camba.
El emprendedor gallego apunta que con este material "valorizamos un desperdicio que apenas tenía ninguna utilidad de valor para hacer un nuevo tablero para fabricar cualquier tipo de mobiliario o decoración".
Muestras hechas con el material a base de cascarilla de arroz.
Camba explica que el motivo de utilizar cascarilla de arroz se debe principalmente a dos razones. La primera es que estuvo "buscando posibles materiales durante dos años y vi que la cascarilla de arroz le daba unas cualidades al tablero superiores a los de madera tradicional sin ningún aditivo".
Además, es un elemento al que "no le afectan los hongos ni la carcoma, y no le entra ningún bicho". El otro motivo es que "tenía que ser una materia prima que tuviese un volumen suficiente para una producción estable a lo largo del todo el año y que fuera muy escalable".
En ese sentido, el emprendedor destaca que "en España se produce el 30% de arroz que se consume en Europa, por lo que genera cientos de toneladas de este subproducto". También deja claro que se trata "de un material nuevo que va destinado a la misma función que la madera, pero somos diferentes".
Un tablero de cascarilla de arroz que combina funcionalidad y sostenibilidad, ya que "es un material con una huella de carbono muy baja y en la planta solamente utilizamos energías 100% renovables"; y que permite diferentes acabados personalizados con tintes o impresión digital.
Una variedad de ventajas
Aunque a Camba no le parece correcta la comparación con los tableros tradicionales de madera, lo cierto es que destaca que su nuevo material cuenta con una gran variedad de ventajas. Aunque apunta, eso sí, que "no es un tablero estructural, por lo que no se podría usar en la construcción".
El tablero de cascarilla de arroz, además de ser ignífugo, hidrófugo y antifúngico, destaca por contar con "una producción totalmente automatizada donde eliminamos el proceso de consumo de agua, mientras que los tableros convencionales consumen muchísima".
Muestras hechas con el material a base de cascarilla de arroz. Birdmind
Esto se debe a que la compañía realiza "un proceso en seco, de sólo presión y temperatura". Camba señala que su material también "es libre de formaldehído, un adhesivo que utilizan los tableros convencionales y que la Unión Europea quiere prohibir a partir del año que viene".
Otra ventaja es que "tiene la misma densidad en toda su masa, por lo que a la hora de mecanizarlo, de hacerle cualquier grabado o de trabajar con él es más como trabajar con una madera maciza que con un tablero tradicional".
Por último, el emprendedor gallego resalta que "todos los recortes del escuadrado de los tableros y los recortes y sobrantes de los prototipos que fabricamos los volvemos a utilizar para no generar ningún tipo de desperdicio".
Actualmente la compañía, que cuenta con una fábrica de 2.500 metros cuadrados, está en la fase comercial de su producto y ya han presentado su material en países como Suecia o Dinamarca, donde "ya tenemos algunos distribuidores".
Birdmind cuenta además con una inversión público-privada que ya ha alcanzado los 3 millones de euros y su proyecto cuenta con el respaldo de la Xunta de Galicia.