La demanda de energía en China sigue creciendo. Al mismo tiempo que nutre a sus más de 1.400 millones de habitantes, debe proveer de electricidad a la industria tecnológica que desarrolla modelos de inteligencia artificial con los que competir con occidente. Además, el gigante asiático se ha propuesto alcanzar la neutralidad de carbono para 2060.
Esta combinación de factores propician la inversión en grandes proyectos de energías limpias, pues en China todo se hace a lo grande. Desde sus inmensos aerogeneradores, hasta las enormes turbinas con las que pretende impulsar la capacidad de sus centrales hidroeléctricas.
Medios nacionales han informado de la construcción de una nueva central en la región autónoma del Tíbet donde están a punto de instalar dos imponentes hélices como la que preside este artículo. Con 80 toneladas de peso, este monstruo tiene una capacidad máxima de 500 megavatios, la más potente de su tipo, y promete aumentar la eficiencia de la central para la que ha sido fabricada.
La presa lleva el nombre de los responsables del proyecto, la China Data Corporation, quienes iniciaron la construcción en 2023 y esperan que entre en funcionamiento en 2028. Las turbinas se han fabricado durante cuatro años de trabajo por parte de la empresa Harbin Electric, que ha utilizado tecnología propia.
Central en el río Yuqu
La empresa Harbin Electric Machinery Company, en el noreste de China, es la responsable de la fabricación de estas dos flores de metal que se instalarán en breve en la central hidroeléctrica Datang Zala en el río Yuqu, un afluente menor del río Nu en el este del Tíbet.
Cada turbina cuenta con diámetro exterior de 6,2 metros y un cuerpo compuesto por 21 cucharones para seguir la inercia del torrente de agua que impulsará sus giros a gran velocidad. Al instalar dos turbinas de este tipo, la central aspira a tener una capacidad de 1.000 MW de potencia.
Turbina de impulso para la presa Datang Zala
La presa tendrá un desnivel de 671 metros desde el embalse hasta la turbina, por lo que entrará dentro de la categoría de sistema hidroeléctrico de alta presión, o lo que es lo mismo, la fuente de agua debe encontrarse a 100 metros como mínimo de la turbina para que la fuerza de la gravedad impulse el torrente de líquido contra los molinos.
Las turbinas de impulso como las de Datang Zala son un tipo de turbina que opera en el aire, en lugar de estar sumergida en el agua, como es el caso de las turbinas Francis. Los chorros de agua se dirigen a gran presión a los cubos de la turbina para hacerla girar, de ahí la necesidad de formar la caída del agua a gran altura para generar más presión caídas de presión elevadas.
Dada la gran fuerza que las turbinas deben soportar constantemente, en este caso se ha optado por el acero martensítico, más resistente que otros tipos de acero. Como se aprecia en las fotografías, el diseño es una rueda Pelton.
Según explican los medios chinos, el nuevo diseño de las cucharas de esta turbina promete aumentar la eficiencia del 91% al 92,6%, generando 190.000 kWh adicionales de electricidad al día. Se trata de la turbina de impulso más potente de su tipo con 500 MW, aunque el conjunto en esta presa no superará a las megainstalaciones que China ya tiene repartidas por su territorio.
Otras presas
La central de Datang Zala promete producir anualmente casi 4.000 millones de kWh de energía. Tal y como estima el medio NewAtlas, esta producción equivale a quemar 1,3 millones de toneladas de carbón, por lo que se conseguirían reducir en 3,4 millones de toneladas las emisiones de CO2.
Un nuevo esfuerzo para alcanzar ese propósito de neutralidad de carbono marcado por las autoridades del país para 2060. Se suma a otros proyectos en desarrollo de mayor magnitud como la construcción hidroeléctrica Yarlung Tsangpo también en la provincia del Tíbet y que pretende ser la presa más grande del mundo generando tres veces la potencia de la presa de las Tres Gargantas en el río Yarlung Tsangpo, es decir, hasta 300.000 millones de kWh anualmente.
Presa de las tres gargantas
El rey a batir es la presa de las Tres Gargantas, en la provincia de Hubei, la central hidroeléctrica que más energía produce del mundo con una potencia instalada de 22.500 MW. Es el icono de una revolución que lleva 70 años en marcha, durante los que el gigante asiático ha construido más de 22.000 presas de más de 15 metros de altura, la mitad del total mundial.
No todas tienen esas dimensiones, en los próximos años se terminará de construir la presa de Shuangjiangkou, en el cauce del río Dadu, en la provincia de Sichuan. El pasado 1 de mayo, abrió sus compuertas y empezó a almacenar agua en su embalse por primera vez. Cuenta con cuatro turbinas Francis de eje vertical, cada una de ellas con una capacidad nominal de 500 MW, por lo que se espera que genere hasta 2.000 MW de energía; aproximadamente 8.341 millones de kW/h anuales.