Los aranceles anunciados por Donald Trump la semana pasada han impactado en las bolsas de todo el mundo, así como en las tiendas. La caída en los mercados se solapa con largas colas en los comercios para comprar aquellos productos que en breve se espera que aumenten de precio.
Empleados de las tiendas de Apple han asegurado a Bloomberg que estos últimos días el ambiente era similar al de la temporada navideña. Aún así no se han formado colas como las que se pueden ver cuando la marca lanza su nueva familia de iPhones.
El modelo iPhone 16 con 128 GB, con un precio de 799 dólares (729 euros) en Estados Unidos, podría alcanzar los 1.142 dólares (1.042 euros) según los cálculos basados en proyecciones de los analistas de Rosenblatt Securities que recoge Reuters. Estos mismos analistas dicen que el coste podría aumentar un 43%
Tienda Apple La Vaguada
Aún así, Apple ha estado tomando medidas para evitar tener que subir los precios el mayor tiempo posible. El periódico Times of India informa que la compañía dirigida por Tim Cook transportó cinco aviones llenos de iPhones desde India a Estados Unidos en solo tres días durante la última semana de marzo.
Este transporte urgente habría sido una respuesta al arancel del 10% impuesto por la administración estadounidense y que entró en vigor el pasado sábado 5 de abril. El medio internacional afirma que está es una temporada baja de envíos, lo que contrastaría con estos cargamentos urgentes.
Para este país, el nuevo arancel es de un 26%, mientras que Vietnam ha recibido un 46%. Incluso Malasia y Tailandia, donde Apple fabrica Macs, reciben aranceles de 24 y 37%, respectivamente. Aunque China es el más afectado, Trump ha impuesto un arancel del 54%. La empresa lleva años intentando reducir su dependencia de China por diferentes motivos.
El transporte urgente de iPhone es una de las medidas que Apple estaría valorando según comentaba el analista Mark Gurman en Bloomberg este fin de semana. Si el próximo 9 de abril los gravámenes se mantiene como se han anunciado, Apple podría combinar cuatro opciones: asumir parte del coste, presionar a los proveedores para que reduzcan los precios, trasladar algo del coste a los clientes subiendo el precio final de los productos y realizar ajustes en la cadena de suministro.
Algunos analistas se plantean si, al subir los costes de producción de los dispositivos, las empresas podrían absorber esos incrementos sin repercutir el precio a sus clientes, descontándolos de sus cuentas de resultados. Es algo que podrían hacer algunas marcas, como Apple o Google. pero el importe es tan grande que incluso el gigante de California podría tener problemas para ello.