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Los incendios forestales son uno de los problemas ambientales más graves tanto en España como a nivel mundial; y en este 2025 ya se ha visto cómo las llamas han arrasado un área de la ciudad de Los Ángeles (California, Estados Unidos). Para ayudar a los bomberos a combatir el fuego se han creado diversas tecnologías, como un ingenioso robot bombero que puede rociar hasta 2.000 litros de agua por minuto o un dispositivo esférico que sofoca las llamas sin riesgos en menos de 10 segundos. Ahora unos investigadores han dado con otra interesante alternativa: un invento que utiliza viento asistido por electricidad para combatir el fuego.

Unos investigadores de la Universidad Estatal de Ohio (EEUU) han desarrollado una nueva herramienta portátil que podría mejorar la manera en la que los bomberos extinguen incendios, quienes habitualmente utilizan para ello espumas químicas tóxicas o hidrantes, también conocidos como bocas de incendios, que pueden agotar los recursos hídricos. Este nuevo dispositivo surge como una alternativa que hace que el proceso de apagar las llamas de los incendios sea más eficiente y reduce significativamente los riesgos y el uso de agua

Este nuevo dispositivo utiliza aerosoles conductores, unas pequeñas partículas capaces de dirigir electricidad, que son transportados por anillos de vórtice, unas estructuras con forma de donuts que convierte las partículas en pulsos cortos de viento. "Utilizando una combinación de electricidad y esta tecnología de anillo de vórtice, encontramos una forma más eficiente de resolver un problema ambiental que mejorará nuestra calidad de vida", señala en un comunicado John LaRocco, autor principal del estudio y científico investigador en psiquiatría en la Facultad de Medicina de la Universidad Estatal de Ohio.

Un innovadora alternativa

Los investigadores señalan que esta nueva tecnología representa una solución innovadora a un problema ambiental, uno de los más graves a los que tiene que hacer frente el ser humano. La clave este invento está en el uso de los aerosoles, que son transportados por los anillos de vórtice. Una vez liberados los pulsos cortos de viento, su flujo de aire acelera la transformación del oxígeno en ozono, lo que genera turbulencias rápidas que interrumpen el proceso natural de combustión y extinguen eficazmente el fuego, según explica LaRocco.

El diseño de este dispositivo también es curioso y es que se asemeja a un pequeño cubo que está sujeto a un soporte de brazo. Su funcionamiento es sencillo. Los bomberos tan sólo tendrían que apuntar el cubo hacia el fuego y, mediante los pulsos de aire comprimido o un diafragma elástico, este liberaría los aerosoles en un arco eléctrico para extinguir las llamas. Qudsia Tahmina, profesora asociada en ingeniería eléctrica e informática Ohio y coautora del estudio, aclara que el desarrollo de esta tecnología surgió con la idea de mejorar las técnicas actuales de gestión de incendios.

Así funciona el invento que viento asistido por electricidad para combatir incendios

Una tecnología que destaca por su eficacia, por ser de bajo coste, totalmente segura y portátil. Además, presente una importante ventaja: reduce la dependencia de productos contaminantes y disminuye el consumo de agua, como apuntan los investigasores en el estudio publicado recientemente en la revista Technologies. Durante el proceso de desarrollo, los científicos buscaron la mejor combinación química de los aerosoles conductores.

En total evaluaron siete mezclas en dos ensayos experimentales y finalmente eligieron como material del anillo de vórtice la mezcla química más conductra, una solución compuesta por cobre grueso. Después, los investigadores realizaron una serie de simulaciones para confirmar la eficacia del dispositivo a la hora de extinguir los incendios y se propusieron averiguar cómo optimizar todavía más la potencia del lanzador. Y para ello probaron dos versiones del prototipo.

El primero de ellos era un lanzador de aire comprimido que tenía una boquilla cónica que generaba anillos de vórtice liberando aire comprimido. El segundo era un lanzador de diafragma elástico con una boca cuadrada que creaba anillos de vórtice mediante una membrana elástica. Y aunque el primero era mucho más eficiente que su homólogo, los prototipos demostraron tener un alcance efectivo de casi 2 metros. "En ambos casos, el invento nos dejó boquiabiertos", apunta John LaRocco.

Diferentes aplicaciones

Con los resultados obtenidos en las pruebas, los investigadores indican que dependiendo del tamaño del incendio y del número de bomberos que de desplieguen para extinguirlo, es más que probable que se necesiten varios de estos dispositivos en una emergencia real. "El diseño de nuestro lanzador Vortex es realmente sencillo por naturaleza. Una de las ventajas de esa sencillez es que también es muy escalable", explica John Simonis, otro coautor del estudio y estudiante de ingeniería eléctrica e informática de la Universidad Estatal de Ohio.

"Es maniobrable en espacios reducidos para que pueda atravesar puertas y entornos interiores, pero también lo bastante grande para tener las ventajas prácticas de generar esos anillos de vórtice", indica Simonis. Además, los anillos de vórtice mantienen su estructura a medida que se dispersan, lo que permite transportar cargas químicas a distancias más largas. Y esto supone una importante ventaja sobre otros métodos. No sólo eso, sino que también aumentará la seguridad de los bomberos, que no tendrían que arriesgarse a acercarse a las llamas para apagarlas.

El estudio concluye señalando que este dispisotivo podría evolucionar con sensores multimodales y análisis de imagen, que permitirán detextar y atacar los incendios desde diversas fuentes con una mayor precisión. Incluso explira algunas futuras aplicaciones en automatización industrial y tecnologías aeroespaciales. Por ejemplo, se podría usar para proteger vehículos militares o para controlar incendios en el interior de naves espaciales. "Hay muchas aplicaciones en las que nuestro dispositivo puede marcar la diferencia", apunta Simonis.