Una nueva brecha se abre entre Elon Musk y Sam Altman, antiguos socios que fundaron OpenAI, pero que ahora se enfrentan por la IA que ha creado esta empresa y su uso comercial como ChatGPT o Sora, su última revolución. El dueño de Tesla y Neuralink, empresa que está siendo investigada por maltrato animal, también desarrolla inteligencia artificial, pero considera que los planes de Altman son un peligro para la humanidad. 

El multimillonario ha presentado una denuncia contra la empresa OpenAI y su CEO, Sam Altman. En ella alega que se ha violado el acuerdo fundacional de la compañía que él ayudó a crear, pero de la que dejó de formar parte hace años. Musk acusa a la empresa de Altman de anteponer las ganancias al beneficio de la humanidad. 

"Hasta el día de hoy, el sitio web de OpenAI Inc. continúa profesando que su estatuto es garantizar que la AGI beneficie a toda la humanidad. Sin embargo, en realidad, OpenAI Inc. se ha transformado en una subsidiaria de facto de código cerrado de la empresa de tecnología más grande del mundo: Microsoft", dice la demanda.

Sam Altman en el DevDay de OpenAI OpenAI Omicrono

A pesar de los años de relación y desacuerdos que comparten Altman y Musk, la demanda llega ahora, después de la polémica protagonizada por OpenAI en noviembre de 2023, justo en el primer aniversario de ChatGPT. Despedido por la antigua junta, Altman regresaba pocos días después a su cargo con el apoyo de Microsoft en una serie de movimientos que terminaba con la dimisión de la junta y la creación de una nueva.

"La nueva Junta estaba formada por miembros con más experiencia en empresas o política centradas en las ganancias que en la ética y gobernanza de la IA. También se informó que eran 'grandes admiradores de Altman'", recoge Reuters de la demanda.

De socios a rivales

OpenAI nació gracias a una inversión conjunta de 1.000 millones de dólares de Musk, Altman y otros inversores tecnológicos en 2015. En sus orígenes, se perfilaba como una organización sin ánimo de lucro que pretendía promover el desarrollo e investigación de la inteligencia artificial, considerada como una revolución, pero siempre para beneficiar a la humanidad en lugar de dañarla.

La idea de una inteligencia artificial al servicio de la humanidad, y de libre uso (OpenAI significa Inteligencia Artificial Abierta) sedujo a Musk que por aquel entonces ya consideraba un peligro el desarrollo de la IA en manos de empresas como Google y otros grandes del sector. Esa misma idea era la de Altman.

ChatGPT Reuters /Dado Ruvic Omicrono

Esta cercanía se ha ido rompiendo hasta ahora. El año pasado Musk fue uno de los principales críticos de la carrera que habían emprendido OpenAI con Google y otras empresas. Firmó una petición para parar su desarrollo unos meses hasta comprobar que fuera segura, una idea que rechazan otras voces del sector como insuficiente.

Incluso ha llegado a asegurar que será la causa de una Tercera Guerra Mundial. Sin embargo, esto no le ha alejado de la industria, si no que una vez más le ha animado a emprender su propia proyecto de IA, el cual no será perjudicial para la humanidad, según ha dicho él mismo.

Las predicciones de Musk

En una entrevista reciente ha dicho que "estamos ante la mayor revolución tecnológica que jamás haya existido", algo que no le parece del todo positivo. En la conferencia Bosch Connected World, el candidato al Nobel de la Paz bromea que hay una maldición china que desea que vivas una era interesante. "¿Preferiría estar vivo para ver el apocalipsis de la IA o no? Supongo que me gustaría ver esto. No será aburrido", ha dicho Musk.

Elon Musk a su llegada al foro de IA en Washington Reuters-Julia Nikhinson Omicrono

El magnate advierte que la IA y otras tecnologías como los coches eléctricos requieren de una creciente demanda de equipos electrónicos que no es sostenible. "Nunca he visto una tecnología avanzar tan rápido", dijo, para después pronosticar que en 2025 la IA agotará la electricidad mundial y el mercado de transformadores.

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