El calor veraniego se ha hecho esperar, pero ya es una realidad en la mayor parte de España. Y lo seguirá siendo en los próximos meses y años, con temperaturas de récord provocadas por el cambio climático. Para combatir la sofocante canícula no hay nada como el aire acondicionado, pero estos dispositivos consumen mucha energía y utilizan refrigerantes contaminantes. Hacer frente no sólo a la factura económica sino también a la medioambiental es una tarea compleja. A veces esa lucha se basa en la última tecnología, como la ingeniosa idea para que el aire acondicionado gaste un 90% menos que ha cautivado a Bill Gates. En otros casos, las respuestas radican en combinar nuevas técnicas con soluciones que ya usaron nuestros ancestros.

Por ejemplo, hace más de 2.500 años, los egipcios abanicaban jarras porosas de agua para enfriar el aire. Unos siglos después, los romanos colgaban telas y otros materiales húmedos en las puertas de sus casas para evitar el bochorno. Hay más: en La India medieval los edificios de la realeza y los fuertes militares se mantenían frescos gracias a la evaporación. Para ello, los arquitectos construían pozos escalonados que actuaban como disipadores del calor, o mezclaban chorros de agua con corrientes de aire mediante fuentes y cascadas para mejorar el confort térmico de quienes habitaban aquellos espacios.

Basándose en esas ideas del pasado, el arquitecto Monish Siripurapu y sus compañeros en Ant Studio fundaron la startup CoolAnt, que ofrece varias soluciones constructivas para reducir la temperatura ambiental hasta 15 grados. Son alternativas naturales y baratas al aire acondicionado basadas en piezas de terracota y en los principios de la refrigeración evaporativa, que consiguen mantener frescos los edificios y reducir los costes energéticos entre un 15 y un 40%, siempre dependiendo de las condiciones climáticas y la humedad del ambiente. 

Refrigeración evaporativa

La refrigeración por evaporación funciona según un sencillo principio físico: el aire que fluye a través de una masa de agua, por pequeña que sea, se enfría al ganar vapor y ayuda a bajar la temperatura. De hecho, algunos dispositivos de aire acondicionado utilizan refrigeración evaporativa, especialmente útil en climas cálidos y secos.

La misión de Ant Studio, combinar "arte, naturaleza y tecnología", tomó forma en 2019 a través de una estructura llamada La Colmena, que puede entenderse como una instalación artística y como un sistema de refrigeración. Siripurapu la construyó para mejorar las condiciones laborales de los trabajadores de la fábrica de Deki Electronics, sometidos a las altísimas temperaturas de la sala de generadores.

Coral, mitad sistema de refrigeración mitad instalación artística CoolAnt Omicrono

Llamada así por su estructura en forma de panal, esta estructura utiliza tubos de terracota y agua como parte de un sistema de refrigeración de muy bajo consumo energético. La milenaria tradición de utilizar loza para enfriar el agua se sometió a un proceso de modernización, gracias a herramientas como el modelado de dinámica de fluidos computacional y el añadido de bombas de agua de bajo consumo. 

El sistema consiste en una serie de conos cilíndricos de terracota cocidos a temperaturas medias para mantener las propiedades de la arcilla de absorber la humedad del aire. A través de las bombas, un circuito hace pasar el agua, que se adhiere a la arcilla y baja de forma natural su temperatura debido al enfriamiento por evaporación. Cuando el aire pasa a través de estos cilindros, la zona o la estancia en cuestión se enfría entre 10 y 15 grados.

El sistema constructivo con terracota ideado por el estudio CoolAnt

El agua circula por un circuito cerrado, por lo que no hace falta renovarla con mucha frecuencia, y las biopelículas de microalgas que crecen en las superficies de la terracota pueden ayudar incluso a purificar el aire, según afirma la empresa en su página web. Además, todos los materiales son reciclables, reutilizables o biodegradables, por lo que su huella medioambiental es neutra.

Para no tener que recurrir a ventiladores u otros dispositivos eléctricos, La Colmena se instaló justo delante de las rejillas de ventilación del generador diésel de la fábrica, muy cerca de donde trabajaban los operarios, y consiguió reducir la temperatura de cerca de 50 ºC a sólo 36 ºC.

Fachadas refrigerantes

La Colmena no es la única solución creada por CoolAnt, ya que el sistema puede adaptarse a todo tipo de formas y tamaños. Los hay más pequeños, como Ether, un dispositivo de refrigeración en forma de maceta para uso personal y espacios reducidos, o más grandes, como Coral, que puede instalarse en espacios abiertos y semiabiertos o integrarse en espacios interiores.

Sin embargo, los proyectos que pueden ofrecer más ventajas y tienen más visos de éxito son los relacionados con las fachadas y con estructuras de terracota que pueden actuar como una segunda piel de los edificios con una doble función: protegerlos del calor y mejorar la refrigeración. "Combinando la sensibilidad del diseño moderno con los métodos tradicionales, hemos desarrollado fachadas refrigerantes que reducen la temperatura entre 5 y 6 grados centígrados", explica Siripurapu en la web 30 Stades

El sistema de colmena también se puede usar para zonas exteriores CoolAnt Omicrono

Para lograrlo, el arquitecto y su equipo utilizan zonas en sombra, la ventilación y la evapotranspiración (proceso por el que el agua pasa de la superficie terrestre a la atmósfera mediante la evaporación y la transpiración), para conseguir un ahorro de hasta un 40% en aire acondicionado. Eso sí, el resultado depende de las condiciones climáticas, la estructura del edificio y el diseño elegido.

Y es que en la cartera de CoolAnt no hay una única solución. La basada en las colmenas utiliza numerosos círculos concéntricos de terracota, mientras los diseños binarios utilizan baldosas planas. Por su parte, las estructuras de coral tienen una forma cilíndrica y, por último, las aerodinámicas son baldosas o tejas de terracota en forma de hoja, con un extremo circular que se estrecha hacia la punta.

Uno de los proyectos que utilizan fachada refrigerante CoolAnt Omicrono

Cada uno de los diseños es el más apropiado según la estructura del edificio al que va destinado. Si en las viviendas de poca altura el arquitecto recomienda los de colmena o los binarios, en los edificios en altura la solución más adecuada es la basada en las tejas aerodinámicas, ya que son elementos "muy robustos y su instalación es bastante sencilla".

De momento, CoolAnt ya ha montado más de 30 instalaciones binarias y de colmena en diferentes ciudades indias, y tiene varios proyectos internacionales en desarrollo. Y aunque no pueda sustituir al 100% los sistemas de aire acondicionado, se postula como gran aliado de la eficiencia energética y del ahorro en la factura de la luz. Su otra gran ventaja es su bajísimo coste: el precio de las instalaciones de CoolAnt oscila entre 450 y 1.500 rupias por metro cuadrado, lo que al cambio suponen entre 5 y 17 euros.

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