Tras cinco días con medio mundo pendiente del posible nivel de oxígeno que les quedaba a los cinco tripulantes del Titan y su búsqueda, se confirma una de las teorías más crudas planteadas por los expertos, la implosión y la muerte instantánea de los cinco hombres en su interior. Ahora, mientras las piezas empiezan a encajar, el mundo se pregunta qué ha fallado, qué pasó bajo el agua.

Un grupo de escombros confirmaba el terrible, pero rápido final de la embarcación. La Marina de EEUU sospecha que escuchó el estruendo que debió generar la implosión de la nave, lo que apuntaría a que el incidente se produjo el domingo a pocas horas de comenzar el viaje y tras perder la comunicación, o quizás al mismo tiempo.

La falta de supervisión y fallos estructurales están ahora en el punto de mira como la principal posible causa del incidente, aunque falta saber realmente lo que ha provocado que la nave no resistiera la presión a esa profundidad. Las redes muestran con ejemplos, incluso recreaciones, lo terrible que puede ser la presión del agua a esa profundidad. 

Destrucción instantánea

Entre todas las hipótesis que se han llegado a barajar, la lanzada por Michael Harris, buzo experto y especialista en expediciones a los restos del Titanic, ha sido la definitiva. En entrevistas a distintos medios como la Fox News, Harris apuntó que el submarino podría haber sufrido una implosión debido a la presión de las aguas oceánicas. 

Una implosión es un proceso con efectos contrarios a los de una explosión. En el caso de una explosión, los objetos se expanden de adentro hacia afuera de su centro. La implosión funciona justo al contrario; el objeto colapsado se contrae hacia su centro, debido a que la presión exterior al mismo es mayor a la interior. En este caso, el sumergible submarino podría haber cedido a la inmensa presión del agua.

Para la mayoría de la población es más habitual haber visto una explosión, que lo contrario. Salvo en las películas centradas en submarinos donde la presión es una constante fuerza con la que los protagonistas deben lidiar. Como ejemplo está la película The Abyss, de James Cameron, director también de la película más famosa sobre el Titanic y que desearía haber alertado cuando supo de la actividad de OceanGate y se mostró escéptico por la seguridad del viaje.

Por eso las redes se han llenado de ejemplos con tanques o trenes para ilustrar lo que podría haber ocurrido al sumergible. Los restos de la nave sumergible se han encontrado a 200 metros de la proa del Titanic. Por las peculiares características del diseño del Titan fue fácil y rápido identificar que lo encontrado pertenecía al viaje de OceanGate y su estado desvelaba el terrible final, que se describía por las autoridades a cargo de la búsqueda como una "implosión catastrófica".

El transatlántico histórico, o más bien lo que queda de él, se encuentra a 3.800 metros de profundidad. La mayoría de submarinos están diseñados para alcanzar aproximadamente 500 metros de profundidad, por eso el alcance máximo de 4.000 metros para los que estaba diseñado el Titan es, de momento, exclusivo de naves experimentales, muy escasas, más cuando se trata de llevar a personas dentro.

Tal y como apunta la revista Science America Por 10 metros de profundidad de agua salada, la presión aumenta en otra atmósfera. La presión alrededor del famoso barco hundido es de unas 375 atmósferas. Esto significa que cada centímetro cuadrado de la superficie de un objeto experimenta el equivalente a más de 2.400 kilogramos de fuerza.

Simulación de una visita del Titan al Titanic OceanGate- Andrea Gatti Omicrono

Esta es la intensidad que debía soportar la estructura del Titan, el cual ha sido criticado por la falta de medidas de seguridad, incluso se ha mencionado la fatiga de la nave tras varios viajes ya realizados a esa profundidad en años anteriores. Es posible que se produjera una fisura desencadenante del final. Lo que parece estar mucho más claro es que el fallecimiento de los cinco tripulantes se produjo en cuestión de segundos, puede que antes de que pudieran temer por sus vidas.

Para quién se esté preguntando por los sonidos de "golpes" detectados a mitad de semana y que se identificaron como una posible prueba de vida de los pasajeros. La implosión, al deformar abruptamente la estructura, habría generado ondas muy concretas, que podrían ser detectadas con herramientas hidrofónicas o en su defecto, dispositivos como sismógrafos. 

Los siguientes pasos

La implosión del casco significa que los ocupantes de la cápsula habrían perdido la vida "instantáneamente". Ahora la atención está en la investigación de lo sucedido, que podría servir para evitar futuras tragedias como esta y reforzar las medidas de seguridad. Además de las familias de los fallecidos que deben lidiar con la imposibilidad de recuperar a sus seres queridos.

El contralmirante Mauger, cara visible de la operación de rescate desde el primer día, afirmó el jueves que en 24 horas empezarán a desmovilizar al personal y los buques de la escena. "Este es un entorno increíblemente difícil y peligroso para trabajar", dice. Tampoco se han mostrado muy convencidos de poder encontrar los restos mortales de los cinco pasajeros: "Se trata de un entorno increíblemente implacable", añadía.

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