En España cada vez se está apostando más por la instalación de paneles solares en los hogares, como consecuencia del alto precio de la luz. Una tecnología que sigue evolucionando y que ha mostrado desde placas que también generan energía de noche hasta otras totalmente transparentes. En esta ocasión, unos investigadores han dado un paso más y han desarrollado un sistema fotovoltaico para compartir la energía producida entre vecinos.

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En el sur de Alemania, concretamente en Dietfur (Baviera), se ha estado probando durante seis meses el sistema energético del futuro, denominado BASE.V y que fomenta la compra y venta entre vecinos de la electricidad generada por paneles solares de una casa. Esta tecnología podría ayudar a conciliar la fluctuación de la producción de energía y el aumento del consumo de electricidad.

Un proyecto que ha sido desarrollado por la Universidad Técnica de Múnich (TUM) para investigar qué sucedería realmente en la red eléctrica si en el futuro siguen aumentando el número de hogares que generan electricidad ellos mismos mediante paneles fotovoltaicos, almacenaran el exceso de energía o la utilizaran para conducir un vehículo eléctrico.

Comerciar la electricidad

Para el proyecto, que comenzó en 2021, la empresa de la industria energética Sonnen equipó siete casas en Dietfurt con un sistema de paneles solares, una unidad de almacenamiento de energía y un coche eléctrico con su propia estación de carga. Unos hogares que se conectaron a una red de área local virtual (VLAN) que simulaba que todos estos vecinos estuvieran en la misma línea de red.

Gracias a ello se pudo examinar los efectos que tenía la producción de electricidad mediante los paneles solares y el consumo de cada uno de los hogares. Al estar todas las casas conectadas, los participantes podían comprar o vender el exceso de electricidad generada a través de una plataforma comercial central. 

El equipo del proyecto Base.V. Sonnen Omicrono

Por ejemplo, si una casa consume menos energía en un día de la que genera con sus propios paneles solares, dicha electricidad se puede almacenar u ofrecer a los vecinos. Y uno de los objetivos del proyecto es averiguar cuáles de estas opciones son más económicas para el hogar en un determinado momento.

Las órdenes de compraventa individuales se ejecutaron durante el proyecto mediante 'contratos inteligentes' que se procesaron a través de una pasarela de cadena de bloques, conocido como blockchain, de la empresa especialista en informática y comunicaciones Moxa. 

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Como resultado se comprobó que el proyecto BASE.V preveía que, con únicamente siete hogares, las diferencias en el comportamiento de consumo y generación serían tan grandes que la energía se intercambiaría entre los participantes.

El objetivo del comercio de electricidad del vecindario era distribuir las cargas máximas de tal manera que la red eléctrica no se sobrecargara y al mismo tiempo hubiera una economía y ventajas para los hogares. "Queremos ayudar a dar forma al mercado energético del futuro y, al mismo tiempo, promover la transición energética descentralizada", detalla la compañía en un comunicado.

En fase de investigación

El control de la energía generada por los paneles solares se llevó a cabo según el modelo de semáforo de la Asociación Federal de Gestión de la Energía y el Agua en caso de cuellos de botella en la red eléctrica. Esto quiere decir que cuando está en verde no hay restricciones, por lo que los participantes que tienen demasiada electricidad almacenada pueden consumirla ellos mismos, guardarla o venderla a su vecino.

Si está en color amarillo, quiere decir que existe una amenaza de un cuello de botella en la red eléctrica que podría estar causado por un alto consumo o inyección; por lo que ahí se ajusta la tarifa de la red. Mientras que en rojo el operador de la red debe intervenir inmediatamente para evitar una sobrecarga aguda.

Una casa con paneles solares. Leroy Merlín Omicrono

El comercio de electricidad cuenta con ventajas, como que los propios hogares pueden abastecerse unos a otros con energía solar limpia y, por tanto, no depender de proveedores de energía externos. Este sistema también promete efectos positivos para la red eléctrica, ya que garantiza que la energía se utilice cuando es realmente necesario, ya sea en la propia casa o en el vecindario. 

Actualmente este sistema solamente se utiliza en el marco de la investigación con fines experimentales. "Para que estas soluciones sean accesibles a la gente, necesitamos una infraestructura energética digital en la que los contadores inteligentes sean el requisito básico. Pero también un marco normativo que permita los incentivos económicos que han dado resultado en el proyecto", explica Susan Käppeler, directora de Sonnen.

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