Las constelaciones compuestas por miles de pequeños satélites en una órbita baja se están convirtiendo en un elemento más del firmamento. Estos dispositivos, que se dejan ver en los cielos nocturnos de España de vez en cuando, están diseñados para proporcionar conexión a Internet en prácticamente cualquier lugar de la superficie terrestre.

Por el momento, SpaceX con Elon Musk al frente es la compañía con la constelación más avanzada que ya cuenta con 1.600 satélites lanzados, aunque planea poner en órbita 42.000 para completar el despliegue de Starlink. Pero todavía queda hueco y Amazon no lo va a desaprovechar.

La compañía fundada por Jeff Bezos, que dejó Amazon para dedicarse exclusivamente a Blue Origin, se encuentra en pleno desarrollo de su Proyecto Kuiper; consistente en una constelación de satélites emplazados en esa misma órbita baja que comprende desde los 160 a los 1.000 kilómetros de altitud, según la Agencia Espacial Europea.

Y, por fin, se conocen más detalles acerca del lanzamiento de las primeras pruebas de la constelación. Según Amazon, los planes pasan por la prueba de los dos primeros satélites (KuiperSat-1 y KuiperSat-2) en el cuarto trimestre del próximo 2022. Que darían el pistoletazo de salida a un periodo de comprobaciones que, de salir todo bien, desembocaría en el lanzamiento del resto de la constelación de telecomunicaciones.

Cohete de ULA que desplegará los satélites masivamente Amazon

Satélites de Amazon

"Hemos inventado muchas nuevas tecnologías para cumplir con nuestros objetivos de presupuesto y rendimiento para el Proyecto Kuiper. Todos los sistemas se están probando satisfactoriamente en entornos simulados y de laboratorio, y pronto estaremos listos para ver cómo funcionan en el espacio", ha declarado Rajeev Badyal, vicepresidente de tecnología del Proyecto Kuiper. Aunque "no hay sustituto para las pruebas en órbita", recalca.

Ninguno de los satélites ni sistemas que están desarrollando actualmente en Amazon han estado en el espacio, lo que le sitúa varios pasos por detrás de la mencionada SpaceX con la constelación Starlink. Esto cambiará con los KuiperSat-1 y 2 que serán los primeros en lanzarse y estarán sometidos a varias pruebas durante unos 11 minutos antes de desintegrarse en la reentrada a la atmósfera.

El plan de Amazon es tener en órbita 3.236 satélites tras la aprobación en julio de 20202 de su plan de telecomunicaciones por parte de la FCC (Federal Communications Commision) de Estados Unidos. "Un proyecto de esta escala requiere un esfuerzo y recursos significativos y, debido a la naturaleza de las órbitas baja de la Tierra, este tipo de iniciativas no pueden comenzar a pequeña escala", declararon en un comunicado el año pasado.

Tanto es así, que la por entonces compañía dirigida por Jeff Bezos puso 10.000 millones de dólares sobre la mesa. En ellos se incluye todo este proceso de investigación y desarrollo en el que está trabajando Amazon y el posterior despliegue.

La constelación de Galileo ESA

La primera ola comprenderá 578 unidades que se emplazarán en una órbita de entre 590 y 630 kilómetros de altura, aunque de momento no se conoce la fecha de lanzamiento. El plazo impuesto por la FCC recoge que a mediados de 2026 la mitad de los satélites deben de estar en órbita. Lo que sí parece claro es que no será a bordo de ninguno de los cohetes de su compañía hermana Blue Origin, al menos de momento.

Sin Blue Origin

Para el lanzamiento de las dos primeras unidades de prueba, Amazon ha firmado un acuerdo con ABL Space Systems, una compañía californiana que utiliza la impresión 3D para fabricar sus cohetes. Lo hará, si todo sale según lo planeado, usando el RS1 como una de las plataformas más económicas -unos 12 millones de dólares por lanzamiento, mientras SpaceX cobra 62 en su Falcon 9- que todavía no sabe lo que es despegar. ABL anunció en septiembre que iban a probar el RS1 por primera vez antes de finalizar el 2021, pero de momento no hay noticias.

Cohete RS1 de ABL Amazon

Esto de 'olvidarse' de Blue Origin choca frontalmente con la estrategia de SpaceX que apuesta por lanzar sus propios satélites a bordo del Falcon 9. Un paso que resulta lógico al abaratarse notablemente los costes de lanzamiento al recurrir a una empresa de casa en lugar de externalizar la puesta en órbita.

La nave New Glenn tiene previsto realizar su primer lanzamiento a finales del 2022, coincidiendo en el tiempo con la prueba de los KuiperSat-1 y 2. Esa base teórica tiene muchas posibilidades de no cumplirse y ya se apunta a que la New Glenn volará a principios del 2023 si no hay más retrasos hasta entonces.

La falta de un sistema de lanzamiento propio puede ser un problema importante para Amazon y su Proyecto Kuiper. Ser dependiente de tecnología de terceros puede complicar los planes de un programa de lanzamiento que debe ser realmente ambicioso si quiere cumplir con las exigencias de la FCC.

Para el despliegue 'masivo' de satélites, la compañía anunció en abril de este año que había llegado a un acuerdo con United Launch Alliance (ULA) que comprendía el lanzamiento de 9 tandas de satélites a bordo del cohete no reutilizable Atlas V, una de las plataformas con más experiencia del mundo.

Técnico que Proyecto Kuiper trabajando en la antena Amazon

"Estamos decididos a hacer una banda ancha asequible para los clientes y las comunidades de todo el mundo", declaró Jeff Bezos, quien por entonces estaba al frente de Amazon. "ULA es un socio fantástico que ha lanzado con éxito decenas de misiones para clientes comerciales y gubernamentales, y estamos agradecidos por su apoyo a Kuiper", prosiguió. El pasado 26 de agosto ULA anunció que no iba a ofertar más su sistema de lanzamiento Atlas V y que no añadiría más lanzamientos de los ya acordados a su calendario.

En el mismo comunicado donde anuncian el acuerdo con ULA, Amazon reconoce que necesita "varios vehículos y socios de lanzamiento para respaldar nuestra programación de despliegue". Sin despejar más incógnitas.

Hasta 400 Mbps

Uno de los pilares sobre los que se asienta todo el ecosistema de Project Kuiper es en la antena que está desarrollando Amazon. "La arquitectura de antena personalizada permitirá ofrecer un terminal de cliente pequeño y asequible", indican desde la compañía.

"En lugar de colocar conjuntos de antenas una al lado de la otra, utilizamos pequeñas estructuras de elementos de antena para superponer una sobre la otra. Esto nunca se ha logrado", recalcan.

Antena de Proyecto Kuiper Amazon

Este nuevo esquema de tecnología permite reducir el tamaño (tendrá 30 centímetros de diámetro) y el peso de todo el conjunto, "mientras opera en una frecuencia que ofrece un mayor ancho de banda y un mejor rendimiento". Las primeras pruebas llevadas a cabo por Amazon consiguen alrededor de 400 Mbps de velocidad y puede realizar streaming de vídeo en 4K desde un satélite geoestacionario que está a una altitud 50 veces superior de donde se emplazarán los satélites del Proyecto Kuiper.

Actualmente, los usuarios que utilizan Starlink de SpaceX cuentan con una velocidad de descarga media de 97,23 Mbps con una de subida de 13,98 con una latencia de 45 ms, según los datos de Speedtest. Aunque algunos usuarios afirman obtener velocidades que superan los 300 o incluso los 500 Mbps, dependiendo de la zona. Eso sí, a medida que vayan ampliando la constelación de satélites la velocidad aumentará y la latencia se reducirá.

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