¿Qué tienen en común Robledo de Chavela (Madrid), el desierto de Mojave (California) y Camberra (Australia)? Estos tres puntos tan distantes en el globo terráqueo forman el triángulo de comunicaciones clave para la NASA. Separados prácticamente 120 grados, la Agencia Espacial de los Estados Unidos tiene en estas ubicaciones una serie de instalaciones que dan cobertura a los viajes más allá de la influencia orbital terrestre.

Una red de antenas que se dedica, entre otras muchas cosas, a ofrecer servicio de telecomunicaciones y manejo a las sondas y naves que van dirección al espacio profundo. En particular, el complejo de Robledo de Chavela, localidad a unos 60 kilómetros de Madrid, se empezó a construir en 1964 con el objetivo de monitorizar los viajes a la Luna. Y todavía le queda mucho qué ofrecer.

La NASA tiene una especial fijación por España para disponer de instalaciones. "Desde 1958 tenemos estaciones espaciales de la NASA en España. Llegamos a tener hasta cuatro. Una en Maspalomas (Gran Canaria) y otras tres cerca de Madrid: Cebreros (Ávila), Fresnedillas de la Oliva (Madrid) y la de Robledo", relata a OMICRONO Anthony Carro, el responsable de la NASA en España. Un catálogo que se completaba con la base militar de Zaragoza, cuya pista de aterrizaje estaba preparada para recibir a los trasbordadores espaciales en caso de emergencia.

DSS-56 F. Gómez (MSDCC) Omicrono

Parte de las misiones Apolo se han monitorizado desde las diferentes ubicaciones de la NASA en España, destaca Carro. Entre ellas la Apolo XI, la más famosa de todas que puso por primera vez a un hombre en la Luna, y en la que la estación de Robledo de Chavela tuvo un papel histórico en las comunicaciones con la nave.

Desde entonces el enclave madrileño ha participado en todas las misiones que han ido más allá de la Luna. Como los innumerables rover que han pisado Marte, sondas Voyager que llevan desde los 70 enviando información y algunas más específicas como la misión Osiris-Rex, que logró aterrizar una sonda en un asteroide el pasado octubre.

Una nueva antena

Después del boom del programa Apolo, la NASA decidió clausurar estaciones para centrar todos sus esfuerzos en la de Robledo de Chavela. "La primera transmisión en la Luna, de Neil Armstrong, vino a través de la antena de 26 metros que por aquel entonces estaba en Fresnedilla". Esta antena se trasladó -pieza a pieza- a su nueva ubicación en Robledo dando como resultado un 'megacomplejo' con un total de seis antenas, que pronto serán siete.

Antenas de la NASA en Robledo de Chavela MDSCC Omicrono

"Se estableció como una estación de comunicaciones para el espacio profundo. Se dedica a todas las misiones que van lejos, por lo menos a la distancia de la Luna", así resume Carro las funciones asumidas por el Madrid Deep Space Communications Complex (MDSCC, o Complejo de Comunicaciones del Espacio Profundo de Madrid) de Robledo de Chavela.

Lejos de cerrar, el empeño de la NASA con su estación madrileña no ha hecho sino reforzarse en los últimos tiempos. Tanto es así que hace unos días inauguraron una nueva antena de nada menos que 34 metros de diámetro. La DSS-56. Como parte de los planes de renovación tecnológica que Agencia Espacial tiene para este centro con vistas a un futuro no muy lejano.

Madrid dispone actualmente de 6 antenas (contando la recién inaugurada) y "para finales de año tenemos programada la instalación de una más". Las nuevas antenas son de 34 metros y se integra con el resto del MDSCC que cuentan con el mismo diámetro. Excepto una de 70 metros.

Antena de la NASA en Robledo de Chavela MDSCC Omicrono

"Las nuevas se van centrando en longitudes de onda más pequeñas, lo que significa frecuencias más altas. Capaces de transmitir más información", explica Anthony Carro. "Ahora también vamos hacia sistemas ópticos de láser, que la onda es aún más corta y se puede transmitir todavía más información". Aunque las ópticas tienen problemas asociados a las condiciones climáticas. "Las nubes pueden hacer interferencias", apunta. "Vamos en esa dirección, pero seguimos usando lo que tenemos".

Antenas made in Spain

La DSS-56 y la que se está fabricando actualmente son antenas made in Spain. Forma parte del acuerdo que la NASA tiene con el Gobierno de España (que data del 1964) a través del INTA (Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial) dependiente del Ministerio de Defensa. "El único del complejo que no es español soy yo", apunta Carro.

Toda la infraestructura metálica de la antena se ha fabricado en Tarragona, en una compañía con experiencia en la construcción de antenas para la NASA, y las empresas que han adecuado el terreno y han construido los cimientos también son españolas.

Una de las joyas de la corona del complejo de Robledo es una antena única en el mundo. "Tiene 70 metros de diámetro, como la plaza de toros de las Ventas incluyendo la mayoría del graderío", apunta Anthony Carro. Esta antena es la más grande de toda la Red de Espacio profundo de la NASA y se integra con el resto, que son de 34 metros.

Antenas de la NASA en el complejo de Robledo de Chavela MDSCC Omicrono

La tecnología también ha permitido que no se necesite una plantilla amplia trabajando las 24 horas en la estación de Madrid. "Actualmente, tan solo se opera cuando es de día. Nuestros operadores controlan Australia y California durante una serie de horas y después relevamos", nos ha contado Carro.

Objetivo Marte

Pero pasando por la Luna. Entre los proyectos futuros que maneja la Agencia Espacial de Estados Unidos en Madrid se encuentra el de servir como apoyo al programa Artemis. Que pretende poner de nuevo al humano en la superficie lunar en 2024 gracias a compañías privadas como Blue Origin, de Jeff Bezos, o SpaceX, de Elon Musk.

La historia se repite y Madrid volverá a tener una tarea importante en las comunicaciones con las naves en dirección al satélite. Es prácticamente un ensayo de lo que vendrá después, "esperamos poner al humano en Marte en la década de los 30", apunta decidido Carro.

Las próximas décadas prometen ser extraordinarias en la Red de Espacio Profundo de la NASA. Pero hasta entonces, seguirán dando cobertura a la agencia estadounidense y a otras que así lo requieran. Trabajo no les va a faltar.

Rover Perseverance e Ingenuity. NASA Omicrono

El 30 de julio de 2020, la NASA lanzó el rover Perseverance con un helicóptero a bordo. "Es la primera vez en la historia que iremos a Marte con la misión explícita de encontrar vida en otro mundo", afirmó Jim Bridenstine, el máximo dirigente de la NASA.

La Mars 2020, como así se llama la misión, tiene programado el aterrizaje en el planeta rojo el próximo 18 de febrero y cuenta con participación española a través de estaciones meteorológicas instaladas en el rover. La estación de Robledo de Chavela será la encargada de monitorizar el aterrizaje del rover, encargándose de las comunicaciones en el momento clave del aterrizaje en suelo marciano.

Exactamente igual lo hará este día 9 de febrero con una misión de Emiratos. "Es la primera vez que Emiratos llega a Marte y se va a seguir desde Madrid. Las antenas de Robledo serán las que den el soporte a la misión cuando estén aterrizando", nos ha contado Carro.

Antena en el complejo de la NASA en Robledo de Chavela MDSCC Omicrono

"Marte es uno de los planetas con más importancia en el futuro". Y el papel de Robledo de Chavela es directamente proporcional. "Cuando hablamos de vuelos tripulados, la seguridad de las comunicaciones tiene que ser extrema". A la Luna se puede ir en unos días, pero el viaje a Marte tomará bastantes meses en los que no puede ocurrir ni un solo fallo. En Robledo se asegurarán de que así sea.

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