Corrían los años 60 cuando Lynn Margulis enunció su teoría endosimbiótica, según la cuál la primera célula eucariota se originó después de que una pequeña bacteria fuese engullida por otra más grande, iniciándose una relación de colaboración entre ellas.

 

Desde entonces han sido muchos los científicos que han tratado de seguir la pista de este ancestro microbiano, pero no ha sido hasta ahora cuando, en un artículo publicado en Nature, un equipo de investigadores de la Universidad de Uppsala ha descrito a un conjunto de arqueas que podrían suponer la pieza que faltaba para completar el árbol de la vida.

Se trata de un conjunto de microorganismos localizados en diferentes regiones del planeta y han sido bautizados como arqueas de Asgard, en honor al mundo de los dioses nórdicos.

¿Cómo se clasifican los seres vivos?

arbol-filogenetico

Como sabéis, los seres vivos se dividen principalmente en tres grupos, conocidos como procariotas (bacterias), eucariotas (todas las células con núcleo delimitado) y arqueas (con morfología similar a las procariotas, pero otras características particulares).

Y precisamente estas últimas son las protagonistas de este artículo, pues parece ser que fue un grupo de ellas el que, hace aproximadamente 2.000 millones de años, comenzó la relación de simbiosis que desembocaría en la formación de la primera célula eucariota.

Las arqueas de Asgard, nuestros ancestros microbianos

Asgard

Todo comenzó en 2015, cuando un equipo de investigadores de la Universidad de Uppsala, en Suecia, localizó a más de 2.000 metros de profundidad, en algún punto entre Groenlandia y Noruega, restos de ADN de una arquea que parecía ser el pariente vivo más antiguo de todos los eucariotas.

Pero esto sólo era el principio, pues poco a poco después fueron apareciendo casos similares en otros puntos del mundo, desde respiraderos de Japón hasta fuentes termales de Nueva Zelanda, pasando por el famoso parque de Yellowstone.

Todas ellas tenían algo en común; pues, a pesar de tratarse de microorganismos simples, todas contenían genes característicos de organismos más complejos, como los encargados del transporte de moléculas por el interior de la célula o los que intervienen en la formación del citoesqueleto.

Por lo tanto, los responsables del estudio concluyen que todas estas arqueas, que han sido bautizadas como Loki, Thor, Odin y Heimdall en honor a los famosos dioses nórdicos, son nuestros ancestros microbianos más antiguos.

arqueas de asgard

Aún falta mucho por saber sobre ellas, pero parece ser que sí, que una de estas arqueas de Asgard fue la que dio lugar a la primera célula eucariota, gracias a la cuál todos nosotros estamos hoy aquí. Digno del dios del trueno.