Publicada

La presión y las prisas por anunciar grandes logros y avances en la carrera en la que están sumergidas las empresas desarrolladores de inteligencia artificial puede jugar malas pasadas. Los gigantes tecnológicos rectifican constantemente para corregir malos usos de sus IA que no previeron o blindaron a tiempo, pero esta vez les han sacado los colores por querer marcarse un tanto antes de tiempo.

Investigadores de OpenAI, así como uno de los directivos de la empresa tecnológica, Kevin Weil, han tenido que dar un paso atrás y retractarse ante la comunidad matemática. En varias publicaciones en la red social X, celebraban que GPT-5 "había encontrado soluciones a 10 problemas de Erdos previamente sin resolver" y había avanzado en once más.

La realidad resulta menos emocionante, estos problemas matemáticos llevaban años resueltos, pero Weil aseguró en su publicación que los problemas matemáticos llevaban "abiertos desde hace décadas". Estas afirmaciones daban a entender que la IA había sido capaz de ser más inteligente que los seres humanos y resolver complejos problemas de forma independiente.

El matemático Thomas Bloom, director de la plataforma en la que se encontraban estos problemas matemáticos (erdosproblems.com), no tardó en corregir a la empresa. "Esta es una interpretación errónea. GPT-5 ha encontrado referencias con la solución de estos problemas, que yo no había podido localizar".

Resulta que la solución a estos problemas se había abordado en artículos antiguos. Bloom había marcado estos problemas como abiertos al no haber encontrado la solución, pero eso no implica que nadie hubiera aportado la respuesta hasta ahora. Todos los miembros de OpenAI han rectificado en redes sociales y borrado sus mensajes iniciales.

Thomas Bloom ha aceptado las disculpas de los ingenieros de OpenAI. El matemático ha recordado que el chatbot es una buena herramienta para "realizar una búsqueda bibliográfica y encontrar estos artículos antiguos, algo que antes era difícil". Una simple comprobación hubiera evitado el malentendido público.

La competencia de OpenAI no ha desaprovechado este error para criticar a la empresa. El director ejecutivo de Deepmind, Demis Hassabis, calificó el episodio de vergonzoso. Mientras que el jefe de Meta AI, Yann LeCun, considerado uno de los padres de la IA, ha indicado que OpenAI se ha dejado llevar por su propia publicidad.

Hace años que la IA se promociona como la gran revolución tecnológica del futuro, una tecnología capaz de encontrar todas las respuestas y reinventar la mayoría de industrias. Esto ha desembocado en inversiones millonarias, y una burbuja difícilmente sostenible cuando aún no se ha dado con la clave para convertir esta innovación tecnológica en un negocio rentable.

Esta burbuja no implica que no se trate de una tecnología importante capaz de cambiar muchos procesos, sin embargo, apremia a los directivos de los principales competidores a mantenerse en los primeros puestos de una carrera frenética, que parece tener como objetivo el anuncio de la AGI o inteligencia artificial general. Este momento implica que la IA tenga la capacidad de comprender, aprender y aplicar su conocimiento a cualquier tarea intelectual que un ser humano pueda realizar.