Cuando en octubre de 2024 investigadores consiguieron rozar el terabit por segundo de descarga, muchos usuarios soñaron con la idea de descargar una película en milisegundos, muchos en España quedaron sorprendidos. Dicho récord acaba de ser destrozado, esta vez por japoneses.

Así lo detalla TechRadar Pro, citando una investigación del Instituto Nacional de Tecnologías de la Información y las Telecomunicaciones (NICT) junto a la firma Sumitomo Electric. Sus pruebas dieron como resultado una velocidad absolutamente absurda de 1,02 petabits por segundo.

Eso es, aproximadamente, un millón de gigabits por segundo, lo que se traduce en una velocidad 3,5 millones de veces más rápido que la velocidad promedio de Internet. Un récord que todavía no ha destronado a los 22,9 petabits logrados en 2023, pero que se acerca bastante.

Descargar Netflix 30 veces en un segundo

El equipo del NICT se unió a ingenieros de Sumitomo Electric y otros colaboradores europeos para conseguir esta velocidad de transmisión de 1,02 petabits, a lo largo de la brutal distancia de 1.808 kilómetros.

La prueba fue un éxito gracias a un sistema de fibra óptica de 19 núcleos, con un diámetro de revestimiento estándar de 0,125 milímetros. Es decir, que esta fibra tiene el mismo grosor que las fibras de un único núcleo que ya están presentes en las redes convencionales.

La idea es que el cable comprime hasta 19 trayectorias de luz separadas en un espacio que normalmente se reserva para una sola. Por lo tanto, no se requiere adaptar una infraestructura completamente nueva, lo que sí fue necesario en el experimento de 2023.

Estos 1,02 petabits por segundo también lograron otro hito: esta fue la primera vez que una señal de clase petabit viajaba más de 1.000 kilómetros en una fibra de tamaño estándar, parecida a las que se usan hoy en día.

No se rompió el récord de velocidad, pero sí otro muy importante: el de la capacidad de producto-distancia con 1,86 exabits por segundo-kilómetro. Un exabit equivale a un quintillón de bits, o lo que es lo mismo, 10^18 bits.

Tal y como expone el medio, los investigadores simularon una red troncal de larga distancia repitiendo 21 bucles de señales en tramos de 86,1 kilómetros. Además, incorporaron amplificadores que se encargaban de amplificar, valga la redundancia, la señal en cada una de sus pasadas.

Estos amplificadores se ajustaron para funcionar en las bandas de longitud de onda C y L en los 19 núcleos. Usando 180 longitudes de onda moduladas con 16QAM (modulación de amplitud en cuadratura), la red logró manejar los gigantescos volúmenes de flujos de datos paralelos.

Para evitar añadir más núcleos a la fibra o ampliar el diámetro del propio cable (lo que habría dificultado la integración teórica de este sistema en las redes normales), se separaron las señales por un receptor multicanal, usando un procesamiento de señal digital MIMO.

El portal Seasia expone cómo este logro podría ofrecer velocidades de transmisión de datos hasta 26 veces superiores al tráfico total de descargas con conexiones de internet de banda ancha en Japón, con datos de noviembre del 2024.

Gracias a este millón de gigabytes por segundo y según muestra Seasia, sería posible descargar 30 veces el catálogo de Netflix en un único segundo. No hay datos exactos sobre esta cifra, que podría ser mucho mayor.

Estimaciones de internautas haciendo cálculos relacionados con el catálogo de Netflix en Estados Unidos cifran un peso muy aproximado de cerca de 100 terabytes. La cifra es simple; solo llevaría 100 segundos descargar todo este catálogo al completo, que cuenta con decenas de miles de títulos.

En 2020, sin embargo, una investigación de las Universidades de Monash, Swinburne y RMIT en Australia consiguieron alcanzar un pico de 44,2 terabits por segundo, aunque con un pequeño 'pero': el envío se hizo en forma de datos en bruto.