Para Sam Altman, CEO de OpenAI y considerado padre de ChatGPT, la inteligencia artificial general o AGI que deje atrás a los humanos estaría a la vuelta de la esquina. Sin embargo, Satya Nadella, CEO de Microsoft y su principal socio, tiene una opinión diferente. Entre medias hay un contrato millonario que podría influir en el próximo gran avance en IA y cómo se anuncie.
Cuando ambas empresas hacen referencia a la AGI, se refieren a la inteligencia artificial general. Esta meta se ha difuminado con el tiempo, pues según quién lo plantee se describe de forma diferente, no habiendo una idea clara de cuándo se puede considerar que se ha alcanzado este objetivo.
La disputa entre ambos gigantes tecnológicos nace del contrato que las dos empresas firmaron el año pasado para que Microsoft utilizara la tecnología de OpenAI. Este estipula que cuando los sistemas de OpenAI alcancen la "inteligencia artificial general" (AGI, en inglés), la startup podrá limitar el acceso de Microsoft a su futura tecnología.
Logotipo de OpenAI, fundada por Sam Altman.
The Information indica en un nuevo artículo las tensas negociaciones y discrepancias que están surgiendo entre ambas empresas por los términos de este acuerdo, en el que se establece que OpenAI solo alcanzará la inteligencia artificial general cuando desarrolle sistemas de IA que puedan generar al menos 100.000 millones de dólares en beneficios anuales, algo que su hoja de ruta fija para el año 2029.
OpenAI necesita convertirse en una empresa lucrativa y encontró en Microsoft un gran aliado. Sin embargo, Microsoft exige a OpenAI que venda su IA exclusivamente a través de Azure, plataforma en la que Microsoft integra la tecnología más reciente de OpenAI en muchas de sus herramientas de trabajo. Por otro lado, la empresa que dirige Nadella acepta una participación accionaria de alrededor del 35% en la nueva empresa con fines de lucro.
El resultado directo de estas negociaciones es una mayor discrepancia en los avances que se están consiguiendo en esta tecnología. Altman ha dicho que la IA general está a la vuelta de la esquina. Su empresa define este nivel como los “sistemas altamente autónomos que superan a los humanos en el trabajo económicamente más valioso”.
De momento, los sistemas que están desarrollando las principales empresas y que dan uso millones de personas en todo el mundo a través de los chatbots es la inteligencia artificial estrecha (ANI), IA limitada. Entremedias de la inteligencia artificial actual y la superinteligencia, estaría la inteligencia general artificial (AGI), más fuerte y capaz de aprender y razonar entre dominios con la capacidad de establecer conexiones en diferentes campos.
Los ejecutivos de OpenAI han discutido la posibilidad de anunciar el nacimiento de la AGI cuando consigan un agente de codificación de IA que pueda superar las capacidades de un programador humano avanzado, según han informado personas familiarizadas a The Wall Street Journal.
Por su parte, Nadella se muestra más crítico. En una entrevista en el mes de febrero dijo: "Que nos autoproclamemos un hito en IA es simplemente una manipulación de referencia sin sentido".
El contrato solo exige que la junta directiva de OpenAI declare la AGI de buena fe, aunque Microsoft podría fácilmente demandar a la empresa en respuesta, arriesgándose a una prolongada batalla legal. Este acuerdo también prohíbe a Microsoft desarrollar Inteligencia Artificial General por su cuenta hasta 2030,
OpenAI también puede declarar un nivel superior de AGI, denominado "AGI suficiente", cuando sus sistemas de IA tienen la capacidad financiera para pagar a Microsoft las ganancias futuras a las que tiene derecho. Microsoft debe aprobar una AGI suficiente, momento en el cual OpenAI obtendría el derecho a vender o licenciar toda su tecnología a otros proveedores de la nube.