Nuevas funcionalidades en apps de reparto y de comida a domicilio están incluyendo más datos personales sobre los repartidores, en un intento de calmar los miedos por el coronavirus.

Mientras en países como España estamos deseando haber pasado ya la famosa "curva", o al menos estar en el pico, en China ya parecen haber dejado atrás lo peor y están volviendo a la normalidad.

Sin embargo, eso no significa que las medidas contra el COVID-19 hayan desaparecido de la noche a la mañana, como tampoco lo ha hecho el miedo por la enfermedad. Lo peor que puede pasar es que haya un segundo pico de contagiados, tal y como temen los expertos.

La comida a domicilio se adapta por el coronavirus

Los envíos a domicilio, por ejemplo, pueden ayudar a esta segunda expansión del virus; los trabajadores entran en contacto con muchas personas a lo largo del día, y pueden propagar el coronavirus si no se toman las medidas adecuadas.

Eso ha motivado que haya cierto miedo a la hora de pedir en este tipo de servicios, y como respuesta, se han tomado medidas que incluso acaban con la privacidad de los repartidores.

Yuma Holdings, un gigante de comida rápida en China, ha dado un paso más, incluyendo información personal sobre el repartidor en la app con la que es posible pedir comida y rastrear nuestros pedidos.

Yuma, que mantiene acuerdos con marcas mundialmente famosas como KFC, Pizza Hut y Taco Bell, ha sido una de las principales empresas que ha implementado medidas contra el coronavirus, como el pago "contactless".

Además, desde el pasado febrero también incluye información sobre el repartidor en la app; es posible ver el nombre de la persona e incluso su temperatura corporal en tiempo real. Gracias a la geolocalización, la app muestra el movimiento en tiempo real del repartidor en su moto, y si le está subiendo la fiebre.

Además, al entregar el paquete este viene con una tarjeta de color verde, en la que se registran los nombres y las temperaturas medidas en las personas que cocinaron y tocaron la comida en algún momento del proceso.

¿Son necesarios tantos datos del repartidor?

La fiebre alta es uno de los síntomas del COVID-19, por lo que este dato busca tranquilizar al comprador de que su comida no ha entrado en contacto con un posible portador del coronavirus. Sin embargo, no aparece en todos los contagiados, y se calcula que hay millones de personas asintomáticas que siguen transportando el virus.

La toma de temperatura se está haciendo frecuente según avanza la pandemia. AGUSTIN MARCARIAN Reuters

No son sólo los trabajadores los que son chequeados de esta manera. A la entrada de los restaurantes también se implementaron termómetros en pantallas táctiles; el cliente debe medirse la temperatura antes de poder entrar, y la pantalla se desinfecta de manera regular.

Puede que estas medidas hayan ayudado a bajar la curva en China, y a evitar una posible subida; pero también parece información excesiva, que realmente no ayuda demasiado al consumidor y le puede dar una falsa sensación de seguridad.