Jeff Bezos es una de las personas más ricas, y por lo tanto poderosas, del planeta. El fundador de Amazon partió de una simple tienda online de libros y ha terminado controlando a uno de los grandes gigantes tecnológicos, junto con Apple, Google y Microsoft.

Y ya no es sólo Amazon. Desde 2013, Bezos es el propietario de uno de los periódicos más leídos del planeta, The Washington Post, además de hacer sus pinitos en la exploración espacial con Blue Origin. 

Semejante poder e influencia tienen sus consecuencias, sin embargo. Y el pasado 1 de mayo de 2018 Bezos habría sufrido una de ellas, al haber sido hackeado por alguien incluso más poderoso: el príncipe heredero saudí, Mohammed bin Salman. Esa es la revelación del último informe de la ONU, que ha publicado The Guardian hace unas horas.

Así habría sido hackeado

Según el diario inglés, el teléfono móvil de Jeff Bezos sufrió un ataque en 2018, cuando recibió un mensaje por WhatsApp del príncipe; algo nada raro teniendo en cuenta la relación amistosa que han tenido durante tanto tiempo. En 2018, de hecho, Mohammed bin Salman visitó los EEUU y se reunió en persona con Bezos.

Por lo tanto, un mensaje de WhatsApp no es nada raro, si ignoramos lo curioso que sea que dos personas tan poderosas se comuniquen entre si usando la app más popular del mundo. Pero ese no era un mensaje cualquiera.

En el mensaje había un archivo malicioso, un vídeo que había sido enviado usando la cuenta del príncipe. Al abrir el vídeo, Bezos habría caído en la trampa, ejecutando un virus que habría tomado el control del dispositivo sin que el CEO de Amazon se diese cuenta.

Mensaje de texto capaz de hackear el dispositivo

A continuación, el programa habría extraído todos los datos almacenados en el dispositivo; aunque no está claro si esa información llegó a ser transmitida a un servidor externo, ni qué datos privados se podrían haber obtenido.

Pegasus, capaz de registrar la localización de la víctima

Este es un método que probablemente sonará a los lectores de Omicrono. Es un modus operandi muy similar al de Pegasus, un virus capaz de entrar en el dispositivo usando WhatsApp; fue desarrollado por una empresa de seguridad asociada con el gobierno israelí, y entre sus clientes está el gobierno de Arabia Saudí.

Los datos que robaron a Jeff Bezos

La posible participación del príncipe es especialmente llamativa, teniendo en cuenta su asociación con la tortura y asesinato de Jamal Kashoggi, periodista del Washington Post; unos hechos que ocurrieron en octubre de 2018, apenas cinco meses del supuesto hackeo del móvil del propietario del periódico.

Mohammed bin Salman ha sido asociado con el asesinato de Kashoggi desde el principio; su principal asesor ha sido acusado de orquestar la acción de los servicios especiales, aunque la casa real ha negado una y otra vez la implicación del príncipe.

Un manifestante sostiene una foto de Jamal Khashoggi a las puertas del consulado de Arabia Saudí en Estambul. Reuters

¿Obtuvo el servicio secreto saudí información sobre este periodista que les ayudó a detenerlo y asesinarlo? Esa es la pregunta que muchos se están haciendo en Silicon Valley, especialmente dependiente de las inversiones de Mohammed bin Salman en el sector tecnológico. Arabia Saudí lleva años invirtiendo en tecnología para evitar depender tanto del petróleo que la ha convertido en un país tan rico.

Este caso también puede explicar el divorcio de Bezos con la que fuera su pareja sentimental, Mackenzie Ziegler. Una filtración de mensajes de texto privados reveló que Bezos estaba involucrado en una relación extramarital, lo que habría provocado la ruptura; el "hackeo" del móvil de Bezos podría ser la fuente de estos mensajes.

Por su parte, el gobierno saudí ha negado toda implicación en este posible ataque.

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