Las nuevas tecnologías no solo han cambiado la manera en la que nos comunicamos; también en la que nos expresamos. Si nuestro yo de hace 20 años pudiese leer los mensajes que escribimos a diario, probablemente sería incapaz de descifrarlos. No solo por cómo abusamos al abreviar palabras, o las variadas patadas al diccionario que damos en cuanto tenemos la más mínima ocasión; también por el uso de términos relativamente nuevos.
Por ejemplo, un viajero del tiempo podría sentir cierta confusión por el uso constante de la palabra "nube", que realmente no cobró el sentido que le damos en tecnología hasta hace pocos años. También podríamos hablar de palabras que provienen de los servicios que usamos a diario; "mándame un wasap" es un buen ejemplo.
Fundéu presenta su palabra del año
En cambio, para Fundéu BBVA, la palabra que ha definido el 2019 es... "emoji", o "emoticono". Y voy a ser brutalmente sincero: por un momento he creído que el viajero del tiempo era yo, viviendo momentáneamente en 2009.
Sí, en un aparente ejercicio de "conexión con las juventudes", la famosa fundación, que tanto nos ha ayudado a encontrar la palabra correcta y la expresión adecuada, que tantos errores de ortografía ha corregido y tantos malentendidos ha evitado, este fin de semana demostró que hay una buena porción de españoles que aún ven la tecnología como algo alienígena e invasor.
En Fundéu justifican la elección de estos términos como palabras del año 2019 afirmando que las instituciones no deben temer al progreso; y en eso estamos de acuerdo, aunque no tanto en la definición de "progreso". Porque la historia de los emoji, y especialmente de los emoticonos, ya tiene varias décadas encima.
Otra manera de expresarnos
Los primeros ejemplos de emoticonos, tal y como los conocemos, se remontan a la década de los 80; aunque no fue hasta mediados y finales de los 90 que realmente cobraron importancia. Eran, y son, una manera de expresar lo que estamos pensando sin necesidad de escribirlo; algo más importante cuando escribir un carácter en el mensaje podía suponer un pago adicional. Sólo con escribir ":-)", dejabas claro que estabas contento; o lo podías usar de manera irónica, dependiendo del contexto.
Los emoji son la evolución de los emoticonos, ampliando sus posibilidades y mejorando su aspecto; ya se han convertido en un estándar usado en todos los sistemas, y cada año que pasa son más inclusivos y representan mejor a los usuarios.
Es por eso que los emoji representan a toda una generación, que se ha acostumbrado a usarlos a modo de "avatares", representando sus sentimientos, sus intereses y sus personalidades. Puede que ver emojis de corazones flotando en los vídeos que vemos por Internet sea algo molesto para algunos, pero es innegable que representan mejor a las nuevas generaciones.
Por qué "emoji" es tan importante
Es en ese contexto que resulta extraño, como mínimo, que Fundéu haya decidido que "emoji" y "emoticono" sean las palabras del 2019; y más aún que lo presenten como algo rompedor y revolucionario. Tal vez la clave para entender esta elección está en un párrafo del artículo en el que se anunció la decisión:
"Pero no se trata de que los emoticonos y los emojis vayan a venir a robarle palabras al español, [...]. Se trata de que son una ayuda en nuestra comunicación diaria. "
Puede ser chocante, pero el miedo a que los emoji hagan daño al lenguaje tradicional es real, y sólo tenemos que escuchar a un familiar quejándose de que usamos estas caras graciosas en nuestros mensajes para darnos cuenta. Hay quien ve a los emoji y a los emoticonos como una amenaza para el español, porque no comprenden que no es un sustituto, sino una ayuda para expresarnos en un mundo en el que ya no nos miramos a la cara para comprender los matices de la conversación.
Claro, que eso no quita que la elección de Fundéu llegue algo tarde; de hecho, ni siquiera ha sido original en esta elección: en 2015 la Universidad de Oxford, editora del popular diccionario, ya definió un emoji como su palabra del año, concretamente: 😂, un emoji que hoy es especialmente apropiad.