Irán está en llamas, y el combustible literalmente es la gasolina. Las protestas iniciadas a lo largo del país han despertado por una subida del precio de la gasolina, que de la noche a la mañana pasó a costar el triple.

Es una subida sorprendente, teniendo en cuenta que Irán es propietaria de algunas de las mayores reservas de crudo del mundo. Es por eso que la gasolina en Irán es un bien muy común y fácil de conseguir, con un precio que ronda los 10.000 riales el litro (0,21 €); ahora el precio se acerca más a los 30.000 riales (0,64 €).

Al menos un centenar de sucursales del banco Maskan han sido incendiadas por los manifestantes, que se cuentan en las decenas de miles de personas; aproximadamente mil han sido ya detenidas por las autoridades.

Irán se desconecta de Internet

Y al igual que en otras zonas del mundo, Internet ha cobrado un papel clave en estas protestas, permitiendo a los manifestantes comunicarse entre sí y comunicarse compartiendo propaganda e información de posibles ataques.

Donde el caso iraní se diferencia de otros es en la reacción del gobierno, que no ha dudado en bloquear todo el acceso a Internet, tanto en las zonas de las protestas como en el resto del país.

Este tipo de medidas extremas son raras en la mayor parte del mundo, pero no en países como Irán, donde el gobierno tiene control completo sobre las operadoras. Esto le permite implementar bloqueos completos a nivel de conexión, por lo que sólo unos pocos usuarios con los conocimientos necesarios son capaces de conectarse con el resto del mundo.

Tanto las operadoras de banda ancha como de conexiones móviles han denegado el acceso a Internet a sus usuarios, en respuesta a esta orden del gobierno.

El efecto ha sido notable e inmediato. Como muestra la gráfica del observatorio NetBlocks, las conexiones desde Irán cayeron en picado el pasado día 16; y desde entonces apenas se han apreciado algunos picos de mínima actividad.

Entre esta actividad está la del propio gobierno, que ha mantenido su conexión para publicar propaganda a través de su cuenta oficial de Twitter.

Además, también es posible encontrar otros vídeos y mensajes publicados desde el inicio del bloqueo, aunque como apunta Techcrunch, llama la atención que estos mensajes ni se muestran a favor ni en contra de la decisión del gobierno, simplemente comentando situaciones como largos atascos o pequeñas discusiones con la policía.

Por lo tanto, es posible que sean mensajes publicados por empleados del gobierno, buscando mostrar una imagen de relativa normalidad al mundo. Redes sociales como Facebook e Instagram expulsaron a decenas de cuentas y grupos relacionados con Irán el año pasado, por compartir desinformación a través de sus redes.

El gobierno iraní también ha sido acusado en varias ocasiones de realizar ataques encubiertos a través de Internet; como por ejemplo, cuando alojó servidores con un malware que tenía como objetivo dispositivos del Internet de las Cosas en Europa.

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