Hace ya un tiempo que supimos que Trump levantaría el durísimo veto tecnológico a Huawei. No solo la compañía respiró tranquila (o lo más tranquila que pudo) tras esto, sino también sus consumidores. Sin embargo, el daño ya estaba hecho y la férrea confianza que estaba puesta en Huawei en lo que a sus productos se refiere ha quedado parcialmente en entredicho.

Trump ha abierto la caja de Pandora con el veto a Huawei

Además, hay otro detalle: esto no implica que de la noche a la mañana ni Estados Unidos ni muchos detractores de Huawei vayan a confiar en la firma, y menos con noticias que estamos conociendo como la que publica The Washington Post: supuestamente Huawei habría ayudado a crear Koryolink, una red de móviles espía situada en Corea del Norte.

Actualización: Huawei ha respondido a dicha noticia con la siguiente declaración:

Huawei no tiene relaciones comerciales con la República Popular Democrática de Corea. Huawei está totalmente comprometida a cumplir con todas las leyes y regulaciones aplicables en los países y regiones en las que operamos, incluidas las leyes y sanciones a la exportación de Naciones Unidas, Unión Europea y Estados Unidos”.

Huawei habría ayudado a crear Koryolink, una red de móviles espía norcoreana

Huawei

Según el Washington Post y 38 North Huawei habría colaborado para crear dicha red de smartphones restrictivos que entró en funcionamiento hace 11 años, en 2008. Según dichos informes Huawei se asoció con Panda International Information Technology, una empresa propiedad del estado norcoreano dedicada a proyectos en el país para al menos 8 años.

La cooperación empezó cuando el dictador Kim Jong Il visitó las oficinas centrales de Huawei en 2006. Supuestamente Huawei proporcionó elementos como infraestructura telefónica, gestión de redes y encriptación mientras que Panda aportó sotware y transportó equipos de Huawei.

Koryolink no es nueva; esta red de móviles espía permite espiar a sus usuarios y en un inicio se pensaba que era un sistema rudimentario y simple. Nada más lejos de la realidad; en teoría, Koryolink no permite acceder a Internet ni realizar llamadas internacionales pero para no llamar la atención excesivamente se relaja con los turistas que entran en el país permitiendo llamadas locales y el Intranet del país.

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Además, la élite gubernamental utiliza el cifrado de fabricación nacional para garantizar que sus conversaciones no puedan ser monitoreadas, volviendo más hermético al sistema. Supuestamente y según estos informes Huawei fue elegida para probar qué tan bien funcionaba dicho cifrado a la par que Panda ofrecía software de soporte.

Lejos de los turistas, los móviles espía de Koryolink locales están sujetos a escuchas totalmente ilegales a través de supuestas puertas traseras soportadas por la firma que permitirían, entre otras cosas, a la policía local interceptar llamadas, SMS, datos o faxes. Inicialmente, Koryolink estaba pensado para cubrir hasta 2.500 objetivos, pero se programó para alcanzar los 5.000. A día de hoy, no está claro cuán grande es el sistema espía.

Huawei ha respondido al Post y ha asegurado que la empresa “no tiene presencia comercial” en Corea del Norteal menos en el presente según Engadget. Si bien esta declaración vino desde un portavoz de Huawei, la firma no especificó si había realizado negocios anteriores en Corea del Norte ni la legitimidad de estos documentos. Según ellos, Huawei ya no soporta la red Koryolink.

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Según los expertos, el equipo 3G de Huawei para Koryolink contenía partes de Estados Unidos. En el año 2014 Panda no podía recibir equipamiento ni tecnología estadounidense, por lo que de ser esto cierto Huawei habría violado la prohibición de exportación de los Estados Unidos siempre y cuando alguno de sus equipos  incluía al menos un 10 por ciento de contenido estadounidense. Huawei, según las informaciones, pretendía ocultar todo esto llamando al país norcoreano con un código: “A9” tal y como hace con Siria o Irán.

Más mala prensa para Huawei

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Como ya hemos comentado, que el bloqueo llegase a su fin fue una gran noticia para Huawei. Pero su daño no fue dramático únicamente en cuestión de ventas, sino de imagen. No son pocos los titulares tanto de esta noticia como otras que ya hemos cubierto que hablan de problemas relacionados con el espionaje que involucran a la firma.

Según un funcionario del Departamento de Estado de los Estados Unidos al Washington Post, los documentos que involucran a Huawei demuestran una “preocupación general” acerca de la empresa. Esta noticia es especialmente sensible ya que aunque el bloqueo por parte de Estados Unidos fue una cuestión política relacionada con la guerra comercial contra China y el carácter pionero de Huawei en el 5G, podrían darse nuevas consecuencias por parte del ejecutivo de Trump.

En definitiva, aunque el veto se haya levantado (o al menos se haya dado la orden para levantarlo) estas nuevas informaciones podrían alentar a políticos norteamericanos a seguir sancionando a la firma o al menos a evitar que se expanda por Estados Unidos. A eso se le une la percepción de la gente; muchos podrían usar estos titulares para sembrar la duda acerca de la inocencia de Huawei y relacionar de forma casi permanente el espionaje chino con la marca. Algo que Huawei no solo no quiere sino que ya está sufriendo en sus carnes en algunas partes del mundo.

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