Facebook quiso acceder a una de las pocas informaciones que le faltaba por saber: tus datos bancarios. No solo quiere saber qué te gusta, dónde vives, dónde viajas, dónde estás, qué comes, con quién hablas y quiénes son tus amigos (además de con quién estás físicamente, independientemente de que lo tengas en Facebook o no), e incluso a quién votas, sino que además quiere saber tus datos del banco. Sí, Facebook quiere saber cuánto dinero tienes.

Y es que la empresa quiere saber exactamente cuánto dinero tienes en el banco para saber qué ofrecerte. No te va a ofrecer un producto de superlujo cuando luego no tienes ni para llegar a final de mes. Facebook sabe que lo que mejor puede hacer es enfocarse en los distintos tipos de público; por ello, usa un algoritmo que puede predecir cuánto dinero tienes en base a cuánto dispositivos tienes (a más teléfonos y ordenadores, se intuye más rico), por ejemplo.

Ahora, lo que ha pedido concretamente a los bancos es toda la información posible de sus clientes: no solo los saldos de las cuentas corrientes; también las transacciones que se realicen. A cambio Facebook proporcionaría el servicio de Messenger, que cuenta con 1300 millones de usuarios, lo que es más rápido para atender que el teléfono; el cliente no tendría que estar esperando tanto tiempo.

A Facebook no le basta con predecir tu clase social, quiere confirmarlo

El usuario además podría ver su saldo instantáneamente, y además podría ser avisado inmediatamente en caso de fraude con alguna de sus tarjetas o cuentas, además de otras “ventajas”.

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«Como varias empresas en Internet con actividades comerciales, nosotros nos asociamos a bancos y a misores de tarjetas bancarias para ofrecer servicios como el chat con los clientes y la gestión de cuentas», explica un portavoz de Facebook.

«Las cuentas corrientes ligadas a las páginas de Facebook permiten a sus propietarios recibir en tiempo real actualizaciones en Messenger y pueden así conservar los rastros sobre los datos de sus transacciones, como recibos de caja, fechas de entregas y el saldo de sus cuentas corrientes», agregó; lo que no cuenta es que esos datos también acabarían en manos de la red social, que podría tratarlos casi como quisiera.

Algunos de los bancos con los que ha negociado han sido Chase, de JPMorgan, Citi, Wells Fargo y Bancorp; en el caso de JPMorgan, las conversaciones ya han finalizado sin éxito para FB. Parece que los bancos prefieren mantener la privacidad de sus usuarios y mantener los datos (y servicios) en su propia web. «No compartimos datos de transacciones de nuestros clientes […] y, por lo tanto, hemos rechazado algunas propuestas», afirma el portavoz de la entidad Chase de JPMorgan a The Wall Street Journal.

 

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