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Poco después de que Jony Ive y Sam Altman, ex-diseñador de Apple y fundador de OpenAI respectivamente, anunciaran el desarrollo de su gadget de IA bajo la marca 'io' de Ive, una demanda de la firma iyO forzó a que ambas personalidades eliminaran todas las referencias a ese nombre.

Tanto Altman como Ive apelaron la demanda de infracción que acusaba a IO Products, OpenAI y a ambas personalidades de "infracción intencionada" de la marca 'iyO'. Dicha apelación ha sido rechazada.

El Tribunal de Apelaciones del 9º Circuito confirmó, dicen desde 9to5Google, la orden de restricción temporal impuesta sobre OpenAI, lo que impide por el momento que la empresa de Sam Altman —ahora de lucro— no podrá usar la marca 'io' para comercializar productos futuros.

Adiós, de momento, a la marca 'io'

Todo comienza en junio de este año, cuando la startup iyO financiada por la división Google X, presentó una demanda contra la firma IO Products, OpenAI, Sam Altman y Jony Ive, del estudio LoveFrom.

El argumento era la "infracción deliberada" de la marca registrada de iyO, basada en dispositivos auditivos potenciados con inteligencia artificial. Buscan, esencialmente, reconvertir los auriculares y audífonos tradicionales, para que realicen tareas de IA.

Audífonos IyO One IyO Omicrono

Uno de sus últimos productos, el iyO One, amplifica las señales de sonido que provienen de frente hasta en 15 decibelios. El objetivo de estos dispositivos es ofrecer una mejor calidad de audición con lo que ellos mismos llaman "Audición Sobrehumana".

La clave está en el uso de la IA, que facilita otros tipos de usos como escuchar correos electrónicos, recibir información o incluso escuchar música generada por IA. También permite buscar en Internet, realizar solicitudes en lenguaje natural, etcétera.

Según la propia iyO, los demandados conocían la existencia de la marca y su tecnología desde al menos 2022. Incluso llegaron a afirmar que tanto iyO como representantes de Sam Altman y diseñadores del estudio de Jony Ive se reunieron para colaborar.

OpenAI, explica la marca, conocía la tecnología de iyO, lo que motivó en la primavera del 2025 que las dos entidades mantuvieran reuniones adicionales sobre la posibilidad de participar en una ronda de financiación o, como mínimo, colaborar de algún modo.

Jony Ive (a la izquierda) y Sam Altman (a la derecha). OpenAI Omicrono

Por si fuera poco, desde iyO relatan que los diseñadores y representantes de Altman "consideraban que iyO One era prometedor", habiendo solicitado directamente compartir "la propiedad intelectual incorporada a iyO One".

El aspecto más determinante de la demanda alude a que OpenAI anunció la propia adquisición de IO Products, la marca de Jony Ive, por 6.500 millones de dólares para crear ese tan esperado gadget de IA que prometía destronar al smartphone.

Los documentos expusieron que el CEO de iyO, Jason Rugolo, intentó contratar a Evans Hankey, cuando era vicepresidenta de Diseño Industrial de Apple y antes de irse a la empresa de Ive.

Ive y Altman habrían decidido el nombre de 'io' a mediados del 2022, mientras que Rugolo intentó acercarse a Altman en 2025, a principios de año, buscando financiación para desarrollar un dispositivo basado en "el futuro de la interfaz hombre-computadora".

Sam Altman, fundador y CEO de OpenAI, durante una conferencia en Tokio Reuters Omicrono

Altman rechazó las ofertas de iyO, asegurando que ya estaban trabajando en algo por su cuenta, a lo que Rugolo respondió con más intentos de trabajar juntos. Se produjo, entonces, una Orden de Restricción Temporal (TRO).

Esta orden impedía a OpenAI usar 'io' como marca al menos por ahora. Los de Altman se vieron obligados a eliminar todas las referencias a la marca, incluyendo el blog en el que anunciaban su asociación conjunta, aunque no dieron carpetazo al proyecto, ni mucho menos.

Lejos del parecido con el nombre de iYO e 'io', Altman e Ive negaron que el primer producto bajo esta marca fuera un dispositivo portátil o unos auriculares. Por contra, Rugolo fue más allá y aseguró que intentó vender la empresa a OpenAI por 200 millones de dólares.

La apelación de OpenAI y los implicados ha sido rechazada por el mismo Tribunal de Apelaciones en el que presentaron sus primeros alegatos. Esta entidad dio pábulo a algunas quejas en torno a iYO, dándoles la razón en algunos aspectos.

Jony Ive (a la izquierda) y Sam Altman (a la derecha). OpenAI Omicrono

Por ejemplo, confirmaron que efectivamente, 'io' e iyO son fonéticamente idénticos y que los productos están relacionados al intentar vender dispositivos con interacción en lenguaje natural basado en IA. También reconocieron que OpenAI e IO Products amenazaban con saturar el mercado por su posición mayoritaria, causando una 'confusión inversa'.

A esto le sumamos un lanzamiento muy agresivo que podría poner en peligro "los continuos esfuerzos de recaudación de fondos de iYO", amenazando incluso a la propia marca iYO por el camino.

Está por ver qué medidas cautelares se implementarán y sobre todo, en qué punto acabará todo esto finalmente. De momento, y con la apelación rechazada, OpenAI no podrá usar, de momento, la marca 'io' en sus productos.