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A nada que busquemos en el duro mercado tecnológico de España nos encontraremos todo tipo de gadgets, que van desde tensiómetros de última generación hasta dispositivos que convierten nuestros móviles en cámaras profesionales.

Le toca el turno a Elio, una botella retráctil con un curioso diseño que además de hacerla plegable, la hace resistente a todo tipo de inclemencias. Una solución para deportistas que por si fuera poco, es respetuosa con el medio ambiente.

Elio, diseñada por Lumio tiene una capacidad para 750 mililitros de líquido pesando apenas 160 gramos. Lo mejor: se puede plegar para que sea fácil de transportar y usar.

La botella retráctil perfecta

Uno de los primeros detalles del diseño de esta botella es que es modular. El cuerpo, la tapa y el asa se pueden extraer para ser combinados con otros colores. También disfruta de una correa de silicona para ser colgada.

Las partes superiores e inferiores tienen una forma triangular con bordes redondeados, para que además de ser un útil, la botella también presente una estética única que casará con cualquier diseño.

Botella Elio. Lumio Omicrono

La tapa es tan grande que otorga al usuario la capacidad de meter incluso hielos dentro sin apenas esfuerzo. Su estética esconde otro secreto; el cuerpo principal está ligeramente inclinado para dar la ilusión de que la botella está 'torcida'.

El secreto del diseño de la botella Elio es que su estructura está hecha en silicona de grado alimenticio, resistente a golpes y a desgarros gracias a su capacidad de volver a su forma original. Por otro lado, este material es totalmente inoloro.

Tan solo hay que 'retorcer' la botella para que la estructura haga lo propio y permita guardar el contenedor de plástico en el intermedio del tapón superior y su base. Totalmente plegada, la botella resulta en apenas 3 centímetros de grosor.

El propio contenedor del interior de la botella es apto para el lavavajillas y tiene la anchura ideal para que pueda caber en cualquier posavasos. Totalmente plegada, la botella cabe en literalmente cualquier bolsillo mínimamente generoso.

Este es un diseño ingenioso, que le da una vuelta de tuerca a algo tan mundano como el diseño de una botella. Le da versatilidad y una nueva utilidad. Elimina un problema de las botellas típicas: el espacio que usan una vez usadas.

La idea detrás de este proyecto, que aún se encuentra en proceso de micromecenazgo, es que una vez bebamos el contenido de la Elio podamos plegarla y guardarla en cualquier lado, con todas las ventajas que ello supone.

Botella de Lumio. Lumio Omicrono

Los responsables del proyecto explican que todos los componentes de la botella consiguen que esta sea un producto totalmente reciclable, de ahí su carácter sostenible en un mundo con cada vez más microplásticos en nuestras tierras.