Ante un accidente de coche, los cinturones de seguridad y el airbag son los principales sistemas de protección que se activan para mantener con vida al conductor y los pasajeros. Con las nuevas tecnologías, estos elementos también pueden mejorar siendo más conscientes de las necesidades de cada pasajero y las propias condiciones del accidente.
Los vehículos modernos han evolucionado integrando un gran número de sensores y cámaras cuyo objetivo es analizar en todo momento lo que ocurre dentro y fuera del coche para facilitar la asistencia al conductor y evitar accidentes. Sin embargo, los cinturones de seguridad se han mantenido prácticamente como se diseñaron hace décadas, con cambios mínimos.
Cinturón adaptativo de Volvo
Volvo presume de ser el creador del primer cinturón de seguridad de tres puntos, invento que surgió a principios de la década de 1960. Ahora el fabricante sueco quiere volver a reinventar este sistema de protección con lo que denomina "cinturón de seguridad multiadaptativo".
El cinturón de seguridad actual
Frente a un choque o frenazo brusco los cinturones se bloquean para sostener al pasajero e impedir que salga despedido o se golpé con una parte del coche. Sin embargo, esta fuerza sobre el cuerpo puede derivar también en lesiones.
Independientemente del volumen del pasajero, la mayoría de cinturones ejercen la misma fuerza. Cuanto más rápido va el coche durante el impacto, mayor será la presión del cinturón de seguridad, por el propio peso de la persona y la fuerza con la que sale impulsada por el golpe.
Algunos sistemas utilizan limitadores de carga, los cuales liberan un poco la cinta sobrante cuando se aplica mucha fuerza. Esto puede ser simplemente un pliegue cosido en la cinta cuyas puntadas se rompen en el accidente.
También existen otros avances como una barra de torsión con un mecanismo retractor que se encuentra unido al mecanismo de bloqueo extremo para, en un accidente grave con mucha presión, la barra de torsión se retuerce ligeramente permitiendo que la cinta se extienda un poco más.
El nuevo cinturón de Volvo
Frente a estas opciones físicas, Volvo propone una solución más avanzada y centrada en el software y análisis de datos en tiempo real. Usando la información recogida por los sensores del coche, el cinturón puede adaptarse a la altura, peso y complexión de cada persona.
De esta forma, el cinturón se permitiría ejercer más presión con un pasajero de mayor envergadura para evitar que sufra algún traumatismo durante el accidente. Por el contrario, con personas más menudas, la fuerza de bloqueo podría ser menor para no provocar lesiones o fracturas en el costado.
Volvo afirma que cinturón y vehículo compartirán datos como la dirección, la velocidad y la postura del pasajero. Al ser una innovación, principalmente basada en software, el fabricante promete que esta medida de seguridad podría mejorar con el tiempo, enviando actualizaciones de software inalámbricas.