Hace unos años, incluso un proyector modesto podía ocasionar un gran agujero en tu bolsillo. Gracias a la estandarización de estos, podemos encontrar soluciones más o menos adecuadas por unos rangos de precio estúpidos comparándolos con los de hace años. Sin embargo, la gracia de estos proyectores está en su alta gama; los más potentes y los que pueden dar la mejor calidad de imagen. El proyector de LG, el Beam Laser 4K, es una buena muestra de ello.

Analizamos este proyector que une dos conceptos muy dispares: el de un proyector tope de gama en todas sus características pero con un factor de forma destinado a la movilidad y a la estética. Y ya veremos que si bien este proyector de LG cumple y de sobra todas las exigencias que le pedimos, peca en lo que no debe; ese mismo factor de forma.

Bonito en diseño, extraño en forma

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Antes de empezar, he aquí una lista rápida de características:

  • Dimensiones
    • 16.5 cm x 47 cm x 16.5 cm
    • Peso: 6.5 kg
  • Imagen:
    • 4K UHD (3840 x 2160)
    • Tamaño de imagen de 40 hasta 150 pulgadas
    • HDR 10
    • Contraste: 150.000:1
    • HDMI HDCP 2.2
  • Brillo:
    • 2500 lúmenes
  • Tipo:
    • Proyector láser
  • Vida útil:
    • 20.000 horas (15 años)
  • Puertos:
    • 2 HDMI
    • 2 USB
    • Óptica
    • LAN
  • Conectividad:
    • Wi-Fi
    • Bluetooth
    • LG SoundSync
    • MIRACAST
  • Sonido:
    • 2 altavoces de 7+7W
    • Subwoofer pasivo
    • Dolby Sorround
  • Consumo:
    • 280W

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Empezando por el diseño, este proyector de LG puede presumir de dos cosas: de ser especialmente bonito a nivel estético y del poder de desconcertar a quién lo ve. Este proyector, a diferencia de otros que hay en el mercado que suelen ser de formato horizontal, este se pasa al formato vertical, con varias posiciones disponibles y con un factor de forma que, a nivel personal, no había visto nunca.

Construido en plástico y metal, este proyector denota robustez. Pesa poco más de 6.4 kilos, y sus medidas aunque no son especialmente pequeñas, hacen que te des cuenta de que está bien construido. Los materiales tienen un buen acabado y el diseño es minimalista; si bien tenemos tomas de aire a los lados para que el proyector respire, en general la sensación estética que nos da el proyector es muy positiva. No desentona en ningún lugar, siempre y cuando lo pongas de la manera correcta.

Este LG Beam Laser 4K se puede poner de varias maneras; de base, la más idónea es la que usa el formato vertical. La luz sale a través de una lente situada en la parte superior y se refleja en un espejito que tiene una tapa, rebotando así en la pared en la que pongamos la imagen. Si queremos, también podemos poner la imagen apuntando directamente al techo, y además podemos poner este proyector en formato horizontal para que de directamente con la luz a la pared.

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Aquí están la mayoría de puertos e interacciones con el dispositivo. En la parte superior contamos con un asa que también hará las veces de soporte si lo ponemos en formato horizontal. A un lado, tendremos 3 puertos: un USB tipo A para conectarle un dispositivo de almacenamiento externo, un jack de 3.5 milímetros y un HDMI 2.0. En la parte superior tenemos la tapa de la cuál hablaremos, las dos ruedas para el foco y el zoom y en la parte trasera, tras una tapa, nos encontramos el resto de puertos: un RJ-45, un conector óptico, más HDMI y USB tipo A.

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Como decimos, la tapa cuando la desplegamos el espejito se dejará caer. Según como regulemos la tapita, la imagen saldrá volteada hacia un lado o hacia el otro. Esto lo reconocerá automáticamente el proyector; la forma ideal es que la lente se ajuste para que, rebotando en el espejo, la imagen salga recta hacia la pared.

Vamos a ser claros; este ha sido el único punto negativo que hemos detectado en el proyector de LG Beam. Este sistema no nos ha acabado de convencer, y son bastantes los argumentos por los cuales este factor de forma tan extraño nos ha dejado un sabor raro en la boca.

A modo de anécdota ilustrativa, cuando me llegó el proyector, no sabía como configurarlo porque, como he dicho antes, no había visto este factor de forma nunca. Por lo tanto, pensé que el proyector se debía inclinar de forma horizontal. Craso error; nos vimos mi compañero de piso y yo intentando elevar lo máximo posible el proyector para que diera a la pared, hasta que nos dimos cuenta del sistema del espejo.

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Ya de por sí eso complica las cosas, pero hay más. Una vez me di cuenta de cómo funcionaba el sistema, me dispuse a enderezarlo y centrarlo con la pared que habíamos preparado. La tapita que lleva el espejo no tiene un recorrido suave, sino más bien tosco. Si queremos la inclinación perfecta, necesitaremos unos cuantos segundos de ir subiendo y bajando la tapita. Aquí nos hubiera encantado que tuviéramos a disposición una pequeña manivela para poder regular la tapita a placer.

Por otra parte, al menos en nuestro caso, nos ha pasado algo curioso. Al ser el proyector demasiado largo y por lo tanto demasiado profundo para ponerlo en una superficie alta en horizontal, al ponerlo en vertical a una altitud moderada la imagen se comba hacia atrás. Es como que la imagen (a la que llegaremos más adelante) está algo echada para atrás y no consigues una rectitud en la imagen. No afecta en nada a la experiencia final, no es dramático. Pero sí es necesario que lo sepáis.

El factor de forma del proyector de LG se hace extraño y algo engorroso

Más adelante en el análisis hablaremos de por qué este concepto tiene otras pesquisas por delante. En general; el diseño nos ha gustado, pero encierra unos problemas que merecen su apartado propio.

No hay discusiones; este proyector funciona a las mil maravillas

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En lo que no podemos reprochar nada al proyector de LG Beam Laser 4K es en su apartado técnico. Este proyector no es especialmente barato como veremos más tarde, pero sí puede presumir de ser un pata negra en lo que a cumplir su tarea se refiere. Si buscabas un proyector capaz de darte una gran experiencia, este proyector es para ti.

Este proyector tiene una luminosidad de 2.500 lúmenes, y es capaz de generar una pantalla 4K UHD que va desde las 40 hasta las 150 pulgadas. La hemos probado en todo tipo de condiciones; absoluta oscuridad, algo de luz incidiendo por la ventana, etcétera. No hay discusión; ver contenido multimedia en este proyector es todo un gustazo.

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Ver contenido en 4K ya sea en Netflix, YouTube y demás plataformas es toda una maravilla. La calidad de imagen es espectacular, y los distintos modos de visualización complementan a una experiencia más que sobresaliente de por sí. La imagen no se distorsiona, no vemos elementos extraños en la imagen y aunque sí notas la superficie de la pared (en este caso, algo rugosa y con imperfecciones), la calidad de la imagen consigue que nos olvidemos a no ser que veamos la imagen a una distancia absurdamente corta.

Aunque existen diversos modos de visualización como uno vívido, uno estándar y otros dedicados a juegos o a películas, el que podamos disfrutar de contenido en 4K UHD y encima con HDR 10 consigue que ver una película o incluso jugar a videojuegos en este proyector sea toda una experiencia. No hemos notado en ningún momento una falta de brillo, o problemas de visionado. De hecho, desde el software (del que ya hablaremos) podemos configurar a gusto la imagen, la cuál de por sí es increíble. El HDR también se comporta bastante bien.

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Es tal la luminosidad que prácticamente toda la estancia queda iluminada. Como decimos, el único “pero” es que, como podréis ver en la imagen, por el factor de forma del proyector una especie de sombreado se queda atrás si no ajustamos totalmente el zoom y el foco. No es nada que nos mate; si se consigue poner el proyector en una superficie alta y profunda en la que poner el proyector en horizontal, la imagen no se combará y disfrutaremos todavía más de la experiencia.

En cuanto al sonido, este punto es clave en un proyector, pero no por su condición, sino por su capacidad de salvar la papeleta hasta adquirir un buen equipo de sonido. Admitámoslo; adquirir uno de estos proyectores tiene como objetivo intrínsico el formar un cine en casa, y eso conlleva casi obligatoriamente invertir en un equipo de sonido de calidad. Hasta entonces, los altavoces, más que sonar con calidad, cumplen, y más en este formato tan extraño.

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Los altavoces cumplen sin más. Son 2 altavoces de 7 vatios cada uno que si bien tienen Dolby Sorround y suenan superior a la media, no son los más ideales si se busca una experiencia inmersiva como vende la imagen del proyector. Nos salvará del apuro, pero lo ideal es que, mediante el jack de 3.5 milímetros y la salida óptica podamos incluirle una salida de audio mucho más decente.

En general, el apartado visual es absolutamente excelente. Hablamos de que LG sabe hacer muy buenos paneles en sus televisores y en sus proyectores, la calidad de imagen es indiscutible. Este no iba a ser menos; si quieres disfrutar de una imagen a la altura de lo mejor y no quieres escatimar ni en resolución, ni en imagen ni en vida útil, esta es una grandísima opción. Decimos lo de la vida útil ya que, como promete LG, esta es de 20.000 horas de uso, lo que equivaldría (según cifras de LG) a 15 años.

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El mando puede ser un tema baladí en muchas ocasiones, pero LG ha querido dotarle de cierto protagonismo con una serie de ideas que nos han gustado bastante. Este mando será tu mejor amigo con el proyector de LG Beam Laser 4K, y por varias razones.

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El software de este proyector no podía ser otro que webOS, el que dedica la firma a sus Smart TV. Este proyector viene con todas las ventajas del software de LG; descarga de aplicaciones, descargar y comprar contenido en su tienda, y una interfaz muy usable con especial hincapié en los servicios más usados como Spotify, YouTube, Netflix y Amazon Prime Video. Un software que es muy completo, fácil de usar y accesible para todos. Podemos personalizar nuestra experiencia con contenido propio, y usar aplicaciones en un plis plas (además de compartir imagen de otros dispositivos como nuestro smartphone).

El mando tiene varias ideas que nos han parecido geniales. Tiene una forma muy cómoda, que hace que en la mano sea fácil de usar y muy ligero. Tenemos la clásica botonera en forma de flechas, pero en el centro tenemos un botón que además es una rueda de ratón. Si la giramos, automáticamente bajaremos en la interfaz y pulsando seleccionaremos. Además, aparecerá un puntero con el que poder seleccionarlo todo sin tener que ir pasando botoncitos.

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Cuando movemos el mando de un lado a otro, este puntero aparecerá automáticamente. Otro detalle que nos ha gustado es que este mando, al igual que otros de LG, reacciona con otros electrodomésticos. En la habitación tengo una barra de sonido y un televisor de LG; el mando es capaz de funcionar con estos dispositivos y encenderlos. Si pierdes un mando, puedes usar el otro.

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Como añadido, diremos que el mando tiene los botones precisos en los lugares adecuados; botones para cambiar el input, pausar, reproducir, cambiar entre aplicaciones… El software y el mando de este proyector (y en general de las Smart TV de LG) son ideales para aquellos que no han tocado mucho este tipo de aparatos, y hace que la experiencia sea mucho más disfrutable.

El proyector de LG Beam Laser 4K es un gran producto, pero con una idea algo rara detrás

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Finalizamos este análisis con los dos últimos apartados: el concepto, y el precio que en este factor de forma van de la mano. El precio base desde la misma web de LG es de 2.698,89 euros, y en tiendas como MediaMarkt se puede encontrar por alrededor de los 3000. Sin duda no es un precio en absoluto económico, pero no podemos negar que sus características y su calidad de imagen justifiquen de cierta manera dicho coste.

El punto que más nos ha desconcertado de este proyector va en relación al precio, pero no por ser caro, sino por la idea que hay detrás. Estos proyectores, al menos los más caros y los que son más de alta gama, están destinados a realizar la tarea para la que fueron fabricados: dar un cine en casa y poder obtener una imagen de dicho calibre muy superior a la que vemos en las televisores convencionales. Pero aquí, LG nos ha desconcertado ya que… no tenemos muy claro qué idea tiene detrás este proyector.

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Hablamos de un proyector que, además de tener una calidad de imagen de altísima gama (4K UHD, HDR 10…) su factor de forma está claramente pensado para la versatilidad. El asa nos pone sobreaviso de que podremos mover dicho proyector, cambiarlo de lugar e incluso llevárnoslo a otros sitios para poder disfrutar de dicha calidad. Su factor de forma vertical también favorece, además de esto, la elegancia y sobriedad para que quede como un mueble más.

Pero eso es lo que nos choca. LG ha querido dotar a este proyector de un carácter móvil en el cuerpo de un proyector de alta alcurnia. Esto ha provocado que haya fallos de diseño como la tapita, el espejo y demás que no aportan demasiado y que complican las cosas. Esto no sería raro, si no estuviéramos delante de un bicho capaz de lanzar una imagen en 4K a 150 pulgadas. No sé vosotros, pero yo no me compro un proyector tan bestial para… llevármelo por ahí, sino para tener un cine en casa. Y menos si necesito una pantalla de 150 pulgadas…

LG ha querido que tengamos un cine en casa móvil… ¿pero para qué?

Por “culpa” de este factor de forma, el proyector se nos ha hecho demasiado alto para diversas situaciones y sobre todo demasiado largo y profundo en caso de querer ponerlo en horizontal. Esto se hubiera solventado mucho más si LG hubiera escogido un factor de forma más propio de los proyectores actuales; formato horizontal, más recortado y que se pueda estacionar en cualquier mueble. Los compradores potenciales de este proyector de LG buscarán la máxima calidad para montarse un cine en casa. Y buscando la movilidad, se cometen errores que podríamos perdonar en proyectores de 200 euros, no de 3000.

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Eso no quita, sin embargo, que estemos ante un maravilloso producto que cubrirá las necesidades de los que necesiten una gran calidad de imagen en un gran tamaño. ¿Buscas un proyector de alta gama, que te ofrezca magníficas prestaciones y que directamente ponga un pequeño cine en tu pared? Por supuesto esta es una gran opción. Si por el contrario este factor de forma es ideal para tu caso, para tu hogar o para tus necesidades, entonces podemos afirmar que estamos ante un gran trabajo por parte de LG. Porque aunque tenga una idea detrás, esa idea no eclipsa al resto del conjunto.

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