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SpaceX, a través de las cuentas de redes sociales de Starlink, ha anunciado que ha perdido el control de uno de los satélites de la compañía de Internet y que como resultado, ahora está cayendo a la Tierra.

No se espera que el incidente resulte en daños personales o materiales, ya que el satélite, con denominación 35956, debería desintegrarse por completo en unas semanas por el efecto de la fricción con la atmósfera terrestre.

De la misma manera, la órbita del satélite originalmente estaba por debajo de la Estación Espacial Internacional (ISS), así que los trozos liberados como resultado del evento catastrófico no suponen un peligro para la estación ni su tripulación.

Aun así, los restos del satélite 35956 y los objetos relacionados están siendo monitorizados tanto por SpaceX como por la NASA y la Fuerza Espacial de los Estados Unidos para vigilar su trayectoria a lo largo de los próximos días.

El incidente ocurrió a una altura de 418 kilómetros, una zona muy común para los satélites comerciales, con más de 24.000 objetos registrados; por lo tanto, el mayor riesgo se encuentra en la producción de basura espacial que pueda colisionar contra otros satélites.

Durante el evento, las comunicaciones del satélite se cortaron de manera repentina, y entonces se produjo un descenso muy rápido en la órbita, de unos 4 kilómetros.

Conjunto de satélites de Starlink antes de ser puestos en órbita. SpaceX

Al mismo tiempo, se registró la presencia de una pequeña cantidad de objetos en la misma velocidad relativa, así como una salida de gases del tanque de propulsión.

Todos esos datos apuntan a que el satélite 35956 ha perdido el control por culpa de una explosión interna en el tanque de propulsión, aunque no ha sido lo suficientemente grande como para destruir completamente el satélite, que sigue intacto en su mayor parte.

Por lo tanto, esto descarta que se haya producido una colisión con otro satélite, una seria posibilidad con la gran cantidad de objetos que orbitan a la misma altura, no todos registrados de manera adecuada.

De hecho, una colisión semejante estuvo a punto de producirse la semana pasada, cuando SpaceX reportó que uno de sus satélites Starlink pasó muy cerca de un satélite de procedencia China, algo que achacó a una "falta de comunicación" con la compañía CAS Space.

Sin embargo, SpaceX ha sido criticada en el pasado por la gran cantidad de pequeños satélites que lanza cada año, tanto los que forman parte de su servicio de Internet Starlink, como los de otros proyectos científicos y comerciales.

La "megaconstelación" de Starlink ya consta de 9.300 satélites, lo que significa que SpaceX es la operadora de nada menos que el 65% de todos los vehículos espaciales en órbita.

Esta práctica está formando una "capa" de satélites a baja órbita, con serios efectos tanto para otros lanzamientos como para observaciones científicas de la bóveda celeste por los reflejos que producen estos aparatos.

Cada uno de estos pequeños satélites tiene una vida útil de 5 años aproximadamente, y SpaceX tiene protocolos en marcha para sacarlos de órbita de manera controlada y quemarlos en la atmósfera cuando cumplen su cometido.

https://www.elespanol.com/omicrono/defensa-y-espacio/20251009/impresionante-video-estela-completa-satelites-starlink-vistos-estacion-espacial-internacional/1003743961651_0.html

Este incidente deja en evidencia lo que ocurre cuando uno de estos miles de satélites sufre un fallo y se pierde el control; sin embargo, SpaceX se ha defendido asegurando que "como el mayor operador de satélites del mundo", "se toma estos eventos muy en serio".

Es pronto para llegar a conclusiones sobre el motivo de la explosión que ha provocado la pérdida de control del satélite.

Puede ser un simple defecto de fabricación en el tanque presurizado, algún tipo de contaminación en el combustible, o incluso desgaste si se han realizado muchas maniobras.

SpaceX ya ha confirmado que sus ingenieros están "trabajando rápidamente" en encontrar la causa del problema y posibles maneras de mitigarlo.

La compañía no ha tardado mucho en lanzar una actualización de software a su flota de satélites, que afirma que "aumenta la protección contra este tipo de eventos".