El telescopio James Webb acaba de realizar un nuevo hito. Tras descubrir la galaxia más lejana conocida y detallar cómo se formaron las galaxias, ahora ha encontrado un exoplaneta desconocido hasta ahora: un gigante gaseoso pequeño.
Uno de los principales objetivos de la astronomía contemporánea es buscar planetas fuera del sistema solar — exoplanetas— que ayuden a entender cómo se forman los sistemas planetarios. Y, ahora, el telescopio espacial James Webb acaba de descubrir uno nuevo.
Se trata de un gigante gaseoso pequeño, con una masa 0,3 veces la de Júpiter. El telescopio ha conseguido captar la imagen directa del planeta, denominado TWA 7 b, que se encuentra junto a la estrella TWA 7, de unos 6,4 millones de antigüedad, como indican en EFE.
Un exoplaneta con la masa más pequeña observado mediante imágenes directas. La fotografía la ha capturado un equipo internacional de astrónomos, dirigido por un investigador del CNRS del Observatorio de París-PSL, utilizando el coronógrafo de fabricación francesa instalado en el instrumento MIRI del JWST.
El TWA 7 b, el nuevo exoplaneta es diez veces más ligero que los capturados anteriormente en imágenes y su masa es comparable a la de Saturno, que es aproximadamente un 30 % de la de Júpiter, el planeta más masivo del sistema solar.
Recreación artística del James Webb
La imagen obtenida por el Webb (disponible abriendo el artículo) reveló una fuente en el centro del anillo estrecho de TWA 7 y, tras descartar un posible sesgo de observación, los científicos concluyeron que se trataba muy probablemente de un exoplaneta que podría haberse formado en el espacio entre el primer y el segundo anillo del disco.
Además, mediante simulaciones detalladas, los autores han confirmado la formación de un anillo delgado y un 'agujero' en la posición exacta del planeta, que se corresponden perfectamente con las observaciones del Webb.
El descubrimiento se ha publicado en la revista científica Nature y marca un nuevo paso en la investigación y la obtención de imágenes directas de exoplanetas cada vez más pequeños, más similares a la Tierra que a los gigantes gaseosos del sistema solar, aunque el James Webb tiene potencial para ir aún más lejos en el futuro.
Además, este hito también demuestra la relevancia de las futuras generaciones de telescopios espaciales y terrestres diseñados para buscar exoplanetas, especialmente con la ayuda de coronógrafos más avanzados.
Hasta ahora, se ha confirmado la existencia de casi 6.000 exoplanetas, algunos son masivos, como Júpiter, pero giran alrededor de su estrella progenitora mucho más cerca de lo que Mercurio orbita el Sol, otros son rocosos o helados, y muchos simplemente no tienen nada parecido en el sistema solar.