Conflictos y guerras actuales como las de Ucrania han puesto de manifiesto algunas de las carencias más urgentes de los carros de combate modernos. Entre las más importantes se encuentra su baja protección contra los drones FPV, como en los que trabaja España, o los misiles.
Trabajando en esta línea, Indra ha probado con éxito su radar Nemus de protección activa contra drones y proyectiles en carros de combate Leopard. Este modelo de blindado es la espina dorsal del Ejército de Tierra español y de muchos otros países europeos.
La prueba de Nemus se ha llevado a cabo en el Centro de Instrucción de las Unidades Acorazadas en Zaragoza, en presencia del director de Adquisiciones del Mando Logístico del Ejército, el general de brigada Luis Sanz Muñoz, así como personal del Ejército e ingenieros de Indra.
Prueba del radar Nemus en un tanque Leopard
Las pruebas han tenido como objetivo comprobar que el radar Nemus "se integra en la plataforma Leopard". Asimismo, desde Indra recalcan que "estos ejercicios dan continuidad a las pruebas realizadas por la compañía en el pasado mes de julio".
En aquella ocasión, los ejercicios se llevaron a cabo en el Centro de Evaluación y Experimentación Radioeléctrica (CEARD) que el Ejército de Tierra tiene en Guadalajara.
Radar contra drones y misiles
El sistema Nemus de Indra "es el más avanzado de su clase en Europa", según la propia compañía. Se basa en un radar de barrido electrónico AESA, de pequeñas dimensiones y peso, diseñado para instalarse en una gran variedad de vehículos.
Si bien las pruebas se han realizado a bordo de un tanque Leopard, el sistema puede también integrarse en cualquier tipo de vehículo mecanizado y carro de combate. El objetivo es "detectar, identificar y realizar el seguimiento" de una amplia variedad de amenazas.
Entre ellas, se posicionan los drones, los microdrones y todo tipo de proyectiles, "desde misiles anticarro y lanzagranadas hasta municiones tipo flecha, que alcanzan velocidades supersónicas, con el objetivo de activar las contramedidas necesarias para neutralizarlos".
Tal y como recogen desde Indra, Nemus está "dotado de inteligencia para discriminar falsos blancos y resistir intentos del adversario de interferir en su funcionamiento mediante técnicas de jamming". Estas últimas son las ya tradicionales interferencias de guerra electrónica.
Dos componentes del radar Nemus de Indra integrados en un tanque Leopard
"También se distingue de otros sistemas por su capacidad para operar en condiciones meteorológicas extremas, tanto de humedad como de frío o calor".
Los radares embarcados en vehículos terrestres se han convertido en una de las piezas clave de los blindados, una tecnología puntera muy complicada de desarrollar y al alcance, por el momento, de muy pocos.
Se trata, de hecho, de una "tecnología clave para asegurar la soberanía y autonomía de cualquier ejército europeo". Debido esencialmente a que resulta "imprescindible para operar en los teatros de operaciones modernos".
El empleo masivo de drones de todo tipo es un hecho clave y es considerado para organizar las estrategias de autoprotección de las unidades desplegadas en el campo de batalla. Estas aeronaves tienen un coste bajísimo y están disponibles en todo el mundo.
Sin embargo, representan igualmente una "importante amenaza" para activos de gran valor como son los tanques Leopard, que se ven enfrentados en la diferencia abismal de coste entre un blindado de este tipo y un dron de unos cientos de euros cargado con explosivos.
Nemus será, por tanto, un elemento clave para la creación de un sistema completo de detección, monitorización y neutralización de amenazas aéreas contracarro, independientemente de su naturaleza.
Carros Leopardo 2E
En la actualidad, las contramedidas pasan por el despliegue de señuelos o bombas de humo, herramientas demasiado básicas para los sistemas de guiado actuales. Por ello, el despliegue de este radar sería clave para la supervivencia de carros y tripulantes que contarían con mejor conciencia situacional.
Si finalmente termina por integrarse en los blindados españoles, podrá trabajar junto a algún tipo de armamento cinético con el fin de derribar las amenazas aéreas antes mencionadas. Se trata de una tecnología presente en otros países del mundo, como Israel.
"El sistema es una de las soluciones de vanguardia que la compañía desarrolla para digitalizar y dotar de inteligencia a los vehículos militares", explican. Una rama en la que también participan en otros blindados de primer orden.
En los últimos tiempos, Indra ha reforzado su posición en el mercado de plataformas militares terrestres tras asumir una posición de control de Tess Defence, conglomerado de compañías detrás de vehículos como el 8x8 Dragón.
Merkava israelí
Dentro de los tanques que actualmente cuentan con sistemas similares, el modelo Merkava IV de Israel se ha posicionado como uno de los mejores de todo el mundo. Gracias, en buena parte, a los radares que incorpora para proporcionarle cobertura.
El sistema tiene la denominación de Trophy y está desarrollado por la compañía israelí Rafael Advanced Defense Systems. "Con más de 5.300 pruebas de fuego real y 1.000.000 de horas de funcionamiento, es el único APS que ya ha salvado vidas".
El sistema activo de protección Trophy
El APS o Sistema de Protección Activa, en inglés, es el nombre que recibe este tipo de tecnología en la que Indra se encuentra inmersa en la parte del radar.
Una vez detectada y clasificada la amenaza, el sistema libera las contramedidas desde alguno de los lanzadores múltiples precargados con proyectiles cinéticos. Estos están diseñados para destruir o desviarlas chocando físicamente contra ellas.
Por el momento, se desconoce si la intención de Indra es la de asociarse con alguna de las compañías españolas o europeas para integrar sus radares con el sistema de mando y con los lanzadores; dando así con un APS completo.
Según explica Rafael, el software de Trophy "puede localizar la fuente del disparo, lo que permite a la tripulación devolver el fuego con eficacia utilizando el armamento de la plataforma, o mediante la interconexión con otras plataformas de combate".
El sistema Trophy interceptando un proyectil
Trophy, incorporado por primera vez a partir de 2009 y totalmente operativo desde 2011, está presente en los Merkava III y IV y en los APC Namer, todos de Israel, pero también en algunos modelos de los Abrams estadounidenses.
Su alta precisión y facilidad de uso también llevaron a Alemania a integrarlo en algunas unidades de Leopard 2, mismo modelo que tiene España, aunque el Ejército de Tierra no cuenta con este sistema incorporado en ninguna de sus unidades.
Por su parte, Reino Unido se sumó a la lista de países interesados en el APS adaptándolo a los tanques Challenger 3, que se encuentra en producción desde 2022 y en avanzado estado de pruebas.