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España no para de recibir titulares sobre el intenso período de actividad solar en el que estamos situados. Esto está causando unas tormentas solares que han llegado a amenazar nuestros sistemas de comunicacionesTambién está afectando a los satélites Starlink de Elon Musk.

Un reciente estudio del Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA ha descubierto de forma "indiscutible" que la reciente actividad geomagnética —en forma de tormentas solares— estarían acelerando la reentrada de los satélites de SpaceX.

Estas erupciones, dice el estudio, causa que los satélites "caigan más rápido de lo esperado". No solo eso; gracias a esta situación, existe la posibilidad de que los satélites no acaben desintegrándose en su llegada a la Tierra, representando un riesgo potencial.

Las tormentas solares afectan a Starlink

El estudio ha sido publicado en la revista Arxiv, y se titula "Seguimiento de las reentradas de los satélites Starlink durante la fase ascendente del ciclo solar 25". La conclusión con los datos en la mano es que la actividad solar tiene efecto en las reentradas.

"Como resultado, demostramos claramente que la intensa actividad solar del ciclo solar actual ya ha tenido un impacto significativo en los reingresos de Starlink", concluye el estudio, que estudió los datos de seguimiento satelital en más de 500 reentradas de satélites Starlink.

Fusión de Helios Andrew McCarthy y Jason Guenzel Omicrono

El estudio pudo utilizar estos datos de seguimiento satelital de elementos de dos líneas (TLE) para investigar cómo la actividad geomagnética actual tenía efecto sobre las reentradas de hasta 523 satélites LEO producidas entre los años 2020 y 2024.

Un período que por cierto, concuerda con el actual ciclo solar 25, que "ha demostrado ser más intenso que el ciclo solar anterior". A partir de los archivos TLE, los expertos realizaron análisis de épocas superpuestas, primero con cientos de satélites similares.

Las conclusiones del estudio son demoledores, ya que según expone la investigación, incluso usando datos TLE de "precisión limitada", se descubrió que estos efectos geomagnéticos causaban reingresos más rápidos de los satélites.

En palabras de los investigadores, la "intensa actividad solar del ciclo solar actual ya ha tenido impactos significativos en las reentradas de Starlink". Y es que en el pasado, SpaceX ha atribuido los fallos en lanzamientos de satélites al clima espacial adverso.

Sol

Tal y como pudo detectar el Comando de Defensa Aeroespacial de Norteamérica (NORAD), que estaba rastreando un lanzamiento de satélites Starlink, hasta 38 de un total de 49 satélites de SpaceX se perdieron, en un evento que coincidió con una tormenta solar.

Lo más preocupante es que lejos de desintegrarse en la órbita, los restos de los satélites cayeron sobre el Caribe. El estudio también desvela que estos reingresos más rápidos podrían causar que algunos satélites no acaben de desintegrarse en su reentrada.

Los satélites Starlink, que tienen una vida útil de poco menos de cinco años, acaban sus días reentrando en la atmósfera desintegrándose por el camino antes de tocar tierra. Este procedimiento podría verse afectado por las tormentas solares.

Algunos satélites salen de órbita usando sus propios propulsores y otros acaban siendo atraídos por la propia atmósfera del planeta causando estas reentradas. La NASA descubrió que en estas tormentas solares, los satélites en órbita por debajo de 300 kilómetros acaban ardiendo mucho antes.

SolarProminence

Dado que el proceso de reentrada se acelera de forma súbita, el proceso que implica la desintegración del satélite podría también verse afectado. El estudio, sin ir más lejos, habla de un potencial ciclo peligroso que aumentaría la basura espacial, dando lugar a un "peligroso bucle de retroalimentación".

Es el llamado síndrome de Kessler, por el cual el impacto de un satélite o fragmento de desechos espaciales genera fragmentos espaciales. Si el ciclo se perpetúa, "aumentará exponencialmente la cantidad de desecho en órbita".

El estudio finaliza poniendo de relieve la necesidad de un monitoreo constante y la capacidad de predecir reentradas peligrosas para protegerse de las colisiones espaciales del síndrome de Kessler y de impactos de escombros terrestres.

Todo ello fruto de satélites que podrían no desintegrarse totalmente en este proceso por culpa de la actividad geomagnética, causando el impacto potencial de escombros sobre la Tierra, expone la investigación ya mencionada.