"Como sucede en todas las pruebas de desarrollo, el cronograma es dinámico y es probable que cambie", decía SpaceX en su comunicado de principios de semana. Así ha sido, la fecha para volver a lanzar Starship ha cambiado, retrasándose más de tres días. Lo que no ha cambiado son los objetivos de esta prueba en la que pretende superar los fallos de la anterior que llevaron al cohete a explotar en el aire y forzar el desvío de aviones comerciales. 

Los nuevos planes sitúan el lanzamiento el próximo lunes 3 de marzo, abriéndose la ventana de lanzamiento a las 17:30 CT, lo que equivale a las 00:30 de la madrugada en España peninsular. Aproximadamente 40 minutos antes del despegue se iniciará la transmisión en directo a través del canal oficial de X, red social también propiedad de Elon Musk.

La empresa no ha dado ninguna indicación del motivo de este retraso. Tampoco si ya cuenta con la autorización de la FAA (la Administración Federal de Aviación). El magnate, fundador de SpaceX, ha dedicado las últimas semanas a la polémica purga de cientos de empleados estatales que le encargó Donald Trump, entre los que hay funcionarios de la FAA. Al mismo tiempo, SpaceX ha conseguido un contrato por parte de esta agencia estatal para gestionar el espacio aéreo estadounidense con la red de internet satelital de Starlink, propiedad también de Musk.