A través de Artemis, la misión espacial a la que se suma España y que se ha retrasado a 2026, la NASA enviará astronautas -entre ellos la primera mujer- a explorar la Luna con fines de descubrimiento científico, evolución tecnológica, beneficios económicos y para sentar las bases de futuras misiones tripuladas a Marte. Un programa que sigue avanzando, ya que la agencia aeroespacial estadounidense acaba de seleccionar a las empresas encargadas para trabajar en el vehículo lunar que los cosmonautas usarán para viajar lejos en la superficie lunar.

La NASA ha confirmado la selección de las empresas Intuitive Machines, Lunar Outpost y Venturi Astrolab para avanzar en las capacidades de un vehículo lunar terrestre (LTV, por sus siglas en inglés). Un automóvil que los astronautas de las misiones Artemis utilizarán para desplazarse por la superficie de la Luna; además de para realizar investigaciones durante la campaña del programa de la agencia en el satélite natural y prepararse para misiones humanas a Marte.

Una selección de empresas que aprovecharán la experiencia de la NASA en el desarrollo y operación de rovers para construir capacidades comerciales que apoyen el descubrimiento científico y la exploración humana a largo plazo en la Luna. Asimismo, la agencia aeroespacial estadounidense tiene la intención de comenzar a utilizar el vehículo lunar terrestre para operaciones tripuladas durante Artemis V

Diseño conceptual del vehículo lunar de la NASA. NASA/Lunar Outpost Omicrono

"Esperamos con interés el desarrollo del vehículo de exploración lunar de la generación Artemis para ayudarnos a avanzar en lo que aprendemos en la Luna. Este vehículo aumentará en gran medida la capacidad de nuestros astronautas para explorar y realizar ciencia en la superficie lunar, al tiempo que servirá como plataforma científica entre misiones tripuladas", ha indicado en un comunicado oficial dijo Vanessa Wyche, directora del Centro Espacial Johnson de la NASA en Houston (Estados Unidos). 

La NASA también ha confirmado que adquirirá el LTV como un servicio a la industria. De esta manera, el contrato de entrega indefinida, basado en hitos, de Servicios del Vehículo Lunar Terrestre, con órdenes de trabajo fijo, tiene un valor potencial máximo combinado de 4.600 millones de dólares para todas las adjudicaciones; que al cambio son aproximadamente 4.237 millones de euros. Cada empresa comenzará con una orden de trabajo de viabilidad, que consistirá en un estudio de un año para desarrollar un sistema que cumpla los requisitos de la agencia aeroespacial.

[Así es BurstCube, el pequeño satélite de la NASA para estudiar las explosiones más poderosas del universo]

Tras ello, la NASA emitirá una solicitud posterior de propuesta de orden de trabajo a la empresa que sea elegida para una misión de demostración para continuar en el desarrollo del vehículo lunar terrestre, llevarlo a la superficie de la Luna y validar tanto su rendimiento como su seguridad antes de usarlos en Artemis V. La agencia aeroespacial también emitirá órdenes de trabajo adicionales para proporcionar capacidades de rover no presurizado para las necesidades de exploración científica y de paseo lunar de la agencia hasta 2039.

Conducción autónoma

Según la información proporcionada por la NASA, el LTV será capaz de soportar las condiciones extremas del polo sur de la Luna y dispondrá de tecnologías avanzadas de gestión de la energía, conducción autónoma y sistemas de comunicación y navegación de última generación. Los astronautas usarán este vehículo para explorar, transportar equipos científicos y recoger muestras de la superficie lunar, mucho más lejos de lo que podrían hacerlo a pie, lo que permitirá aumentar el rendimiento científico.

Diseño conceptual del vehículo lunar de la NASA. NASA/Intuitive Machines Omicrono

También se ha indicado que entre las misiones Artemis, cuando los astronautas no estén en la Luna, el vehículo lunar terrestre operará a distancia para apoyar los objetivos científicos de la agencia aeroespacial estadounidense según sea necesario. Incluso fuera de esos periodos, el proveedor podrá utilizar su LTV para realizar actividades comerciales en la superficie lunar; eso sí, sin que estén relacionadas con las misiones de la NASA.

"Utilizaremos el LTV para viajar a lugares a los que de otro modo no podríamos llegar a pie, aumentando nuestra capacidad de explorar y hacer nuevos descubrimientos científicos. Con las misiones tripuladas Artemis, y durante las operaciones remotas cuando no hay una tripulación en la superficie, estamos permitiendo la ciencia y el descubrimiento en la Luna durante todo el año", ha señalado Jacob Bleacher, científico jefe de exploración en la Dirección de Misiones de Desarrollo de Sistemas de Exploración en la sede de la NASA en Washington (EEUU).

Diseño conceptual del vehículo lunar de la NASA. NASA/Astrolab Omicrono

Con el objetivo de que estas tres empresas trabajen en sus LTV, la NASA ha proporcionado unos requisitos técnicos que deben cumplir, las capacidades y las normas de seguridad necesarias para su desarrollo y las operaciones del vehículo lunar terrestre. Mientras que cabe señalar que la solicitud de propuestas del contrato requería que cada proveedor propusiera una solución para dar servicios de extremo a extremos, incluyendo el desarrollo del automóvil, su entrega en la Luna y la ejecución de las operaciones en la superficie del satélite natural.

Un vehículo lunar terrestre que se usará en las misiones del programa Artemis y que se unirá a otras tecnologías que la NASA empleará en ellas. Desde el cohete SLS (Space Launch System) de la agencia y la nave espacial Orión, los sistemas comerciales de aterrizaje humano y los trajes espaciales de nueva generación, y la plataforma espacial Gateway; que son los cimientos de la agencia aeroespacial estadounidense para la exploración del espacio profundo.