Después de unas cuantas semanas de calma tensa en el lado septentrional del paralelo 38, Corea del Norte regresa a las maniobras militares con "capacidades de fuego reales". Según recogen medios del país, Kim Jong Un se han encargado de supervisar el entrenamiento realizado en la mañana de este lunes —hora coreana— y consistente en el disparo de un total de 6 misiles guiados pertenecientes al modelo KN-25.
Los ejercicios se han llevado a cabo en la región occidental y han participado unidades de artillería con lanzadores múltiples de cohetes "súper grandes" recientemente equipados, tal y como recoge el medio estatal KCNA. Los proyectiles alcanzaron una isla utilizada como objetivo de entrenamiento y en la que también realizaron simulaciones de explosión en el aire.
La unidad mostró una "alta movilidad y poder de ataque fuerte y preciso" al realizar la prueba. "Demostraron plenamente su excelente puntería de artillería y su pronta y completa preparación para el combate", indica el mismo medio. Kim Jong Un pidió modernizar e incrementar las fuerzas de artillería, destacando las "tareas estratégicas de los lanzacohetes de 600 mm [de diámetro] como medio central de ataque" en los preparativos de la guerra.
Aunque los medios no detallan en sus reportes de qué munición se trata, la descripción coincide con lo que Estados Unidos y Corea del Sur han denominado KN-25. Por su parte, Corea del Norte se refiere a ellos simplemente como cohetes de "calibre súper grande" desde que se probaron la primera vez hace casi 5 años y en todas sus comunicaciones posteriores. Lo que coincide con las últimas noticias provenientes de la prensa de Pionyang.
La primera vez que el Ejército comandado por Kim Jong Un lanzó de forma oficial un KN-25 fue en julio de 2019, comenzando de esta forma un denso programa de maniobras donde este misil fue protagonista. Teniendo en cuenta este último, han trascendido un total de 11 ejercicios con diferente cadencia de disparo y propósito de ensayo.
Como ocurre con la práctica totalidad del equipamiento militar norcoreano, las especificaciones técnicas se mantienen en secreto y tan sólo ha trascendido la cota de 600 milímetros correspondientes con el diámetro del misil. Se cree que puede tener alrededor de 8 metros de largo y un peso de 3.000 kilogramos incluyendo la cabeza de guerra.
Esta última parte del misil dispone de diferentes versiones con el fin de adaptarse a las necesidades de cada momento. Las primeras cabezas de guerra que se probaron a partir de 2019 fueron de fragmentación explosiva, mientras que en 2022 se anunció la posibilidad de incorporar ojivas nucleares en el interior del misil.
También se cree que cuenta con capacidad de guiado mediante un sistema inercial —independiente del GPS y resistente a las interferencias— combinado con conexión satelital. Esto le proporcionaría una precisión de entre 80 y 90 metros a una distancia de 380 kilómetros, suficiente para alcanzar Seúl desde una buena parte de Corea del Norte.