El tercer lanzamiento de Starship está a la vuelta de la esquina. El cohete más grande jamás construido por el ser humano tiene fecha oficial para volver a despegar en una nueva prueba más exigente que las anteriores, que causaron una gran expectación en todo el mundo, incluso en España. Después de realizar un ensayo húmedo hace pocos días, SpaceX ya está lista para el lanzamiento y ha anunciado la fecha oficial a través de X, la red social propiedad de su también fundador Elon Musk.

El próximo 14 de marzo, una semana justa, es el día elegido para ello. La compañía necesita todavía la aprobación regulatoria, pero no es la última vez que se adelantan a anunciar la cita sin contar con este trámite, para poco después conseguirlo a tiempo para el evento que se retransmite de forma global. Este anuncio llega al mismo tiempo que la demanda de una empleada que acusa a la empresa de no prestar atención a numerosos casos de desigualdad y acoso sexual.

La última gran prueba realizada hace pocos días anticipaba el inminente lanzamiento. SpaceX llevó a cabo con éxito un nuevo ensayo de lanzamiento, en el que han cargado más de "10 millones de libras de propulsor líquido en Starship y en el propulsor Super Heavy". Todo está listo para un nuevo despegue de proporciones épicas.

Tras las investigaciones de la Administración Federal de Aviación (FAA) que realizó en torno al segundo lanzamiento de Starship en noviembre del año pasado, parece que le impacto en el entorno por los enormes propulsores del cohete no suponen un problema. Además de completar sin problemas el mismo proceso que en el anterior vuelo de prueba, la separación correcta de las dos etapas, la empresa aspira a llegar esta vez más lejos.

La clave de este siguiente lanzamiento será que la Starship sobreviva a la reentrada poniendo a prueba su escudo térmico. El nuevo objetivo que se ha marcado SpaceX para este último intento implica llegar a la órbita. Un punto decisivo para la misión para la que está destinado este cohete.

Starship durante el ensayo de encendido húmedo. SpaceX Omicrono

A esa distancia, se encontraría, en el futuro, con otra nave que serviría como petrolero para pasarle el combustible, igual que ocurre con frecuencia en vuelos militares para ampliar el alcance de sus aviones. Los cohetes y las naves espaciales queman la mayor parte de su combustible solo para escapar de la fuerza de la gravedad de la Tierra, por lo que necesitarán llenar sus tanques para viajar a otros destinos del sistema solar, como la Luna o Marte.

El contrato con la NASA exige que SpaceX transfiera 11 toneladas de oxígeno líquido entre tanques dentro de un vehículo Starship, cuyos motores Raptor funcionan con oxígeno líquido superfrío y metano líquido. Este sería, hasta el momento su viaje más importante, para demostrar a la NASA que puede cumplir con el cometido que le ha encargado.