El módulo de aterrizaje lunar Odysseus no ha salido ileso del complejo alunizaje que se pudo seguir desde España la semana pasada. Aunque se posó con éxito en el polo sur lunar, llevando de nuevo a la NASA al satélite 50 años después, en la operación un falló provocó la rotura de una pata y la inclinación de su estructura. Igual que le ocurrió a la agencia japonesa, el módulo se encuentra ahora sin energía a la espera de ser alcanzado por la luz solar en las próximas semanas. 

El jueves 22 de febrero, la NASA y la empresa privada Intuitive Machines celebraban el éxito de la misión IM-1. Esta operación tiene una gran influencia en la exploración del satélite y la preparación de futuras misiones como Artemis donde deberán llevar a un equipo de humanos a la Luna.

Reuters informa que los ingenieros de la empresa han decidido dejar a Odysseus funcionar un poco más hasta que se agotaran sus baterías y el módulo se apagara por sí solo. Intentarán despertarlo en unas tres semanas, después de que el sol salga nuevamente sobre el lugar de aterrizaje del vehículo en la región del polo sur de la Luna. La estimación de la NASA se habría cumplido, pues esperaban que el sistema aguantara siete días antes del anochecer lunar.

Un fallo en la navegación de 11 horas desencadenó una serie de problemas. Intuitive Machines ha dicho que la culpa es de un error humano. Los equipos de preparación de vuelo se habían olvidado de desbloquear manualmente un interruptor de seguridad antes del lanzamiento, lo que impidió la activación posterior de los telémetros guiados por láser del vehículo y obligó a los ingenieros de vuelo a improvisar apresuradamente una alternativa durante la órbita lunar.

La solución de último minuto probablemente evitó un aterrizaje forzoso, pero pudo haber contribuido a que el vehículo aterrizara torcido, dijeron funcionarios de la compañía. En imágenes publicadas durante el alunizaje se puede ver una de las patas del tren de aterrizaje dañadas.

Imagen de la inclinación de Odysseus Intuitive Machines Omicrono

La compañía ha informado que la nave se movía más rápido de lo esperado durante la aproximación final y patinó hasta detenerse mientras aterrizaba, terminando inclinada en un ángulo de 30 grados. Como consecuencia, dos de las antenas de comunicación de la nave espacial quedaron fuera de servicio y sus paneles solares también estaban orientados en la dirección equivocada. Una situación similar a la vivida con SLIM de la agencia JAXA un mes antes, pero también superada con el tiempo.

No obstante, la NASA e Intuitive Machines afirman haber recabado bastante información e imágenes en estos primeros días. Más adelante esperan obtener estimaciones más precisas sobre la cantidad de datos e imágenes de investigación recopilados de los experimentos de la NASA y de media docena de cargas comerciales, así como certificar cuántos de estos instrumentos se han perdido.

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