El aspirante a rival de SpaceX empieza a ver la luz al final de un túnel oscuro que ya dura más de 8 meses. Boeing ha mostrado una de las últimas pruebas dedicadas a Starliner y afirma estar cerca de su próximo vuelo, esta vez con tripulación a la ISS. Desde su primer viaje de prueba en 2020, seguido con interés desde España, se espera este viaje con astronautas de la NASA que acumula sucesivos retrasos.

Este jueves la compañía ha confirmado la integridad del nuevo diseño del paracaídas principal de Starliner. Este sistema se despliega durante el descenso de la cápsula al final del viaje en el que debe llevar a astronautas a la Estación Espacial Internacional. Era uno de los motivos por los que se aplazó el lanzamiento.

Los ingenieros de Boeing descubrieron un fallo de resistencia en las líneas de suspensión de los tres paracaídas y decidieron diseñar un sistema mejor. En el siguiente vídeo se puede ver la prueba realizada con el paracaídas. La compañía espacial también ha indicado que el nuevo sistema ya se ha instalado en la nave entre otros preparativos de cara al inminente despegue.

La prueba se esperaba para noviembre, pero se ha realizado ahora. "El análisis de los datos muestra que la prueba de dos paracaídas... ha sido un éxito y se cumplieron todos los objetivos de la prueba, despejando el camino para la prueba de vuelo con tripulación", dijo Boeing Space en sus redes sociales. Este rediseño del paracaídas lo fortalece y refuerza su suspensión.

Otro detalle preocupante era que la cinta protectora que se utilizó en 2022 para envolver los cables de la cápsula sería inflamable. Los empleados decidieron retirar la cinta de aquellos lugares donde el acceso es fácil y han estado considerando diferentes soluciones, como nuevas barreras protectoras o revestimientos para aplicar en aquellos lugares donde es más complicado retirarla.

Boeing Starliner en misión de prueba NASA Omicrono

Boeing Starliner despegó por primera vez en mayo de 2022 en una prueba sin tripulación que fue un éxito, aunque también había sufrido importantes retrasos previos. Con el éxito de ese viaje demostraron que iban por el buen camino, pero la siguiente fase está tardando años en completarse. El objetivo es transportar a dos astronautas de la NASA, Butch Wilmore y Suni Williams, hasta la ISS.

La responsabilidad de contar con tripulación intensifica las medidas de seguridad que la agencia espacial exige para la seguridad de sus astronautas. El lanzamiento se ha retrasado repetidamente: primero de diciembre de 2022 a febrero de 2023, luego a marzo, abril y julio. En verano del año pasado, la empresa informó que aplazaba este vuelo de prueba tripulado hasta 2024.

The Boeing CST-100 Starliner spacecraft stands at launch complex 40 at the Cape Canaveral Air Force Station STEVE NESIUS Thomson Reuters

Los astronautas de la NASA, Wilmore y Williams, viajarán a bordo de la cápsula de Boeing Space a la ISS para permanecer hasta dos semanas. Dedicarán su tiempo allí arriba trabajando junto al resto de la tripulación de la ISS antes de regresar a casa en el Starliner para un aterrizaje asistido por este nuevo paracaídas en el suroeste de EEUU.

El éxito de este nuevo vuelo de prueba podría terminar con los sucesivos retrasos de la empresa. Boeing cuenta con el apoyo de la NASA para convertirse, junto a SpaceX, en uno de los transportistas para sus misiones a la órbita terrestre o más lejos.

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