Tan solo un cuarto de segundo antes de que el Miura 1 cosiguiera despegar por primera vez de la superficie terrestre, un fallo técnico ha obligado a detener la misión. El cohete diseñado, desarrollado y fabricado en España inició la cuenta atrás poco después de las 2:38 de esta madrugada e incluso llegó a completarla ejecutando la ignición del único propulsor a bordo.
"Hemos tenido un Abort [aborto] automático debido a la no liberación de los umbilicales de aviónica, el resto estaban libres y el motor a empuje nominal", ha comentado Raúl Torres, cofundador de PLD Space y director de lanzamiento del Miura 1. También afirma que han tenido tan solo 0,25 segundos de margen y que el cohete está "sano".
Estos sistemas umbilicales son los que conectan el cohete con la plataforma de lanzamiento para la transmisión bidireccional de todo tipo de información o fluidos. En el caso de la aviónica que ha fallado en el Miura 1, se encarga de la monitorización y gestión de una buena parte de los sistemas esenciales de vuelo, entre los que se incluye la navegación o la de potencia del propulsor.
La compañía espera realizar un análisis en los próximos días para determinar las causas que han impedido completar la misión, con datos que incluyen la telemetría captada por los sensores a bordo. Asimismo, han indicando en un comunicado que tanto la rampa de lanzamiento como el cohete están en perfecto estado, así como la carga de pago de la Universidad de Bremen.
"Haber sido capaces de completar todos los procedimientos y llegar a la fase de auto secuencia en tiempo, arranque de motor y empuje nominal es un éxito", recalca Torres. "El 99,9% de todos los procesos han sido un éxito. Lanzar un cohete es muy difícil, pero cada vez estamos más cerca. Lo volveremos a intentar".
Los informes meteorológicos proporcionados por la compañía durante los últimos días eran favorables, así como las condiciones técnicas del cohete que lleva en la plataforma de lanzamiento del Centro de Experimentación de El Arenosillo (Huelva) desde abril. De hecho, el Miura 1 estuvo a punto de despegar el pasado día 31 de mayo, pero en aquella ocasión las mediciones de viento en altura de última hora terminaron por cancelar la maniobra.
Así es el cohete
El Miura 1 se encuadra dentro de la categoría de los cohetes microlanzadores y no tiene la capacidad de desplegar ningún tipo de carga en órbita. Cuando finalmente se produzca este primer vuelo de prueba, realizará una trayectoria parabólica despegando desde la costa onubense y cayendo en mitad del océano Atlántico.
La altitud máxima que alcanzará será de 80 kilómetros —vuelo suborbital— y el total del vuelo tendrá una duración de aproximadamente 6 minutos en los que experimentará cierta microgravedad. Precisamente, para aprovecharla, el Centro Alemán de Tecnología Aplicada y Microgravedad, perteneciente a la Universidad de Bremen, ha integrado un experimento del que no han proporcionado más detalles.
El cohete cuenta con 12 metros de largo por 70 centímetros de diámetro en la parte más ancha. En el momento de despegue tendrá un peso de 2.620 kilogramos que deberán impulsarse con un único motor TREPEL-B de cuyo desarrollo se encargó la propia PLD Space.
"El vuelo inaugural siempre es muy arriesgado", comentó Raúl Verdú a EL ESPAÑOL - Omicrono en una entrevista hace un par de meses. Haciendo referencia al enorme desafío tecnológico que supone tener éxito la primera vez que el equipo se enfrenta a una prueba de vuelo real y no a un ensayo en tierra firme.
El ensayo iba a ser la puesta de largo del cohete y servir como demostrador tecnológico de todos los desarrollos realizados por PLD Space desde su fundación en 2011. Además, la compañía se encuentra en pleno desarrollo de una segunda unidad de Miura 1 —la SN2— que tiene previsto despegar a finales de este mismo año.
La compañía se encuentra trabando ya en el siguiente cohete: el Miura 5. Este último ya cuenta con la capacidad de desplegar satélites en órbita y tiene reservados los primeros lanzamientos para 2025.