Publicada

ChatGPT se ha convertido en una herramienta que te puede sacar de muchos apuros. Desde ideas para hacer un regalo, hasta resúmenes sobre la asignatura que estás estudiando. Sin embargo, no es infalible.

Carmen Díaz Soloaga, empresaria y fundadora de Social Media Pymes y The AI Content Factory, ha desvelado que le pidió ayuda a ChatGPT para encargar unas lentillas y, por fiarse de la herramienta, "casi me deja ciega".

Cuenta que, en realidad, no le dejó ciega, pero "no veía ni torta" porque se compró las lentillas incorrectas. "A pesar de subirle capturas de pantalla, de preguntarle 14 veces si estaba todo correcto, ChatGPT hizo una de las suyas y me compré las lentillas que no eran".

El buque insignia de OpenAI ha lanzado una nueva versión, ChatGPT-5, que ha implementado mejoras en velocidad, precisión y razonamiento. Además, ofrece un contexto más amplio en textos largos y respuestas más razonadas presentadas en pasos más claros antes de llegar a una solución.

El director ejecutivo de OpenAI confesó en una entrevista que le daba miedo la nueva versión de ChatGPT y que incluso le hacía sentirse inútil. Sin embargo, aún no es una máquina perfecta para poder confiar en que te dará una recomendación certera, por ejemplo, sobre las lentillas que necesitas.

Carmen cuenta que en el mundo de las lentillas "hay todo tipo de siglas, ajustes y cosas rarísimas a las que no me había enfrentado antes", y seguramente el algoritmo de OpenAI, tampoco.

En este sentido, a raíz del fallo, la empresaria ha lanzado una reflexión en su perfil de LinkedIn. Considera que, si a una persona con conocimientos digitales y consciente de la irrupción de inteligencia artificial, le ocurre esto, le puede pasar a cualquiera.

"Si esto me pasa a mí, con experiencia digital y capacidad de ver los fallos... ¿Qué le pasará a alguien que cree que la IA es infalible?", se pregunta.

Y concluye que muchas personas, incluida ella, ensalzan a la IA hasta el punto de que "esperamos que nos dé la confianza que no tenemos. O que nos ahorre el tiempo que no tenemos o que sustituya la llamada a la óptica. Pero si falla, ¿en manos de quién nos quedamos?".