Publicada
Actualizada

Es indudable que Elon Musk es una de las personas más poderosas e influyentes del mundo. Aunque su relación con Trump no pase su mejor momento tras su salida del Ejecutivo, sus buques insignia continúan en lo más alto del tejido empresarial estadounidense.

Sin embargo, no es oro todo lo que reluce, ya que Starlink, empresa que nació con el objetivo de proporcionar internet vía satélite en zonas con baja conectividad de todo el mundo, presenta algunas dificultades si se produce un exceso de personas conectadas en un mismo espacio.

El diario estadounidense The Washington Post ha recogido un estudio realizado por Sascha Meinrath, el director de la Cátedra Palmer de Telecomunicaciones en la Penn State University, donde concluye que "Starlink funciona genial si casi nadie lo utiliza".

Esta afirmación tan contundente se debe a que la filial de SpaceX funciona peor a medida que gana popularidad y que más gente lo utiliza. El análisis hipotético del catedrático arroja que las conexiones de Starlink se saturan cuando una población equivalente a la de un pueblo pequeño está vinculada al satélite.

Según Meinrath, un área equivalente a la ciudad estadounidense de Tacoma (Washington), con 419 usuarios, sería suficiente para que internet sea prácticamente inutilizable para las personas conectadas de la zona.

Peor en zonas urbanas

Además, la investigación incluye en qué contextos Starlink es más o menos efectivo. En el caso de que vivas en una zona urbana o suburbana, no es recomendable recurrir a la conexión satelital del magnate nacido en Pretoria (Sudáfrica).

¿Por qué? La cantidad de obstáculos físicos: edificios, árboles y postes pueden interrumpir las interconexiones entre los hogares y los satélites. Por lo tanto, los cables de fibra óptica y las redes móviles funcionan mejor en entornos rurales con menos población, confirma Meinrath.

También, es realmente efectivo en barcos y aviones, pero uno de los principales inconvenientes reside en el precio: 349 dólares por la instalación del equipo y un extra de 120 dólares mensuales por el disfrute de la conexión a internet.

En este sentido, Ucrania, en plena guerra con la Rusia de Putin, sigue apostando por la tecnología de Elon Musk para que las zonas rurales y montañosas del país sigan disponiendo de cobertura. En concreto, Kyivstar, el mayor operador móvil de Ucrania, lleva varias semanas probando los servicios de mensajería por satélite de conexión directa con Starlink.