Por mucho que disfrutes viajando, seguro que una vez pisas tu hogar piensas aquello de "como en casa en ningún sitio". Y no es para menos, nuestra vivienda es un espacio en el que nos sentimos seguros y tranquilos, donde podemos disfrutar de nuestra intimidad y descansar.

En cierto modo, nuestra casa es un pedacito de nosotros mismos. Muestra de ello es que siempre queremos pintarla y decorarla en base a nuestros gustos y personalidad. Jamás verás dos hogares exactamente iguales.

Eso sí, aunque nos sintamos seguros siempre hay aspectos con los que debemos tener cuidado, sobre todo si convivimos con niños pequeños, ya sabéis lo traviesos que pueden llegar a ser. Por ello, hoy os vamos a dar una serie de consejos de seguridad para tratar de evitar que los más pequeños de la casa se hagan daño.

¡Cuidado con cables y enchufes!

Los niños tienen una peligrosa tendencia a sentirse atraídos por los cables y los enchufes. Sabiendo eso, lo primero es intentar esconderlos a la vista para evitarnos sustos.

Puedas o no esconderlos, también estaría bien utilizar protectores en las tomas de corriente, poniéndoselo así un poco más difícil. Por otro lado, no debemos olvidar guardar bien los electrodomésticos o dispositivos que puedan resultar peligrosos, como batidoras, maquinillas de afeitar, etcétera.

El peligro de las escaleras

Los hogares con varias plantas cuentan con escaleras para poder pasar de unas estancias a otras. En estos casos hay que tener cuidado, sobre todo si alcanzan grandes alturas.

Lo ideal es instalar barandillas que puedan servirnos de ayuda si nos resbalamos o perdemos el equilibrio. Y, si queremos reforzar aún más la seguridad, podemos emplear barreras que disminuyan el riesgo de caerse.

Puertas, ventanas y...dedos

Los dedos son partes imprescindibles de nuestro cuerpo que no están exentas de sufrir peligros dentro de nuestra propia casa. Peligro que se acentúa en los más pequeños, ya que no tienen una capacidad de reacción como los adultos ante cierres inesperados de puertas o ventanas.

En lo que a puertas se refiere, algo tan simple y económico como instalar topes, retenedores o muelles puede dar más tiempo a los niños para evitar que se pillen un dedo.

Las ventanas también son un claro ejemplo de peligro, tanto por cierres repentinos como por caídas al exterior. Por esa razón debemos evitar en la medida de lo posible que cerca de las ventanas haya objetos que los niños puedan utilizar para trepar, además de usar manillas de bloqueo que dificulten esos cierres inesperados. 

Asegura tus armarios

Si, desgraciadamente, tienes muebles en tu hogar que pueden llegar a caerse por contar con una mala estabilidad, una buena opción es utilizar anclajes que usen la pared como punto de agarre. Hacerlo es bastante barato y podrías evitar algún que otro susto.

Los resbalones

En las zonas más delicadas de la casa, como pueden ser cocinas o baños, puedes optar por suelos antideslizantes que impidan caídas continuas. Si prefieres no cambiar todo el suelo, una alternativa económica y efectiva es emplear alfombras o suelos de gomaespuma.

Aprende más sobre la seguridad de tu hogar en 'Un Hábitat Mejor'

Todos estos trucos te servirán para evitar situaciones de peligro que pueden darse de manera bastante habitual si tienes hijos pequeños en tu hogar. Aunque algunas puedan resultar obvias, mucha gente se olvida de ellas y después lo lamentan. ¿Y tú? ¿Te la vas a jugar con la salud de tus pequeños?