Prácticamente de la noche a la mañana, las redes sociales se han llenado de vídeos creados con ZAO, una app que nos permite poner nuestra cara en el cuerpo de actores y famosos; es la nueva evolución de una tecnología conocida como "deepfakes", que usa aprendizaje automático para detectar las facciones del rostro e implementarlas en imágenes y vídeos.

Hasta ahora, los "deepfakes" se han limitado a proyectos creados por aficionados e investigadores, pero ZAO puede ser el primer proyecto comercial basado en esta tecnología. Ha sido desarrollada por la empresa china Momo, que también está detrás de otras apps muy populares como Tantan, conocida como el "Tinder de China".

ZAO facilita usar una tecnología con mucho potencial, así que tal vez no es de extrañar que haya explotado en popularidad en tan poco tiempo. Ya ha alcanzado los primeros puestos en las listas de la App Store, y es de lo más comentado en redes sociales. Llama la atención que lo ha conseguido pese a que, por el momento, ZAO sólo está disponible para iOS y sólo se puede descargar en China.

Qué hay detrás de ZAO

Pero una vez que ves los resultados, lo comprendes. A partir de una muestra tomada con la cámara del iPhone, la app es capaz de integrar nuestra cara en vídeos protagonizados por famosos de manera sorprendente. Si siempre quisiste ser Leonardo di Caprio en Titanic, o formar parte de la Guardia de la Noche de Game of Thrones, con esta app es posible.

Pero casi tan rápido como esta app ha ganado notoriedad, también ha atraído a críticos. Los creadores de ZAO han sido acusados de crear esta app sólo para obtener acceso a los datos de los rostros de los usuarios; información más difícil de conseguir que una simple fotografía, pero que es posible con los sensores de los móviles actuales.

Inicialmente, el acuerdo de usuario, un larguísimo texto que hay que aceptar para usar la app, incluía condiciones que otorgaban a los creadores de la app todos los derechos de la imagen de los usuarios. Después de las críticas, el texto ha sido modificado e incluye una cláusula que indica que la compañía pedirá permiso al usuario si usa los datos para otros motivos que no sean los básicos para el funcionamiento de la app, según Radii.

Esto ha hecho poco para calmar los miedos de que esta app está siendo usada para recopilar información de caras. Datos que serían muy útiles para los sistemas de reconocimiento facial implementados en China, y que ya están siendo usados en un sistema de "puntuación social", capaz de detectar la cara de criminales o incluso personas que crucen un paso de cebra con el semáforo en rojo.

ZAO también recibió un duro golpe cuando WeChat, la app de mensajería más popular del país, empezó a bloquear los enlaces de vídeos creados con ZAO. Sin embargo, esta decisión probablemente no está motivada por la privacidad, sino por la competencia; en el pasado, WeChat sólo ha permitido enlaces de vídeo a su propio servicio.