Elon Musk tiene una nueva idea para que Marte sea habitable para el ser humano; consiste en lanzar miles de satélites al planeta rojo, y dice mucho que eso sea sólo lo segundo más loco que ha dicho sobre el tema.

Llegar a Marte es sólo el primer paso; de nada servirá toda esta inversión en nuevas tecnologías si nos tenemos que volver. Desde el principio, proyectos como el de SpaceX han apuntado a Marte porque es el planeta más cercano, y el que es más probable que pueda acoger una colonia, el inicio de la expansión de la humanidad por la galaxia.

Pero no podemos olvidar que Marte no es un lugar idílico precisamente. Las temperaturas en la superficie rondan los 55 ºC bajo cero, y la diferencia entre la noche y el día es brutal, con máximas de 20 ºC y mínimas de -80 ºC.

El nuevo plan para calentar Marte

Estas temperaturas tan extremas se producen porque Marte tiene una atmósfera muy ligera, que deja escapar el calor fácilmente. Si queremos tener cualquier esperanza de cultivar o simplemente tener una colonia permanente, tendremos que luchar contra esto.

Inicialmente, Elon Musk tenía una solución más propia de un villano de película: lanzar bombas nucleares a los polos, que conseguirían el efecto de "soles artificiales". La lógica es que esto provocaría un efecto invernadero al descongelar el dióxido de carbono almacenado allí. Y hasta no hace mucho, esa era su postura, llegando incluso a publicar el hashtag #nukemars en Twitter, con el que intentaba explicar sus razones.

Pero ahora Musk parece haber cambiado de opinión. La nueva idea que le ha venido a la mente es lanzar satélites a Marte, que una vez en órbita desplieguen unos reflectores que aumenten y apunten la luz del sol a los polos. La "única" dificultad es que harían falta unos miles de aparatos para conseguir el mismo efecto, pero Musk cree que merece la pena.

Para empezar, los satélites no supondrían el mismo riesgo que una bomba nuclear, especialmente durante el lanzamiento. Además, sería posible ajustar el efecto de estos reflectores en tiempo real e incluso mejorarlos si es necesario, mientras que con una bomba todos los cálculos se tendrían que hacer antes.

Por contra, tienen la desventaja de que, como Marte está demasiado lejos del Sol, la cantidad de luz que llega es menor; así que sería necesario algún método muy efectivo para aprovechar toda la energía disponible.

Todo esto no son más que elucubraciones salidas de la mente de Musk, pero así es como empezaron SpaceX, Tesla, Hyperloop, y otros proyectos.

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