Haz memoria y piensa en algunos de los robots más famosos de la ficción. Los robots de "Yo, robot" de Will Smith. Eve, de "Wall-E". Y yéndonos a la realidad, podemos pensar en Atlas, el robot de Boston Dynamics. ¿Qué tienen todos ellos en común?

Que son blancos. Los ejemplos llegan incluso a la realidad, como pasa con Valkyrie, el robot de la NASA. Todos son blancos y siguen una estética de patrones blancos. Incluso robots famosos como Sophia siguen el esquema de piel blanca, además de otros que han sido inspirados en celebridades blancas como Audrey Hepburn y Scarlett Johansson.

¿Estamos... siendo racistas? Es decir, ¿estamos aplicando racismo contra los robots? Pues puede que sí, ya que según asegura un estudio realizado el Laboratorio de Tecnología de Interfaz Humana en Nueva Zelanda (HIT Lab NZ) llamado "Robots & Racism" podríamos estar aplicando las mismas preconcepciones racistas con las máquinas.

Racismo contra los robots: ¿estamos aplicándoles los mismos prejuicios?

Según sugiere el estudio, las personas tienden a que, cuando ven un robot con forma física humanoide, crean que tienen una raza y les aplican las mismas preconcepciones racistas basadas en la piel. Esto implica aplicarles los mismos estereotipos raciales a robots blancos y negros.

Este estudio ha encontrado que los colores blancos y negros de los robots desencadenan señales sociales que determinan cómo los humanos reaccionan y se comportan con otras personas y también, aparentemente, con los robots. Según explica a la CNN y a The Next Web el investigador principal del estudio, Christoph Bartneck:

"El sesgo contra los robots negros es el resultado del sesgo contra los afroamericanos. Es sorprendente ver cómo las personas que no tuvieron interacción previa con los robots muestran un sesgo racial hacia ellos".

De hecho, los investigadores creen que este es un problema serio que se ha de abordar. El estudio asegura que, si se supone que los robots funcionan "como maestros, amigos o cuidadores, por ejemplo, entonces será un problema grave si todos estos roles solo son ocupados por robots racializados como blancos".

Los robots que el estudio ha usado para constatar sus resultados tenían forma humanoide pero con extremidades y cabezas parecidas a las de los humanos, es decir, colores blancos, rosados o negros. 

En la sesión de pruebas personas vieron en una pantalla a personas y robots blancos y negros aparecer durante menos de un segundo. Se les pidió a los participantes que "dispararan" con una pistola ficticia a quienes en teoría portaban un arma.

Los resultados mostraron que los robots que no portaban armas recibieron más disparos que los robots blancos que no portaban armas. De hecho, esto mismo se aplica a la búsqueda de robots en Internet y en la ficción.

Prueba a buscar "robot" en Google Imágenes. Nosotros mismos, para la elaboración de este análisis, hemos tenido que buscar forzosamente imágenes de robots que no siguieran el arquetipo blanco para la portada como los ya mencionados. Las alternativas al blanco siempre suelen ser otros colores más vívidos, pero nos ha costado encontrar robots que tengan un tono de "piel" más oscuro.

Al buscar imágenes siempre nos hemos encontrado el mismo arquetipo; robot blanco con partes oscuras y negras dedicadas más a la parte mecánica del robot que a su aspecto. Ni que decir tiene que no hemos encontrado robots humanoides representados como personas negras.

Christoph Bartneck no se olvidó de este problema en The Next Web. En la web, Bartneck explicó que "los robots con forma humana deberían representar la diversidad de los humanos".

Arseny Togulev Unsplash

En la CNN nos pidió imaginar. "Imagina un mundo en el que todas las muñecas Barbie son blancas. Imagina un mundo en el que todos los robots que trabajan en África o India son blancos. Además, imagina que estos robots asumen roles que implican autoridad. Claramente, esto generaría preocupaciones sobre el imperialismo y la supremacía blanca. Los robots no son solo máquinas, sino que representan a los humanos".

El mismo equipo de HIT Lab NZ realizó un segundo estudio en el que incluyó robots marrones más claros y descubrieron que a medida que aumentaban la diversidad racial, el sesgo racial de los participantes hacia los robots desaparecía por completo. El estudio indica que esto ""potencialmente significa que la diversificación de los robots podría conducir a una reducción del sesgo racial hacia ellos".

Bartneck finaliza sus declaraciones con unas frases que dan que pensar: "Esto me lleva a creer que tenemos todo para ganar al ofrecer opciones raciales y nada que perder. De la misma manera que queremos muñecas Barbie en todos los colores y formas, también queremos robots en algo más que blanco".

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