Ahora que sabemos que los fabricantes tendrán que abandonar los motores contaminantes, sí o sí, los planes de muchos están saliendo a la luz. Aunque muchas compañías siguen abrazando los motores de combustión, ya tienen previsto deshacerse de ellos; al menos, para algunos de los mercados más importantes, el europeo, el estadounidense y el asiático.

Claro, que algunas compañías llevan ya años en este proceso de transición; lo que las coloca en una situación privilegiada. Toyota es una de estas compañías, llevando años apostando por los coches híbridos y de hidrógeno; y ahora va a dar otro paso importante que el resto del mercado tendrá que seguir: el abandono de los motores diésel.

Adiós a los coches diésel de Toyota

Así lo ha anunciado un alto cargo de Toyota Europa en una conferencia organizada para celebrar los 45 años de la marca en Canarias. Sus palabras, recogidas por motor.es, apuntan a que en Toyota no parecen estar muy apenados por deshacerse de los motores de combustión.

La decisión de la compañía ha sido dejar de vender turismos diésel en España y Europa; esto ocurrirá este mismo 2018, por lo que en las pocas semanas que quedan, la compañía no ofrecerá más esta tecnología en sus turismos. A partir de 2019, ya no podremos comprar coches diésel de Toyota, una decisión que a estas alturas aún es arriesgada.

El diésel es el preferido para ahorrar en combustible gracias a unos consumos más reducidos. Pero a su vez, también puede ser muy contaminante. El diésel estuvo en el centro de la polémica protagonizada por Audi y otras compañías, de motores que contaminaban más de lo que se declaraba. En apenas unos años, ha pasado de ser la mejor opción para el comprador a una oveja negra perseguida por legisladores.

Tal vez por eso en Toyota afirman que dejarán de vender diésel “por convicción, no por prohibición”, refiriéndose a las medidas anunciadas por el gobierno de prohibir la venta de motores de combustión, y el cierre del centro de Madrid a coches contaminantes. Simplemente es el mercado el que ya no quiere motores diésel, o al menos, no en la cantidad de antes.