El accidente mortal del coche autónomo de Uber podría haberse evitado, ya que el coche tenía toda la información necesaria.

Esa es la conclusión preliminar a la que ha llegado la NTSB, la Junta Nacional de Seguridad del Transporte; aunque Uber ya había realizado una investigación interna, esta es la importante, la que decidirá quién tuvo la culpa del accidente y si Uber podría haber hecho algo para evitarlo.

El informe publicado es sólo preliminar, y faltan aún muchos detalles por concluir; pero ya hay datos que pintan una situación nada buena para la tecnología detrás del coche autónomo de Uber. Todo apunta a que el atropello mortal de una mujer en Tempe, Arizona, podría haberse evitado.

Revelaciones del accidente mortal del coche autónomo de Uber

Según los resultados de la investigación, los sistemas de Uber detectaron a la mujer unos seis segundos antes del impacto, tiempo más que suficiente para tomar una decisión y realizar una maniobra que la evitase. Sin embargo, hubo factores que podrían haber influido en que el coche finalmente decidiese no hacer nada.

Por ejemplo, la NTSB ha descubierto que los ingenieros de Uber desactivaron las funciones de seguridad que venían de serie en el coche, un Volvo XC90; este modelo viene con frenado de emergencia, que permite evitar colisiones si detecta algo en la carretera.

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La propia Volvo está orgullosa de este sistema, y a consecuencia del accidente ha tenido que aclarar que sigue siendo seguro. Los sistemas de Volvo llegaron a la conclusión de que era necesaria una frenada de emergencia unos 1,3 segundos antes del impacto, pero no pudieron activarse.

La razón dada para desactivar el frenado de emergencia es que así se “reducía el potencial de comportamiento errático”. En otras palabras, los ingenieros temían que el sistema de Uber y el de Volvo peleasen entre si y provocasen frenazos repentinos; y al fin y al cabo, el objetivo era probar el sistema de Uber, no el de Volvo.

Sin embargo, los sistemas autónomos de Uber no fueron capaces de reaccionar a tiempo, pese a saber que se iba a estrellar contra lo que creía que era una bicicleta.

La conductora cumplía funciones de dos personas

En este caso, se espera que el conductor del vehículo tome el control. En el vídeo publicado por la policía, se ve cómo la conductora está distraída con algo justo antes del impacto; sólo pudo mover el volante un segundo antes del impacto, y frenar un segundo después.

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Por eso, quedaba la duda de si la conductora era culpable, al estar mas pendiente de su móvil que de la conducción. Sin embargo, la investigación revela que en realidad en ese momento estaba monitorizando los sistemas de conducción autónoma del coche.

Normalmente en los coches autónomos van dos personas; un conductor que toma el control del coche, y un ingeniero que se encarga de registrar y comprobar los datos obtenidos. Pero en esta prueba de Uber, la conductora cumplía ambas funciones.

La NTSB no ha llegado aún a una causa probable del accidente, y el informe final podría cambiar. Pero por el momento, las conclusiones a las que ha llegado revelan varios problemas; tal vez por separado, cada problema no hubiera supuesto un accidente mortal, pero juntos provocaron justamente eso.

Uber ya ha cerrado su división de coches autónomos en Arizona; aunque mantiene abiertas las de otros estados, y ha declarado su intención de seguir desarrollando esta tecnología.

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