La ceremonia de puesta a flote del submarino S-82 'Narciso Monturiol' marca un hito de suma importancia en el calendario de construcción del buque. El evento, presidido por la ministra Robles, se celebró en la mañana del viernes en los astilleros que Navantia tiene en la ciudad mediterránea de Cartagena.
El 'Narciso Monturiol' es el segundo ejemplar de la serie S-80, liderada por el S-81 'Isaac Peral', que consolida el programa "más importante de la industria naval española", según palabras de la propia ministra de Defensa.
Y es que, tan sólo 10 países cuentan con la capacidad de poder diseñar y construir sus propios submarinos. Un hecho que convierte a España, y por consecuencia a la Armada, en una de las principales fuerzas navales del mundo y sirve como un escaparate perfecto para la exportación de sistemas marítimos militares.
Sin embargo, la venta de submarinos se resiste. El principal hándicap es la ausencia del sistema de propulsión independiente del aire, más conocido por sus siglas AIP, que Navantia todavía no tiene instalado en ningún submarino en activo.
El objetivo de Navantia es que los submarinos S-83 y S-84 —que completan la serie— salgan del astillero con este equipo instalado, un elemento clave que les permitirá inmersiones de hasta 3 semanas de duración.
Submarino S-81 Isaac Peral de España
El plan que manejan desde el Ministerio de Defensa es que los S-81 y S-82 incorporen el AIP en sus grandes carenas, programadas para 2028 y 2031, respectivamente. Lo que podría lastrar la competición en los diferentes contratos de venta de submarinos pendientes de adjudicar, como el caso de Polonia.
Asimismo, la botadura del S-82, entendida como la maniobra de puesta en el agua, se llevará a cabo en las próximas semanas.
Del estado actual del S-80 y de su futuro inmediato, en EL ESPAÑOL hemos hablado con Germán Romero Valiente, jefe del programa y director del astillero de Cartagena en Navantia.
Después de la puesta a flote, ¿cuáles son los siguientes pasos que experimentará el submarino?
Una vez sea puesto a flote el submarino, éste iniciará formalmente su periodo de pruebas de puerto y mar. El S-82 'Narciso Monturiol' será sometido a un riguroso proceso mediante el cual debe superar una serie de hitos de seguridad.
La puesta a flote supondrá la superación del hito de seguridad y, posteriormente, vendrán los relacionados con arranque de motores diésel y carga de baterías.
Más adelante vendrá la prueba sobre amarras y, finalmente, el hito que permitirá la primera navegación en superficie. Tras este vendrán los relacionados con pruebas en inmersión, que marcarán el camino hacia la entrega del submarino a finales de 2026.
¿En qué situación están actualmente el S-83 y S-84?
El S-83 se encuentra en fase de preparación de los montajes de tubería y equipos, y tiene prevista su entrega a finales de 2028. Será el primero de la serie que integre el sistema BEST AIP desde su construcción, que ya se encuentra a bordo de su sección que avanza por delante del resto.
Por su parte, el S-84 se encuentra en fase de fabricación, habiéndose finalizado ya las cinco secciones del casco resistente sobre las que ahora comienza el montaje de elementos estructurales. Su entrega está prevista en 2030.
¿Es mucho más fácil desde el punto de vista técnico la construcción de la segunda unidad respecto a la primera?
Desde el punto de vista constructivo, la segunda unidad permite la incorporación de un buen número de lecciones aprendidas del prototipo, en todas las disciplinas y durante las diferentes etapas.
Por una parte, se han aplicado diferentes estrategias de fabricación y montaje, que permiten obtener un mejor resultado en el mismo tiempo.
Pero, sobre todo, el exhaustivo proceso de pruebas del primero ha servido para afrontar de una manera más sólida el inicio de las puestas en marcha y pruebas de sistemas en el S-82.
Tras la experiencia acumulada por la Armada en el S-81, ¿se han trasladado a Navantia algunos cambios que se hayan aplicado al S-82 o a las siguientes unidades del programa?
Debido al solape constructivo de las cuatro unidades de la serie, el número de modificaciones a implementar debe limitarse al mínimo imprescindible.
No obstante, se han podido implementar mejoras de disposición de cara a la accesibilidad o el mantenimiento u otras que fueron incorporándose en el prototipo a medida que se avanzaba en las pruebas, como resultado de éstas, y que ahora se han introducido en el S-82 desde la fase de construcción.
La independencia tecnológica se ha convertido en una prioridad, ¿cuánto porcentaje del submarino está diseñado en España y cuánto fuera?
El diseño del submarino es 100% español y ha sido realizado por Navantia, que se convierte por primera vez en Autoridad de Diseño y responsable de la integración del submarino en su conjunto, así como para el Sistema de Combate o el Sistema BEST AIP.
El rol de integrador requiere la colaboración con múltiples compañías nacionales e internacionales, como por ejemplo las que han suministrado los sónares o el sistema de armas.
El Programa S-80 alcanza un grado de nacionalización superior al 70%
Dichas empresas aportan el conocimiento particular de esos sistemas y su experiencia previa en integración en otros programas de submarinos, por lo que se requiere una importante labor de coordinación y trabajo en equipo.
El Programa S-80, incluyendo costes de mano de obra, servicios y suministros externos, alcanza un grado de nacionalización superior al 70%, lo cual es una cifra muy importante para ser los primeros submarinos modernos diseñados en España.
¿En qué situación está ahora el sistema AIP?
Nos encontramos en una fase decisiva del programa. El sistema de tercera generación BEST AIP, que cuenta con gran contenido de tecnología nacional, constituye una de las principales innovaciones de los submarinos S-80.
Se trata de una solución para recargar las baterías del submarino que emplea bioetanol almacenado a bordo como fuente de hidrógeno para alimentar la pila de combustible, lo que permite extender significativamente la autonomía en inmersión.
Esto aportará una ventaja táctica sin precedentes para la Armada Española, que podrá operar en el área de patrulla permaneciendo ‘invisible’, al prescindir de las operaciones de snorkel donde el submarino es vulnerable.
En cuanto a su integración, el S-83 Cosme García será el primer submarino de la serie en incorporar el sistema AIP desde su entrega. Actualmente se encuentra en fase de construcción e integración, habiéndose completado el montaje del sistema en la sección 3 en noviembre de 2024, tras validar su correcto funcionamiento en las pruebas de fábrica.
También verificamos, el pasado verano, su integración y funcionamiento conectado a la plataforma, en la prueba de carga de baterías del submarino S-81 en amarras.
Está previsto que esa sección del S-83 se traslade próximamente a las instalaciones de pruebas del sistema AIP, donde se llevará a cabo una verificación completa en un entorno simulado —una capacidad única de Navantia en el Astillero de Cartagena— antes de iniciar las pruebas de puerto y mar.
En el caso del S-84, seguiremos una estrategia similar, capitalizando la experiencia adquirida durante la integración en el S-83 para optimizar tiempos y procesos.
¿Qué proyección tiene actualmente el programa S-80 respecto a potenciales clientes internacionales?
El programa S-80 está despertando un interés creciente en el ámbito internacional, especialmente tras la entrega y entrada en servicio del S-81 'Isaac Peral' con la Armada española.
Además del programa ORKA en Polonia, estamos evaluando oportunidades a medio y largo plazo en Europa, Asia y Oriente Medio.
Los potenciales clientes valoran muy positivamente que Navantia no solo ofrece un submarino convencional de altas prestaciones con una cadena de suministro enteramente OTAN, sino también un ecosistema completo que incluye herramientas de simulación de última generación para el adiestramiento de las dotaciones.
El sistema BEST AIP ha sido destacado por su capacidad para aumentar la autonomía en inmersión en un submarino oceánico y reducir el coeficiente de indiscreción, lo que mejora notablemente la capacidad de sigilo del submarino.
Gracias al sistema AIP, Navantia está en condiciones de cumplir con los requisitos demandados por los posibles futuros clientes.
Además, el uso de bioetanol como combustible aporta ventajas estratégicas, operativas y medioambientales frente a otras soluciones basadas en hidruros metálicos o combustibles fósiles, consolidando al submarino S-80 como una opción tecnológica avanzada, segura y sostenible.
