La ampliación del uso de drones en el Ejército de Tierra es una de las prioridades que el Ministerio de Defensa lleva impulsando en los últimos años. Además de plataformas avanzadas como el Sirtap, también se apuesta por aeronaves no tripuladas de factura originalmente civil pero con aplicaciones en el terreno militar.
Este último es el caso de la Comandancia General de Melilla que, a través de la Jefatura de Asuntos Económicos, tiene la intención de incorporar nuevos drones a su flota. El contrato tiene un presupuesto asignado de 200.000 euros por un total de 40 aeronaves más un sistema de planeamiento digital.
Las especificaciones recogidas en la documentación publicada señalan directamente a modelos del fabricante chino DJI. Drones de esta compañía ya se encuentran operativos en el Ejército de Tierra como parte de varios programas de experimentación Fuerza 35 en los que participa la Legión en Almería.
Referencia a drones y sistemas DJI en la documentación
La adquisición, según apuntan desde la Comandancia melillense, tiene por "objeto la adquisición de diferentes unidades de sistemas de aeronaves no tripuladas" dotadas de las características técnicas y las cargas de pago necesarias y recogidas en la documentación aportada.
Una vez integradas, los militares las usarán para "reforzar y mejorar la instrucción y adiestramiento de las diferentes Unidades" de la Comandancia en operaciones como la vigilancia y la seguridad militar en diferentes zonas o la prevención y lucha contra diferentes elementos.
Asimismo, señalan que se emplearán para la formación de las Unidades en operaciones de prevención y control de emergencias y en capacidades de carga.
DJI, en el filo
DJI se encuentra ahora mismo siendo investigada por Estados Unidos debido a motivos de seguridad. El pasado diciembre, el Congreso del país americano acordó que una agencia de seguridad nacional designada debía realizar una evaluación de los drones fabricados en China antes del 23 de diciembre de 2025.
Entre los riesgos a los que apunta el Congreso, se incluyen aquellos relacionados con la recopilación de datos. En particular, si DJI cumple con las leyes chinas que le obligan a compartir los datos que el gobierno del país asiático exija en cada momento.
Desde entonces, según la compañía de drones, no han obtenido más noticias sobre si este proceso ya está abierto o, por el contrario, continúa postergándose cuando quedan ya poco más de 4 meses para que tenga que publicarse la resolución.
Mando de control de un dron DJI de la Legión
El pasado diciembre, pocos días antes de la aprobación de la investigación, desde DJI afirmaron que los drones chinos están siendo objeto de escrutinio injusto y agregaron que "han sometido de manera proactiva sus productos a auditorías de seguridad independientes y regulares".
Asimismo, en las mismas declaraciones, desde DJI indicaron que "hemos ampliado la gama de controles de privacidad de usuario integrados en nuestros drones para consumidores y empresas".
Según un comunicado publicado hace unos días, la preocupación de DJI pasa por lo ajustado de los plazos y no tanto por la resolución en sí. "Instamos a los responsables políticos a que respeten la intención de la ley, garantizando que esta revisión [de seguridad] sea transparente, basada en evidencias y sin prisas".
"Sin un proceso creíble, existe un riesgo real de que se impida el ingreso de nuevos drones DJI al mercado estadounidense, no por algún riesgo comprobado, sino simplemente debido a plazos ajustados o decisiones con motivaciones políticas".
Un día antes de esa nota publicada en la página web de DJI, según Reuters, el 14 de julio se iniciaron las investigaciones sobre la importación de drones y componentes relacionados en Estados Unidos.
De hecho, julio ha sido un mes de importantes movimientos. Según apunta Bloomberg, la compañía china ha contratado un pequeño grupo de lobistas y ha trasladado a un ejecutivo australiano a Washington D.C. para abordar la potencial prohibición de su tecnología.
"Es un gobierno despreciable y ellos son parte de él", ha declarado el senador republicano por Florida Rick Scott. "Jamás lo haría. Quieren espiarnos", respondió al ser preguntado por el mismo medio si se había sentado con alguno de los lobistas enviados por la compañía.
Si bien todavía es pronto para conocer la resolución de la investigación de inteligencia, lo cierto es que los últimos movimientos del presidente Trump apuntan al fomento de la industria estadounidense de drones. El pasado junio, firmó una orden ejecutiva para impulsar este mismo sector.
El estado actual de DJI pasa por ser una de las compañías estratégicas que están bajo sospecha de los servicios de inteligencia de Estados Unidos. De hecho, algunos analistas apuntan a que podría correr la misma suerte que Huawei y Hikvision y ser vetada por espionaje.
Precisamente, estas dos últimas compañías están siendo objeto de un importante desencuentro entre España y Estados Unidos a nivel de diplomático y de servicios de inteligencia. Varios sistemas de ambas compañías chinas se encuentran presentes en algunas de las instalaciones de seguridad más críticas, entre ellas el Ministerio del Interior.
Drones para Melilla
El pliego de prescripciones técnicas, de 52 páginas, recoge uno a uno los diferentes requerimientos para cada uno de los 40 drones que planean integrarse en Melilla. En cada encabezado describiéndolos, se menciona explícitamente la marca y el modelo —todos ellos de DJI— que se ajusta a las especificaciones.
Según han señalado fuentes del Ministerio de Defensa a EL ESPAÑOL, los militares pueden tener acceso parcial al sistema operativo de los drones. Esto permite modificarlos a conveniencia para integrar otros sistemas, cargas o poder conectarse a las redes cifradas. Así como auditar qué información que se transfiere y a dónde se dirige.
Documentación para la adquisición de drones DJI
El modelo más numeroso, con 16 unidades en el contrato, es el DJI Neo. Se trata de un dron FPV, un tipo de aeronave donde el piloto equipa unas gafas específicas para controlar el vuelo en primera persona.
Se trata de una de las tecnologías por las que más está apostando el Ejército de Tierra dado que han demostrado una gran utilidad en Ucrania. En este último escenario, esencialmente, incorporando explosivos a bordo capaces de ejecutar ataques contra carros o personal a pie.
En cuanto al DJI Neo, se trata de un dron de pequeñas dimensiones con un peso de 135 gramos, por lo que no puede equipar ningún tipo de acople para explosivos. Sin embargo, podrá ser una plataforma para que el personal desplazado en Melilla cuente con instrucción en el manejo de este tipo de aeronaves.
Al hilo del Neo, también planean adquirir 4 unidades del Mini 4 Pro, otro dron de pequeñas dimensiones —menos de 249 gramos— especialmente diseñado para la captura de vídeo. Así como un Mavic 3 Pro Cine, especializado en la captura de imágenes.
Legionario preparando un dron de DJI
El siguiente por número es el DJI Mavic 30 T, que aglutina 8 unidades del pedido melillense. Este modelo ya pertenece a la gama empresarial de la compañía china y, según lo describen, puede emplearse en una variedad de escenarios complejos —como bajo la lluvia o en incendios— para la transmisión de vídeo.
El dron cuenta con varias cámaras a bordo como una gran angular, otra especializada en zoom, un telémetro láser y un sensor que proporciona imagen térmica, según lo describen. Además, el Mavic 30 T puede llevar a bordo una carga adicional de 300 gramos y puede ascender a 7.000 metros.
También con cámara térmica está el DJI Mavic 3 Enterprise Thermal, con otras 4 unidades. Se trata de un dron industrial especializado en la generación de cartografía. Además, la versión del Ejército de Tierra equipará una cámara térmica que sirve para misiones de extinción de incendios, búsqueda y rescate, inspecciones y operaciones nocturnas.
Mismo número de drones para el DJI Matrice 4T, que igualmente dispone de un sensor térmico a bordo. Según la compañía, este modelo cuenta con aplicaciones en el sector eléctrico, en respuesta en casos de emergencia, seguridad pública y conservación forestal. También contarán con un modelo similar llamado DJI Matrice 4T Plus.
En un plano mayor en cuanto al tamaño, los militares de Melilla operarán una unidad del DJI Matrice 350, un dron de 6,5 kilogramos cuyo peso máximo al despegue alcanza los 9,2 kilos. Esta característica le confiere la capacidad de llevar una importante carga a bordo.
El más grande de todos los drones, del cual incorporarán una unidad, es el DJI Fly Cart 30. Se trata de un dron que puede llegar a pesar 70 kilogramos en vacío y hasta 100 kilogramos a plena carga en el despegue.
DJI FLY CART 30
El Fly Cart 30 está diseñado como un dron para transporte de paquetería y logística en general. Puede operar bajo condiciones extremas a una altitud de hasta 6.000 metros y puede recorrer una distancia de 16 kilómetros a plena carga y dos baterías a bordo.
Sistema de planeamiento
Además de toda la flota de drones, la Comandancia General de Melilla también indica en la documentación la adquisición de un "dispositivo de planificación táctica multimodal".
Según explican, "el equipo solicitado es un sistema digital portátil de alta capacidad, diseñado para uso táctico en campo de maniobras, con especial orientación a la planificación, ensayo y coordinación de ejercicios militares desde múltiples ubicaciones".
Tendrá la capacidad de conexión múltiple para todos aquellos dispositivos participantes para "realizar maniobras tácticas desde diferentes ubicaciones, con sincronización en tiempo real".
La conexión se llevará a cabo a través de redes móviles o fijas no militares, bajo un protocolo cifrado, permitiendo el acceso seguro sandbox distribuidas por distintos puntos de la geografía nacional".
El dispositivo incorporará también las herramientas de software especialmente diseñadas para la planificación táctica militar. Con ellas, el personal al mando podrá diseñar ejercicios y escenarios adaptables a diferentes fases del planeamiento y podrán guardarlos con posibilidad de recuperación, edición o análisis posterior.
